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SPRING BREAKERS crítica: Colgad los abrigos

   

Colgad los abrigos

Cuatro culitos en bikini y un camello con rastas,
los ingredientes perfectos para una juerguecita

Por Víctor Parkas

 

<Cuando una película proyectada en un festival es responsable de dividir al público equitativamente entre la facción de los aplausos y la de los abucheos, es señal inequívoca de que, casi de forma inmediata, el título acabará convertido en cult movie. Si hace más de dos décadas estalló una civil war en Sitges tras el pase de Corazón salvaje, The Lords of Salem y Spring Breakers fueron las manzanas de la discordia de la última edición. El hecho de que el último film de Harmony Korine fuese programado como sesión sorpresa un sábado -con un público al uso en modo vamos-a-ver-una-de-sustos sitiando la platea- sólo era la pólvora. El zippo hasta arriba de gasolina lo llevaban Korine y sus chicas.

   Quien firmara el guión de la imprescindible Kids narra en ésta, su obra más convencional, el periplo de un grupo de adolescentes que en su escapada primaveral en busca de fiesta -sin freno ni embrague- acabarán mezclándose con uno de los mafiosos locales: un irreconocible James Franco  en su papel más caricaturesco e incluso irritante para según qué lupas. Spring Breakers es absolutamente excesiva de principio a fin: las fiestas que se corren las niñas dejan en paños menores a cualquier guateque organizado por John Belushi dentro (y fuera) de la pantalla y la hostilidad que estas cuatro jóvenes muestran desde el inicio de la película culmina en uno de los clímax más potentes desde El precio del poder.

 

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"Quedan detenidas por no hacer top-less como hacían en Porky`s"

 

   Si ya reconocíamos lo chocante, en cuanto a caracterización y acting, de la performance de James Franco, incluir a “la princesa de Disney” Selena Gómez en el grupo de amigas que conducen la película puede provocar, al desconocedor de la obra de Harmony Korine, una barrera de desconfianza ante la propuesta del director de Mr. Lonely. Pese a que nunca lo habíamos visto tan comedido, Korine no hace concesiones para con temas a los que –sobre todo en su faceta de guionista- ya nos tiene acostumbrados: exaltación de la vida disoluta durante la adolescencia, acné como sinónimo de turbiedad y violencia prepúber. Y hacerles un mindfuck así a las fans que arrastrará al estreno de Spring Breakers la ex-novia de Justin Bieber ya justifica todas las alabanzas que ha recogido el film en distintas muestras.

 

  "Las fiestas que se corren las niñas dejan en paños menores a cualquier guateque organizado por John Belushi dentro (y fuera) de la pantalla"  

 

   Aunque la película no invita a pensarlo, la lectura de la misma como cinta de terror adolescente no es tan descabellada si reflexionamos sobre la estructura que la soporta: las chicas van, paulatinamente, abandonando el violento mundo donde son cobijadas por James Franco, y el modo en que lo hacen es muy similar al que el género slasher se adhiere para ir despachando, de forma escalonada, a los distintos prototipos de imberbe gaznápiro que protagonicen éste o aquél título. Aunque en Spring Breakers estas muertes se representen con la vuelta a la normalidad de algunas de las chicas, el efecto de la rendición que supone el retorno al tedio para ellas causa en el espectador una sensación similar a la provocada por el visionado de Viernes 13 o La matanza de Texas.

 

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"Es que la ilusión de mi vida era interpretar el papel de Gary Oldman en Amor a quemarropa"

 

   Este coqueteo con el extrarradio del cine de terror no es nuevo en la filmografía de Harmony Korine, pues ya en Trash Humpers hizo un ejercicio formal y narrativo lo suficientemente perturbador como para tildarse –sin serlo- de cine fantástico. Se puede decir que Spring Breakers es tan cercana al género como Las zapatillas rojas; con respecto a esta alegoría vampírica adaptada al cine por Powell y Pressburger, la última película de Korine esboza una relación similar entre James Franco y sus chicas a la que mantenían Lérmontov y la bailarina del cuento de H.C. Andersen: una víctima que sucumbe al monstruo. La diferencia sustancial entre una y otra es un giro maravilloso que el director nos reserva para el ecuador de la historia, twist que sólo podrán bailar si se acercan a verla, pues aquí en casa no somos muy amigos de los spoilers.

   Con Spring Breakers, Harmony Korine se pone a la altura de los pocos directores que despuntaron en el independiente americano de los noventa –Gummo es tan relevante en esta categoría como Reservoir Dogs o Clerks- capaces de mantener su férrea autoría pese a levantar un largometraje de generoso presupuesto, consiguiendo un resultado tan personal como accesible. La película tiene una cinética que nada debe envidiar a otros títulos con vida propia como Trainspotting o El Club de la lucha; Spring Breakers es motivo de tatuaje, serigrafía de camiseta ceñida y forro para carpetas de instituto. Imperativo verla en sesión nocturna y luego salir a quemar vuestra aldea./>

 

 
INFORME VENUSVILLE
     
 
Sentencia Quaid:
Venus Hall of Fame
     
     
 
Recomendado por Kuato a:
portadores de teen spirit perenne.
     
 

No recomendada por Kuato a: los que vayan a verla con prejuicios. La película es lo que promete elevado a la décima potencia.

     
 

Ego-Tour de luxe por: “Everytime”, de Britney Spears. Podría contar con los dedos de una sola mano las veces que he vivido en una sala de cine un momento tan mágico.

     
 
Atmósfera turbínea por:
si alguien la arroja, desde luego no voy a ser yo.

 

 

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Cuatro culitos en bikini y un camello con rastas,
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Por Víctor Parkas


   

> SPRING BREAKERS premiere: Bikini Breakers

Con las cuatro niñas monas protas sin sus
bikinis, y James Franco más solo que la una

Festival de Venecia, 05.09.12


 

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2 Respuestas

  1. Anónimo
    CR7<br />A mí no me parece tan buena. Correcta y punto.
  2. Anónimo
    Blé<br />culo-flanes...

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