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VERBO entrevista a Eduardo Chapero-Jackson: Destino de matrixero

Eduardo Chapero-Jackson nos jura por Keanu Reeves que jamás tuvo Matrix como referente

RAY ZETA

FESTIVAL DE SITGES, 09/10/2011. Hay una escena en Destino de caballero en la que Heath Ledger es apresado en un cepo de cuello y manos en la plaza mayor. Para evitar que la plebe se ensañe con él, sus hombres toman posiciones delante del cepo y amenazan a la muchedumbre exponiéndose ellos mismos. De repente aparece el príncipe de Inglaterra. “Tus hombres te quieren”, le dice a Ledger casi al oído, “si no supiera nada más de ti me bastaría con eso”…

Teniendo a Eduardo Chapero-Jackson delante de mí entiendo por qué frases como “Me llame sea para lo que sea allí estaré”, “Como si me pide que me tire de un balcón” o “A muerte con él” han salido de la boca de Migue Ángel Silvestre, Macarena Gómez o Verónica Echegui refiriéndose a él. Tranquilo, pausado, y aparentando tener poco más de 30 años pese a haber cumplido los 40, Eduardo Chapero-Jackson inspira tanta confianza y lealtad, que hasta yo mismo no dudaría en vestirme de Neo y llevar un sable láser a modo de linterna si me lo pidiera.

 

 

-¿Cómo se pasa de los cortos a dirigir una peli de ciencia ficción presupuestada en 2’5 millones de euros?

-Bueno, siempre he sido muy cinéfilo, ya desde pequeño, pero siempre veía hacer cine como algo imposible y ni se me ocurrió dedicarme a ello. De pequeño escribía relatos cortos y también me dedicaba a la fotografía. Estudié Bellas Artes y allí me di cuenta que los de al lado estaban estudiando cine, así que vi que era factible. Me puse a trabajar en una productora, mientras aprendía también ahorraba para hacer mis primeros cortos, y después hice tres seguidos. Gracias a que funcionaron bastante bien vinieron a verme distintos productores con proyectos de largo.

-¿En qué te basaste para escribir el guión?

-Bueno, los puntos de base son muy personales. Yo también crecí en un barrio de las afueras de una gran ciudad, y era como estar viviendo en un limbo, en una ciudad de construcción masiva que no llegaba a entender, y recibiendo una educación que tampoco entendía, con la sensación de estar perdido mucho tiempo. A pesar de tener unos padres encantadores, siempre encontraba baches que no entendía y sobre los que nadie te dice nada, así que quería escribir un cuento o una historia o una fábula para esta persona que yo fui de pequeño, que también encajara bien ahora, ya que la generación actual de jóvenes está viviendo un momento muy difícil, con mucho desencanto y un fracaso escolar altísimo. La película es para mí una especie de apelación a querer cambiar algo en tu entorno si no estás contento, e implicarte y responsabilizarte.

-En toda la parte del submundo alternativo, con ese look y ese vestuario, me ha parecido estar viendo Matrix. ¿Hasta qué punto la tuviste en cuenta?

-Matrix no fue un referente que tuve para la película en sí, pero me gusta mucho cómo es capaz de coger contenidos que pueden ser muy sofisticados a nivel metafísico o a nivel de identidad, y ver cómo hacen la puesta en escena de esos contenidos. Eso sí que es un referente, pero a nivel concreto no. Lo fueron más fábulas tipo El mago de Oz, Alicia en el país de las maravillas y El viaje de Chihiro, incluso El submarino amarillo de los Beatles, pero entiendo lo que dices, puede haber unos paralelismos de contar un universo paralelo donde una persona normal encuentra de repente su identidad más heroica y más implicada con algo.

 

 

-La estética general que imprimes al submundo alternativo también puede recordar otros títulos futuristas como Serenity, películas de superhéroes, de videojuegos como Sucker Punch, manga…

-El código visual bebe de las aguas del hip hop, que tiene que ver con el mundo de los graffitis, con el mundo urbano… Encontraba que es una generación que tiene con él una especie de experiencia universal, y como el hip hop ha llegado a todas partes y tiene que ver con la expresión con la voz, de allí la rima, como también tiene que ver con los cuentos infantiles; y el graffiti como vía de comunicación, de ahí el anime.

