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KEVIN SMITH artículo: Zapatero a tus zapatos

Que Kevin Smith se deje de experimentos y haga chistes de Star Wars que es lo suyo

EL HOMBRE DE BOSTON

¿Sirve Kevin Smith para algo más que para inventar chistecitos sobre Star Wars? Yo empiezo a dudarlo, porque tras una decena justa de películas de filmografía, sus mejores momentos siguen siendo sus diálogos paródicos sobre la saga creada por George Lucas. Aquellos como en los que se diserta sobre que en la segunda Estrella destruida en El retorno del Jedi significó el asesinato de cientos de trabajadores autónomos inocentes que habían sido contratados para construirla (Clerks), o que ponen de manifiesto que la trilogía original es un alegato sobre la supremacía blanca en pos de calificar la raza negra de colectivo minoritario marginado (Persiguiendo a Amy).

Ese es el real, auténtico y genuino Kevin Smith, el gordo greñudo y barbudo que con su sempiternos guardapolvo y gorra del revés, se pasa horas y horas ante la puerta del Seven Eleven de su barrio en el papel de “Bob el Silencioso”, junto a su colega (y camello) Jason Mewes como Jay. Un tándem cinematográfico que bien podría representar la sucesión de “El Gordo y el Flaco” (con permiso de Simon Pegg y Nick Frost, por supuesto), y que han acabado por protagonizar (bueno, digamos mejor aparecer) en seis de las diez películas que conforman la filmografía Kevinsmithiana.

 

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Con su amigo, compañero y camello Jason Mewes

 

En un principio debían ser sólo tres, la llamada “trilogía de Nueva Jersey”, pero el fracaso comercial de Dogmaobligó a Kevin Smith a plantearse una entrega especial a modo de auto-homenaje (con sólo 30 años, manda huevos), Jay y Bob el Silencioso contraatacan, con la que recuperar el favor del público (cosa que funcionó). Igual que como sucedió tras el fiasco de Una chica de Jersey. Smith estaba tan necesitado de un éxito que no tuvo más remedio que escribir y dirigir una secuela de Clerks, su película aún hoy más aplaudida (cosa que no funcionó). Después de eso, con ¿Hacemos una porno?, una comedia que bebía tanto de las fuentes de Judd Apatow como de las del propio Smith, y Vaya par de polis, nueva comedia, pero esta vez policíaca a modo debuddy movie, volvió a pinchar (la segunda citada ni se estrenó).

"Kevin Smith es más un cronista de su generación y un escritor de diálogos que un director de cine"

Porque Kevin Smith es más un cronista de su generación y un escritor de diálogos que un director de cine. Plasma el retrato de una generación cuyo perfil (el suyo y también el nuestro) consiste en ver películas de cine fantástico, leer cómics de superhéroes, y seguir su equipo favorito del deporte que sea (en su caso es el hockey). Eso lo hace como nadie tal como demostró en la trilogía de marras, pero de eso a contar una historia que se aparta de esta línea en forma de película, va un trecho tan largo como la melena que lucía en sus inicios. Y es que Kevin Smith es un fricazo que lo ha visto todo y lo ha leído todo, lo que queda claro en cada una de sus referencias. ¿Recuerdan su papel en La jungla 4.0? Interpretaba a modo de auto parodia al “Brujo”, un mega-freak que se había construido en su sótano un centro de mando informático que ni el del Pentágono, con figuras de Star Wars repartidas por todas partes, entre las que de destacaba una de cartón a tamaño natural de Boba Fett.

 

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Con su maestro y modelo de inspiración Stan Lee

 

Por eso de extrañar que no haya llevado a su terreno los géneros que le gustan como espectador y como lector hasta ahora, más allá de incluir sketches paródicos en sus comedias (como la del duelo entre Luke Skywalker y Darth Vader de El Imperio contraataca en Jay y Bob el Silenciosocontraatacan, o el rodaje de la supuesta versión porno de Star Wars titulada “La guarra de las galaxias” en ¿Hacemos una porno?). ConRed State prueba el thriller policíaco con toques de terror obteniendo una obra tan irregular como impersonal. Demasiados subgéneros metidos con calzador. Thriller policíaco, torture porn setentero, alegato anti-religioso… Demasiados temas como para obtener una pieza coherente. Con tantos estrepitosos fracasos a sus espaldas uno detrás de otro, la sensación es que Kevin Smith no sabe por qué línea dirigirse optando por todas.

En Red State, los jóvenes secuestrados hubieran podido ser Jason Lee y Ben Affleck hablando de cómics, pero no, son tres adolescentes que cualquiera diría que han salido de la saga Porky’s; podría haber salido una secta de fans fanáticos de Star Wars, pero no, sale una secta extremista católica; podrían haber salido también Jay y “Bob el Silencioso” diciendo guarradas mientras vendían maría a los protagonistas, pero no, salen John Goodman y Michael Parks como jefe de policía y líder de la secta respectivamente… por eso claro, sin ser del todo una mala película, con Red State Kevin Smith no puede evitar sentirse perdido, contagiándonos a nosotros esa misma sensación. Si al menos hubiera salido algún chistecito sobre Star Wars

 

KEVIN SMITH

 

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1 Respuesta

  1. Anónimo
    Loren<br />Kevin Smith esta acabado, lo unico que podria salvarle es hacer Clerks en formato de show televisivo como el Show de Benny Hill o La hora de Jose Mota, porque ya está visto que como director de cine mejor que no

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