AFTER EARTH crítica: Las vivas orejas de su padre

Las vivas orejas de su padre

Jaden Smith no habrá heredado el talento de
papá, pero las orejas las ha sacado clavadas

Por Ray Zeta

<Adiós a M. Night Shyamalan. Si albergaban ustedes alguna esperanza de recobrar al director de Filadelfia que se encumbró a los altares del Olimpo cinematográfico tras sorprendernos con El sexto sentido y maravillarnos con El protegido, para ir incomprensiblemente descendiendo por escaleras laterales con obras de menor calado como El bosque o La joven del agua, hasta llegar merecidamente al mismísimo infierno con el ridículo despropósito en todos los aspectos que significó Airbender, el último guerrero, olvídense. Shyamalan ha amartillado con After Earth el último clavo que quedaba para cerrar su ataúd, y se ha quedado dentro con la intención de no salir de él al menos hasta el año en el que se ambienta su película, o sea el 3025.

Y el maestro ferretero que le ha suministrado el martillo no es otro que Will Smith, impulsor de After Earth al erigirse como creador de la historia a partir de la cual Shyamalan ha escrito el guión, y productor de la película con su esposa Jada Pinkett y su cuñado Caleeb Pinkett. Un producto pues cien por cien de la familia Smith realizado como vehículo de lucimiento para el mayor de sus vástagos, con el que lanzarlo estrellato. Y lo han lanzado sí, pero desde la nave en la que viaja en la peli sin paracaídas, estrellándose el mocoso contra el planeta Tierra. Porque After Earth es un fantastique totalmente fallido que no funciona ni en su parte de ciencia ficción, ni en su vertiente épica, ni siquiera en su toque dramático por mucho que sean padre e hijo quienes lo interpreten.

"Pues Kirk y Michael Douglas también son padre e hijo, y bien que les ha ido"

La mano de padre baboso de Will Smith pesa como una losa y malbarata el producto, y eso se ve en After Earth ya en sus primeras imágenes, cuando se nos muestra un adiestramiento de los cadetes aspirantes a Rangers (cuerpo militar de la flota interestelar) en la que Jaden Smith es claramente el más joven y aún así el que más se esfuerza. Porque claro, representa que es hijo del mejor Ranger de la historia convertido en leyenda. Eso lo sabemos porque en un prólogo de apenas un minuto, se nos informa patilleramente de esto y de que mil años antes el Hombre tuvo que abandonar la Tierra y trasladarse a un planeta llamado Nova Prime, habitado por extraterrestres que soltaban monstruos llamados “ursas” para echarlos.

O sea, que dar una explicación convincente es lo de menos, Will Smith tuvo esta idea, y así la ha plasmado Shyamalan sin siquiera darle forma. Si Will Smith quiere que hayan monstruos cazadores de humanos para que su hijo pueda enfrentarse a uno, se dice y listos, que para eso es quien pone la pasta. Porque Will Smith le dice a Shyamalan lo que quiere, y Shyamalan lo pone sin más. ¿Que quiere que padre e hijo sean los únicos supervivientes de un accidente aéreo? Pues así lo hace. Da igual que toda la nave estrellada esté ocupada por Rangers adiestrados para situaciones de emergencia, hace que Jaden sea el único que se haya puesto el cinturón de seguridad y luego que Will Smith sobreviva milagrosamente y listos, ya tiene lo que el jefe quiere.

"La mano de padre baboso de Will Smith pesa como una losa y malbarata el producto, y eso se ve en After Earth ya en sus primeras imágenes"

Así se pueden encontrar padre e hijo accidentalmente en la Tierra, y mostrar ésta como un planeta hostil repleta de peligros, para que Jaden tenga que ir sorteándolos como quien va pasando pantallas en un videojuego (unos peligros que recuerdan los de la película española Fin y que quedan de función infantil al lado de los que tenía sortear Simbad en Simbad: La leyenda de los siete mares, miren sino cómo se resuelve el del águila). Una Tierra que parece el planeta Pandora sin na’vis con unos animales que de tan digitalizados parecen dibujos animados (vean sino los leones; ¿y M. Night Shyamalan quería dirigir La vida de Pi?).

Porque los efectos especiales no es precisamente en lo que los Smith se han gastado la pasta (hasta el mismo ursa, que tendría que quitar el sentido, la respiración y el hipo, deja mucho que desear al parecer haber sido realizado con cuatro cañas digitales dándole un aspecto combinado de cucaracha blanca y alien desgarbado -el Galimatazo de Alicia en el país de las maravillas no era nada del otro mundo, y aún así le da mil vueltas-), como tampoco se la han gastado en la dirección artística (toda la parte del principio en Nova Prime parece sacado de un episodio de Star Trek de los años 60), ni en el vestuario futurista (el “traje vital” que viste Jaden parece aprovechado de Hancock). O sea que After Earth se la pega como fantastique por los cuatro costados.

"Ya te decía yo que debíamos haber hecho En busca de la felicidad 2"

¿Qué queda entonces?, ¿el guión? Con frases de manual barato como “Ese chico no necesita un oficial superior sino un padre” ya está visto que no; ¿los momentos emotivos entre padre e hijo? ¡Puaj! Son tan ridículos que dan ganas de ponerse los dedos en en gaznate y provocarse arcadas; ¿el final? Tampoco, pues no he visto un final tan previsible en clímax y resolución desde La bella y la bestia; ¿la interpretación de Jaden, entonces? Por supuesto que no, Smith Jr. podía quedar bien al lado de Jackie Chan en una peli ligera como Karate Kid, pero para ser protagonista absoluto como héroe épico está visto que está tan verde como la Tierra en el 3025 (vean su escena de enfado antes del salto del acantilado y digan si pueden reprimir la risa).

Will Smith se ha suicidado artísticamente y ha arrastrado a M. Night Shyamalan y a su hijo en su caída. Su lado de padre baboso se ha impuesto a su lado de cineasta responsable haciéndole perder la perspectiva, y por ello ha generado una muestra de hedonismo paterno en forma de producto infantil, forzado y ridículo a mayor gloria de su nene para que éste pueda jugar a héroes como una estrellita. Smith se ha comportado como el plomizo padre que lleva a su hijo a jugar al fútbol, y sin pedirle la opinión se empeña en que sea delantero influyendo en el entrenador y en el resto del equipo para colmar su orgullo paterno. Y lo peor de todo, se ha obstinado en creer que su niño ha heredado su talento interpretativo, cuando lo único que ha sacado de él ha sido sus orejas./>

INFORME VENUSVILLE

		Sentencia Quaid: Condenada a alforfones



		Recomendada por Kuato a: quienes quieran ver una versión “Tiny Toon” de *Avatar* con Jaden Smith creyéndose estar en *Los juegos del hambre*.

		No recomendada por Kuato a: quien todavía guarde algo de respeto por el director que nos regaló *El sexto sentido* y *El protegido*.

		Ego-Tour de luxe por: la idea de que el niñito que representa ser Jaden Smith de pequeño en los flashbacks, salga con pelo afro. Más de un espectador creerá que es el mismo de *En busca de la felicidad*.

		Atmósfera turbínea por: que Will Smith y Jada Pinkett hayan tenido como hijo a Jaden y no a Jennifer Lawrence.