Del anime, trabajos muy específicos como los de Miyazaki, por la capacidad de expresar cosas muy abstractas o sensaciones interiores de una forma pictórica lírica que no es literal pero que te transmiten cosas que tienen que ver más con lo onírico, por ejemplo, la sombra que ejerce de antagonista es como una pesadilla, es muy minimalista, no es un personaje, aunque luego aparece el personaje antagonista de ella que es ella misma.

En cuanto a mangas hay una serie que a mí me gusta mucho como referente que es Ergo Proxy, que me parece de una elegancia, de una sutileza, y con un tratamiento cromático exquisito. Fue un referente en Verbo, tanto para el anime como para la creación de los personajes.

-Por todo lo que dices y todo lo que sale, Verbo pide a gritos una versión en cómic.

-Uf, me encantaría… Me encantaría, pero ha sido un envite tan fuerte hacer la película en sí misma que realmente no nos planteamos otra cosa, pero joder, sería muy bonito…

-¿Y qué me dices de los nombres? Verbo, Líriko, Medusa, Tótem… Son clavados a Neo, Morfeo, Trinity, Tanque…

-Quería hacer una fábula y crear unos héroes, pero no unos héroes con superpoderes sino unos héroes que tengan que ver con enfrentarse a los monstruos de la realidad con sus poderes reales, como pueden ser tu voz, tu confianza y la seguridad en arriesgarse en lo que crees. Me pareció que si ella encontraba de repente su pequeño nombre de heroína le ayudaría, por esos todos los personajes tienen nombre. Además, los graffiteros y en mundo del hip hop todos tienen un alias, son como nombres de poeta o nombres de artista.

 

 

-¿Siempre tuviste en mente a Miguel Ángel Silvestre para hacer de Morfeo?

-A Miguel Ángel en seguida lo intuí, en parte porque yo tengo una amistad con él desde hace mucho tiempo, fuimos a la escuela de teatro juntos y hemos ido creciendo en paralelo, él con su trabajo y yo con el mío, y hemos seguido queriendo trabajar juntos. El personaje de Lírico tiene algo que para mí Miguel Ángel tiene, que es una humanidad muy grande y una empatía muy grande, también una presencia muy potente, como de superhéroe. No obstante no quise mezclar amistad y profesión y le planteé hacer una prueba para cotejar si él estaba a gusto y para yo también verlo. Además a él también le gusta el hip hop.

-Todo hip hopero que se precie, entonces, ¿debe desplazarse en monopatín?

-Hay un paralelismo con El Quijote en la historia, quería crear una especie de Quijote del extrarradio de una ciudad pequeñita que en vez de en Rocinante va en monopatín, como que cabalga por ese barrio del extrarradio y esas torres son como los molinos con los que va a luchar. Es un medio para moverse por ese mundo.

-Y ya para terminar, ya que la peli va de hip hop y barrios marginales, ¿no se te ocurrió sacar al Langui de superhéroe del submundo?

-(Risas) La película no es una película rapera, cuando hablo del hip hop hablo como referente inspirador, pero en ningún momento se llega a rapear en la peli y tampoco es una película social, es una fábula, es un cuento, y sí que el elemento hip hop está allí, y hay otros raperos en la película, como una involucración muy importante de Nach, también sale un cameo de la Mara Rodríguez y del Lírico original de Aduladores del verso, que aparecen un poquitito, y ese el homenaje al hip hop, pero no quería hacer una película de rap per sé.

(Ya lo he solicitado en la crítica: si alguien conoce la diferencia entre rap y hip hop, por favor que envíe un e-mail a la dirección de la web).

 

 

Eduardo Chapero-Jackson, destino de venusvillero

 

VERBO. Estreno en Venusville: 04/11/2011

 

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1 Respuesta

  1. Anónimo
    juanito valderrama<br />"Aduladores del verso" (sic), vamos no me jodas...

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