ARGO crítica: El expreso de teheranoche

El expreso de teheranoche Ben Affleck saca a seis americanos de Irán en su tercera película como director ex-actor papanatas Por Ray Zeta

<Miren por dónde, Ben Affleck, con todo lo papanatas que ha sido y es como actor, se está labrando una carrera de director que ya la quisiera más de uno en Hollywood. Porque nuestro Matt Murdock, a quien hemos visto actuar con su cara de acelga habitual sin la más mínima vergüenza en pestiños tanto románticos (La fuerza de la naturaleza, Algo que contar, Una chica de Jersey), como comedias sin ninguna puñetera gracia (Sobreviviendo a la Navidad, Diario de un ejecutivo agresivo y todas las comedias de Kevin Smith a las que tengan manía), y vehículos accioneros de lo más competentes (Armageddon, Operación Reno, Pánico nuclear, Daredevil, Paycheck… por lo que a mí respecta, Pearl Harbor no existe), ha facturado en tan solo cinco años tres películas que se han ganado el respeto de la crítica por la madurez, la contención y el buen pulso narrativo con que las ha dirigido: Adiós pequeña, adiós; The Town. Ciudad de ladrones y la actual Argo.

   Y es que lejos de los estilos publiciteros, videocliperos y videojuegueros de dirección tan utilizados por sus compañeros de oficio y promoción (Affleck cuenta ahora 40 tacos), su cine parece haberse empapado del de los grandes autores de siempre que como Clint Eastwood, Martin Scorsese o Sidney Lumet, basan sus películas en la historia, la dirección de actores y el ritmo narrativo, y lo hacen sin aspavientos truculentos, movimientos de cámara imposibles, o un montaje de tropocientos primeros planos por segundo. Para entendernos, el cine de Ben Affleck realizado hasta el momento no parece la obra de un joven director con sólo tres títulos en su mochila, sino de uno mayor y experimentado con años de veteranía y una amplia filmografía en su haber.

"Eso es porque he aprendido de todos los directores con los que he trabajado menos de Michael Bay" 

   Y Argo es buena muestra de ello. Tomando como punto de partida la crisis de Irán de 1979, Affleck recrea en forma de thriller cómo un agente de la CIA sacó de Teherán a seis funcionarios norteamericanos haciéndolos pasar por un equipo de cineastas canadiense que buscaba localizaciones para una película de ciencia ficción (sí, parece una misión del Equipo A, pero está basado en un hecho real). Y lo hace como un film de espías a la antigua usanza, con un ojo puesto tanto en las realizadas en los años 70 como Los tres días del cóndor o Marathon Man, como en títulos recientes que como Munich buscaban el mismo espíritu. Nada que ver con las Misiones imposibles y James Bonds de turno, que nos presentan espías molonguis, peleones y folladores, capaces de salvar al mundo mientras se ventilan un Martini, matan al malo de un bombazo y se trajinan a una chati todo a la vez con una mano atada a la espalda… aquí los espías son ratones de despacho que llevan a cabo su misión sin pegar ni un solo tiro.

   Y lo hace exprimiendo el formato thriller de suspense hasta el límite como se demuestra en la larga y enervante secuencia del aeropuerto. ¿Creían haberlo visto todo sobre abandonar un país tocapelotas en Cortina rasgada o en ¡Te pillé! (Gotcha!)? Pues vean Argo si no sufren ninguna cardiopatía y descubrirán que abandonar Irán en 1980 siendo americano no era precisamente como cambiarse de calzoncillos (y más aún si el gobierno iraní te está buscando para colgarte públicamente en la plaza mayor de Teherán por espía). Affleck no es Hitchcock, pero se nota que el tío ha tomado buena nota de las vicisitudes de Paul Newman para abandonar Alemania Oriental en la película del gordo, igual que de las imágenes reales de archivo de la época para recrearlas en 8, 16 o 35 mm. según le conviniese para darle a la película un halo de documental real.

"Si contratamos a Mark Hammill y a Carrie Fisher, igual podemos colarlo como el Episodio VII"

   Eso, y los enredos, chanchullos y tejemanejes de Hollywood, pues el hecho de que la tapadera sea una producción cinematográfica fake como en La cortina de humo o El último golpe, le sirve también para poder cargar contra el falso, frívolo y tramposo mundo de la fábrica de sueños, excepcionalmente representado por John Goodman y Alan Arkin como productores, quienes se nota que se lo pasan tan teta cargando contra Hollywood como si estuvieran en una película de Robert Altman como los dos abueletes de los Teleñecos viendo una de las funciones de las marionetas (“¿Quieres fingir que eres un pez gordo de Hollywood sin dar un palo al agua?”, le pregunta John Goodman a Ben Affleck… “Darás el pego”).

   Y es que según declara el propio Affleck en las notas de producción, el film comprende tres películas en una: “un thriller sobre la CIA, una comedia sobre Hollywood, y algo así como una película de Costa-Gavras”, a lo que nosotros añadiríamos una cuarta: un homenaje a las películas de ciencia ficción de serie B, pues representa que la película a rodar es un subproducto galáctico en la línea de Star Wars, Star Trek, Buck Rogers o Flash Gordon, y contemplamos su fake pre-producción con la misma ilusión que esperábamos el Episodio I de Star Wars, sin poder evitar derramar una lagrimita cuando se nos cuenta la historia a partir de las viñetas del story-board, y cuando contemplamos el último plano de las figuritas de los personajes creados por George Lucas.

   Ben Affleck pasa a engrosar así junto a Warren Beatty, Clint Eastwood, Robert Redford, Kevin Costner, Mel Gibson y Sylvester Stallone (sí, Stallone), la familia de actores-directores con éxito (otros, como Tom Hanks, Matt Dillon, Emilio Stevez o Kevin Spacey, murieron profesionalmente en el intento). ¡Larga vida al director Affleck!/>

INFORME VENUSVILLE
		Sentencia Quaid: Copas de yate
		Recomendada por Kuato a: quien apostó por Ben Affleck como algo más que un actor papanatas cuando co-protagonizó y ganó de manera compartida con Matt Damon el Oscar al mejor guión por El indomable Will Hunting.
		No recomendada por Kuato a: quien aún así le tenga a Affleck una manía paranoico-obsesiva. Aquí se reserva el papel protagonista.
		Ego-Tour de luxe por: John Goodman y Alan Arkin en sus papeles. Queremos una secuela de El juego de Hollywood con ellos de protagonistas de inmediato.
		Atmósfera turbínea por: que Argo, la producción fake de ciencia ficción B en la que se basa la tapadera, no se ruede y se incluya como extra en el DVD. Yo me he quedado con ganas de verla.

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