Categorías

VENGADORES. LA ERA DE ULTRÓN crítica: Vivan la licra y las capas

Segundo gran festorro de los Vengadores en el que están invitados sus miembros y alguno más

CHEMA PAMUNDI

¿Puede hacerse un largometraje de superhéroes mejor que Vengadores. La era de Ultrón? Sí, no es tan difícil. Sin ir más lejos, cualquiera de las tres cintas sobre mutantes dirigidas por Bryan Singer (en especial X-Men 2 y X-Men: Días del futuro pasado) eran superiores en lo cinematográfico, haciendo gala de un mayor riesgo, mejor desarrollo de personajes y guiones más bien tensados. Ahora bien, ¿puede hacerse un largometraje de superhéroes que capture de manera más certera el “espíritu Marvel”? Sinceramente, a mí sólo se me ocurre uno: Los Vengadores.

Joss Whedon ha demostrado entender las reglas del juego como nadie, sabe a la perfección cuál es la métrica y la estética que requiere una aventura del mayor supergrupo de tipos con mallas de la Tierra. Lejos del tono lúgubre y plomizo que su competidora directa, DC, ha decidido imprimir a todos sus Batmans y Supermanes fílmicos (como si se avergonzara de ellos, creyendo que el público los va a encontrar risibles si los ve tal como son en los tebeos), Vengadores. La era de Ultrón abraza sin complejos el espíritu alegre y technicolor que lleva medio siglo siendo el santo y seña de la Casa de las Ideas; y está logrando demostrar una y otra vez que la fórmula funciona. No pasa nada, nadie se asusta por ver a un dios nórdico con capa roja y martillo, ni a un tipo que cuando se cabrea se vuelve verde y gigantesco sin cambiar la talla de los pantalones. La gente pone en funcionamiento la suspensión de la incredulidad y va al cine en masa, porque entiende que esto es pulp moderno.

 

"¿Es nuestra imaginación o Scarlett Johansson no marca tanto culo como en la primera?"

 

Vengadores. La era de Ultrón ni siquiera pierde tiempo con un prólogo o presentación de la trama: arranca in media res, con los héroes asaltando una base secreta de Hydra, en una larguísima escena de acción a lo James Bond que nos mete directamente en la historia (lo de siempre: alguien quiere destruir el mundo y los Vengadores tienen que salvar el día; no hace falta entrar en más detalles). Se asume que todos hemos visto la anterior entrega más las respectivas películas de cada personaje. Ya sabemos lo que hay que saber, así que directos al lío; y si no lo sabemos todo (sin ir más lejos yo aún no he visto Thor: El mundo oscuro), tampoco es un problema. Da la sensación de que todo el “masterplan” que Marvel ha venido desarrollando a lo largo de este último lustro se encaminaba hacia esto, a poder implantar en el espectador la misma sensación de continuidad inconsciente que tienes con sus tebeos. No importa leerse la saga "Civil War" sin haber leído antes "Vengadores Desunidos", por ejemplo, del mismo modo que casi no importa ir a ver Vengadores. La era de Ultrón sin haber visto la primera parte o Capitán América: El primer vengador (aunque, ¿por qué querría nadie hacer eso?). Desde luego, es una jugada inteligente y bien ejecutada.

Whedon, desde el guión y la dirección, orquesta un espectáculo descomunal pero desprovisto de cualquier grandilocuencia, pedantería o angst de cartón piedra, tamizándolo todo con un refrescante sentido del humor (el filme, igual que su predecesor, está trufado de constantes gags incluso durante los combates) y anteponiendo una clara vocación de entretenimiento honesto. Tanto Whedon, como toda la productora Marvel Studios en conjunto, tienen tal nivel de confianza en el material de partida que han conseguido que personajes como el Capitán América, Iron Man, Thor y hasta la Visión no sólo no se vean ridículos o pasados de moda sino que parezcan incluso elegantes. Estamos, de nuevo, ante un blockbuster de superhéroes orgulloso de su ligereza y su desenfado. Con esas premisas la película podrá gustar más o menos, pero es casi imposible que caiga antipática.

"Vengadores: La era de Ultrón abraza sin complejos el espíritu alegre y technicolor que lleva medio siglo siendo el santo y seña de la Casa de las Ideas"

Whedon, además, se las ha ingeniado para convertir Vengadores. La era de Ultrón en una de sus obras más reflexivas y personales, que se compara mejor con la serie de TV Firefly que con nada que haya hecho anteriormente para Marvel (en cine o en cómic). Aquí los Vengadores no son un mero grupo de superhéroes de nivel cósmico, sino más bien una familia de descastados similares a la tripulación de la nave Serenity (los momentos en los que simplemente interactúan entre ellos, flirteando o compitiendo para intentar levantar el martillo de Thor, son oro puro). Si la anterior cinta celebraba el poder divino de los superhéroes, ésta explora su fragilidad como seres humanos que cometen errores de juicio y que, en muchos casos, acaban causando más daños de los que consiguen evitar. La población ya no les ve como salvadores de la humanidad sino como una especie de catástrofe natural capaz de causar un volumen apocalíptico de destrozo urbano. A la famosa frase “todo gran poder conlleva una gran responsabilidad”, se le podría añadir ahora la coletilla “y te acaba convirtiendo en un monstruo”, ya sea de manera literal (Hulk) o metafórica (Tony Stark).

