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LEONARD NIMOY artículo: Oh, Capitán, mi Capitán

Leonard Nimoy, el eterno Sr. Spock, abandona el planeta Tierra a los 84 años de edad

DA II

Si estuviéramos viajando alrededor de un satélite de Júpiter, o de Saturno según nos dé por la película o la novela, y fuéramos un ordenador que inicia los primeros pasos en su recién adquirida conciencia nos preguntaríamos con cierta inocencia infantil: ¿pueden morir los personajes de ficción? Algunos, los más corteses, al comentar la noticia se expresan con el “ha muerto Leonard Nimoy”. Todos los medios la publican como la muerte del actor. Pero la mayoría, en el fondo, en lo que pensamos es que ha muerto el Sr. Spock.  No serán muchos los que pensarán en William Bell o en el director de Tres solteros y un biberón.

En cambio, no tengo tan claro como lo habrán reflejado los medios vulcanianos, o si habrá periódicos y telediarios en Vulcano, salas de cine o personajes de ficción. Sigo sin aceptar que un minero vengativo se haya cargado el planeta. Lo siento. Como mucho, los vulcanianos habrán enviado a algún primo lejano para ponerle la mano en la cabeza y resguardar sus vivencias y pensamientos, para almacenarlos en esa especie de biblioteca mormona que debe de ser cualquier cerebro de Vulcano. En lo que daría para un biópic de tintes sheakesperianos acerca de cómo gestionaría dicho primo lejano las emociones del difunto Spock; especialmente las de dirigir la película citada; y si por ello le entraría la necesidad de enrolarse en la flota estelar o en su caso de servir en la Legión Extranjera.

 

Leonard Nimoy saluda para despedirse a nuestro pesar

 

Según la lógica, una necrológica llena de loas con el repaso de los hitos de su vida no tiene demasiado sentido. Aunque si aplicamos otra lógica sí lo tendría para dar cumplido a su mitad humana. El redactor jefe de sea lo que sea que publican en Vulcano estará en un bucle mental sin acabar de dilucidar que lógica tiene más peso. Aunque si aplicamos la lógica en su sentido más lógico, lo suyo sería que en Vulcano se dediquen a funerales irlandeses pasados de rosca. Con el Capitán Kirk totalmente torrado cantando viejas canciones del siglo XX.

"Todos los medios la publican como la muerte del actor. Pero la mayoría, en el fondo, en lo que pensamos es que ha muerto el Sr. Spock"

En cambio, en la Federación, mucho más emotivos, a buen seguro le están preparando un prepotente funeral de reminiscencias militaristas que no sería muy del agrado del Capitán. Dando lugar a un conflicto interestelar porque los Vulcanianos reclamarán un destino más natural para el cadáver que el de lanzarlo  al espacio, siempre más peliculero. Vamos, dejarlo dispuesto para ser bocado de cualquier carroñero en la lógica de la cadena alimenticia. De lo que estamos seguros es que los Klingdom, los Remulianos, los Borg o el enemigo de turno de la federación, habrán finiquitado las reservas de cava barato, antes de acabar con la Federación, ahora que ya no está el quisquilloso de orejas puntiagudas para ayudar a desbaratarles los planes

 

El Sr. Spock saluda para quedarse para siempre

 

Quizá Spock no habría sido quien es sin el amigo Nimoy, casi seguro, pero quizá sí que a Leonard le hubiera gustado una vida sin Spock, por más que se vanagloriara ya en su madurez del personaje; quizá al final lo aceptó como esa carga del destino de la que no se puede escapar, o se armó de toda la hipocresía del mundo para recibir la fama y el dinero; quizá en el último suspiro dedicó un desprecio al personaje que le había marcado la vida, y de paso a toda la legión de fans, quienes no lo dejaron de agobiar para sacarse una foto solicitándole el saludo vulcaniano. O quizá se fue con un agradecimiento por ser conocido en todo el mundo, y por los réditos suficientes para dedicarse a sus cosas; la poesía, el folk o la fotografía. O quizá, porque los humanos somos emocionales y cabroncetes, le dedicó una última burla a Mark Hamill, quien a buen seguro envidia la fama de Nimoy en todas las reuniones y series friquis que se precien. Gracias a las nuevas películas a buen seguro aspira a ser él la estrella del Comi-Con y un personaje recurrente en Los Simpson.

Quizá Hal llegue a la conclusión de que los personajes de ficción, como los sueños, no terminan de morir nunca porque jamás fueron del todo reales, pero también deduzca que al final terminan existiendo gracias a ese saludo que muchos no dejaremos de practicar, un saludo que sí le debemos al actor. Aunque en buena lógica un saludo no debería de tener cabida -como expresión de sentimientos de respeto y de afecto que es- en la sociedad de Vulcano; pero al fin y al cabo esa es la gran virtud de la ficción, que le podemos desear a alguien larga vida y prosperidad a pesar de no sentir ni la mínima de las empatías.

 

LEONARD NIMOY

 

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