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JASON STATHAM artículo: Feo, fuerte y formal

Ni Vin Diesel, ni Dwayne Johnson, aquí el único sucesor de Stallone y Arnie es Jason Statham

RAY ZETA

Quién hubiera dicho cuando lo descubrimos en las primeras películas de Guy Ritchie, que ese joven de 30 años con cara de boxeador y la cocorota rapada que hablaba con acento macarra acabaría convirtiéndose en el action heroe de los 2000 cubriendo el hueco en el género de los mamporros, los tiros y la testosterona musculada, que en los 80 y 90 lideraron antecesores tan ilustres como Sylvester Stallone y Arnold Schwarzenegger. Y menos cuando continuamos viéndolo en pequeños papeles que nada hacían intuir los bíceps que ocultaba bajo su cazadora y las balas que guardaba en la recámara de su revólver en títulos como The Italian Job, Collateral o Cellular.

Parecía que iban a ser Vin Diesel o Dwayne “The Rock” Johnson los sucesores, pero no, uno por no querer encasillarse en el género pese a haber triunfado con vehículos como Pitch Black, XXX o A todo gas, y querer probar otros sabores como la comedia familiar (un canguro superduro) o el drama judicial (Declaradme culpable), y el otro por dejarse abducir por una secta pro-comedias infantiles (ahí están Papá por sorpresa, La montaña embrujada y Rompedientes como prueba), acabaron por perder el tren aunque ahora hayan vuelto a subirse a él en marcha compartiendo destino en la saga Fast & Furious.

 

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¿Ein? ¿Delgaducho y con pelo? Este no parece Jason Statham...

 

Y eso que La Roca era en principio quien debía haberse consolidado como el sucesor de Arnold Schwarzenegger. El mismo Arnie así lo declaró allá a principios de los 2000 manifestando abiertamente su deseo de que fuera él quien interpretara al Terminator en las futuras entregas, hasta se marcó un cameo a modo de guiño como si le pasara el testigo al principio de El tesoro del Amazonas: justo cuando La Roca va a enfrentarse a toda una panda de negros enormes, que para más inri figuran ser jugadores de football, se le cruza Arnie y le dice: “que te diviertas”

Demasiado tarde. Quien va a Sevilla pierde su silla, dicen, y quien deja la plaza de Macho Man se la encuentra ocupada por Jason “Stathám”. Una película de serie B tan eficiente como falta de pretensiones en la que interpretaba a un recadero motorizado que no entregaba precisamente pizzas a clientes que no estaban precisamente en casa viendo un partido por televisión, lo situó por sorpresa en el panorama accionero. Hablamos de Transporter (2002), claro, peli que copiando sin rubor las escenas de coches de los años 70 y las peleas imposibles de Misión imposible, obtuvo tal éxito que tres años más tarde generó una secuela en la que el “paquete” pasaba de ser una chinita a ser un niñato, con igual fortuna (aún habría que llegar una tercera en 2008).

"Londinense, 44 años, y como decían de John Wayne en una frase que popularizó Loquillo en una de sus canciones, `feo, fuerte y formal`"

Entre medio de ellas, Crank (2006), otro vehículo de lucimiento aún con más tiros, más explosiones y más mamporros, en el que Statham demuestra que se siente como pez en el agua destrozando más mobiliario urbano que John McClane en sus Junglas de cristal, esta vez por una causa mayor que el dinero, un alijo de droga o la chati de turno: su corazón (también tendría su secuela en 2009).

Suficiente para consagrarle como el nuevo héroe de acción de la era moderna. Adiós a Vin Diesel y a The Rock, el sucesor natural de Arnie y Sly es y solo es Jason Statham. A partir de aquí, catapultado meteóricamente a la serie A con títulos como Death Race, Blitz, The Mechanic o Asesinos de élite, en la que igual interpreta a un preso conductor de los Autos Locos, a un poli, o a un asesino profesional a lo Jason Bourne, con la misma solvencia (En el nombre del rey la olvidaremos pobre, que él no tiene la culpa de que la acabara dirigiendo Uwe Boll).

 

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¡Cachas y calvorota! ¡Éste! ¡Éste sí que parece Jason Statham!

 

Londinense, 45 años, rudo, tosco, noblote, y como decían de John Wayne en una frase que popularizó Loquillo en una de sus canciones, “feo, fuerte y formal”. Con ese aspecto de hombre de Cromagnon, esa cara de boxeador, y esa cocorota pelada que ya es su marca de la casa, Jason Statham no tiene el sentido del humor de Bruce Willis, el don de niños de Dwayne Johnson, la palabrería de Will Smith, la agilidad de Jackie Chan o el colegueo de Vin Diesel (francamente, no me lo imagino ni contando chistes, ni llamándole hermano a nadie, ni cambiando pañales), pero tiene una presencia y un carisma que le sobra para hacer creíble a sus personajes de moralidad ambigua, pocas palabras y tortas como panes, con veracidad, credibilidad y realismo.

El único, genuino y auténtico sucesor, repito, de Sylvester Stallone y Arnold Schwarzenegger por méritos propios, como demuestra que el propio Sly lo haya elegido como su lugarteniente en la saga de Los mercenarios, la obra cumbre del cine de acción actual en la que homenajea al género reuniendo a lo mejorcito de los 80 y los 90. ¿Se dan cuenta? En un elenco formado por el mismo Sly, Arnie, Bruce Willis, Dolph Lundgren, Jet Li, Mickey Rourke, y también Chuck Norris y Jean-Claude Van Damme (Steven Seagal no porque no ha querido), Jason Statham forma parte de él por expreso deseo de Stallone. No hay más prueba, confirmación o reconocimiento mejor que eso.

 

JASON STATHAM

 

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1 Respuesta

  1. Anónimo
    karla Liliana gonzalez <br />Me encanta este tipo aparte de ser buen actor es guapisimo todas quisieramos un hombre asi rudo,guapo .

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