En el debe de Vengadores. La era de Ultrón, cabe comentar algunos detalles que, sumados, acaban haciendo que esta secuela quede un minipunto por debajo de la primera parte: el conflicto entre los héroes no es tan afilado (y mira que uno de ellos la lía bien parda). Las escenas de acción son más tochas, sí, pero perdido el factor sorpresa (no es de extrañar, tras diez películas previas viendo a los mismos personajes repartir mamporros juntos y por separado), no consiguen impactar igual ni transmitir la misma sensación de urgencia, de dramatismo, de “o ganamos este combate o es el fin del mundo”. Finalmente, mientras que en Los Vengadores todos los protagonistas tenían espacio para brillar, aquí el Capitán América, Thor y hasta se diría que Iron Man (más allá de sus habituales chistes) quedan un tanto desdibujados en favor de la Viuda Negra, Hulk y Ojo de Halcón, que se llevan casi toda la chicha dramática (lo que, en el fondo, es una buena decisión de guión, porque está claro que eran quienes más lo necesitaban).

 

"He convencido a Nick Furia de que cambie el nombre de Vengadores por el de Justice Forever"

 

Aún así, hay tantas cosas que Whedon y su equipo han hecho bien en Vengadores. La era de Ultrón, que no merece la pena detenerse demasiado en las tres o cuatro que serían mejorables. Es preferible (y más justo) recrearse en lo bueno: dos horas y media que pasan como un soplido; una historia en conjunto más sólida que la de la primera película; un villano, Ultrón, más original, amenazador e interesante que Loki, y mucho más trabajado en lo psicológico de lo que nunca lo estuvo en los tebeos (una super inteligencia artificial alienígena con ambiciones genocidas y una retranca directamente heredada de Tony Stark); un clímax final despampanante; la mejor dinámica de grupo de superhéroes jamás vista en la gran pantalla (sí, mejor que la de los X-Men, que siempre tienen un comportamiento mucho más individualista); y una presentación fenomenal de los nuevos personajes Visión y Bruja Escarlata, que dejan al espectador noqueado pese al poco tiempo que aparecen en pantalla.

El cine de superhéroes, que hace sólo veinte años casi ni existía como género, experimenta hoy en día su época dorada. Para cualquier fan es estupendo vivir estos tiempos y poder disfrutar de adaptaciones tan respetuosas y con un nivel medio de calidad tan elevado. Marvel lo ha vuelto a bordar. Vengadores. La era de Ultrón es un peliculón de superhéroes; y el mayor de todos ellos es el propio Joss Whedon.

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Venus Hall of Fame

INF VNV 5

Recomendada por Kuato a: cualquiera que aún tenga un tebeo Marvel en su estantería.

No recomendada por Kuato a: fans de DC que no quieran hacerse mala sangre al comprobar una vez más lo puñeteramente bien que está haciendo las cosas Marvel.

Ego-Tour de luxe por: dejar hueco, en una peli que sobre todo es ruido y pirotecnia, para explorar la parte emocional de los personajes, desde sus traumáticos flashbacks hasta la tierna subtrama amorosa entre dos de ellos.

Atmósfera turbínea por: que el personaje de Mercurio acabe quedando como una mera nota a pie de página. Mucho menos molón que la versión de X-Men: Días del futuro pasado.

 

LOS VENGADORES. LA ERA DE ULTRÓN. Estreno en Venusville: 01/05/2015

 

Facebooktwittermail

2 Respuestas

  1. Anónimo
    JOSÉ BLANCO REYES<br />EStoy de acuerdo, si le quitas las escenas de accion de presentacion y del final, la peli se queda en nada. En todo su acto central no pasa absolutamente nada, y lo que ya es de ordago por el aburrimiento que supone es cuando van a casa de Ojo de Halcon.
  2. Anónimo
    roso23<br />Yo pienso que marean mucho la perdiz entre tanto personaje con subtramas y conflictos entre ellos que no llevan a ninguna parte hasta la batalla final. Pasó en la primera y pasa otra vez en esta segunda. Es el peaje a pagar por tener tanta estrellita en el reparto, que todos han de tener sus minutos.

Agregar comentario