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ASESINATO EN EL ORIENT EXPRESS crítica: Cuestión de bigotes

Nueva versión a cargo de Kenneth Branagh con un Hercule Poirot con más bigote que Wyatt Earp

RAY ZETA

Bigotes, bigotitos y bigotones, han habido muchos y de todos los tipos en la Historia del cine. Desde los bigotitos del Gordo Oliver Hardy y Charles Chaplin Charlot, a los mostachones de Kurt Russell como Wyatt Earp en Tombstone y Christian Clavier como Astérix en Astérix y Obélix contra el César, pasando por grosores intermedios como los galanes de los años 30 estilo Errol Flynn y Clark Gable, hasta los machos-man setenteros Charles Bronson y Burt Reynolds. Los ha habido pues de todas las formas, estilos y colores: en mosca, picudos, rizados, amostachados... pero ninguno como el de Kenneth Branagh como Hercule Poirot en Asesinato en el Orient Express.

Viene este prólogo bigotil a colación porque si por algo será recordada esta nueva versión de Asesinato en el Orient Express, lo será precisamente por el mostacho de morsa que el director y protagonista de la película Kenneth Branagh ha elegido para caracterizarse como el gran detective belga creado por Agatha Christie. El bigote de Hercule Poirot versión Branagh ya no es el sofisticado, excéntrico y demodé bigote al que estábamos habituados tras ver al personaje en la serie televisiva y en las películas anteriores, sino un bigotón de dimensiones elefantiásicas del que transmutando los versos quevedianos, podríamos recitar eso de que “erase un hombre a un mostachón pegado”.

 

Asesinato en el Orient Express

"Desafío a Wyatt Earp y a Astérix a un duelo de mostachos cuando quieran"

 

Lástima, porque teniendo la película la producción que tiene y su reparto tan repleto de estrellas, recordar el mastodóntico bigote de Kenneth Branagh por encima de todos los demás elementos, es un pobre bagaje. Porque esta nueva versión de Asesinato en el Orient Express es tan lujosa, fastuosa y opulenta por fuera, como vacía, vacua y hueca por dentro. La dirección artística es preciosa, pero en calidad de película de intriga y suspense, que es a lo que aspira toda película basada en una novela de Agatha Christie (y más aún si es de las mejores), se queda a medio camino, pues el filme se revela como un producto con menos chicha y garra dramática de la que cabía esperar, y más aún si se compara con la versióne Sidney Lumet de 1974.

"Si por algo será recordada esta nueva versión de Asesinato en el Orient Express, lo será por el mostacho de morsa del director y protagonista de la película Kenneth Branagh"

Bien por la presentación de los personajes, el planteamiento del caso en forma de whodunit (ya saben, descubrir quién es el asesino como si jugáramos al Cluedo pero sin tablero, en este caso entre los doce pasajeros que viajan en el Orient Express), y su resolución; pero mal, muy mal, por la investigación criminal del caso, puesto que a pesar de ocupar todo el acto central del filme, se la pulen con cuatro interrogatorios resumidos en forma de montaje. ¿El resto? Pues darle los minutos de pantalla contratados por cada uno de los actores del reparto, pero como Kenneth Branagh no es Joss Whedon, lo que en las películas de Los Vengadores no plantea ningún problema, en Asesinato en el Orient Express, sí.

 

Asesinato en el Orient Express: thriller

"Me gusta Kenneth Branagh porque no me saca de mamarracho como Tim Burton"

 

Y aún así la sensación es que los integrantes de tan monumental casting quedan desaprovechados a pesar de estar todos acertados en sus respectivos papeles, pues una vez han sido presentados se limitan a recitar diálogos inútiles para la película, con el único pretexto de justificar su presencia en pantalla. Lástima, porque un reparto formado por Judi Dench, Johnny Depp, Michelle Pfeiffer, Penélope Cruz, Daisy Ridley, Willem Dafoe, Derek Jacobi y Josh Gad, no se tiene desde las pelis catastrofistas de los 70, o desde la versión de Asesinato en el Orient Express, con un reparto mejor aprovechado formado por Lauren Bacall, Ingrid Bergman, Sean Connery, Richard Widmark, Vanessa Redgrave, John Gielgud, Anthony Perkins y Michael York.

Les diré que el que sale mejor parado es el propio Branagh como Poirot. Porque siendo nuestro Henry V mejor actor que director, Branagh se aleja lo suficiente de Albert Finney en Asesinato en el Orient Express versión 1974, Peter Ustinov en Muerte en el Nilo, y David Suchet en la serie Poirot, para crear un Poirot más moderno que anticuado, menos arrogante y más campechano, aunque igual de metódico que siempre, con un acento francés (belga mejor dicho) que no cae jamás en el ridículo como le ocurría a Joseph Gordon-Levitt en El desafío, teniendo como mayores secuencias de lucimiento el inventado prólogo en Jerusalén y el discurso de resolución. Y eso siendo una peli de suspense medianita... En fin, siempre nos quedará su bigote.

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia:  Dos Caras Harvey

INF VNV 3

Recomendada por Kuato a: quien no se haya leído la novela de Agatha Christie y no haya visto la versión Sidney Lumet de 1974.

No recomendada por Kuato a: quien busque el Hercule Poirot de la serie televisiva. Este Poirot es una mezcla de Wyatt Earp y Astérix.

Ego-Tour de luxe por: el mostachón que luce el amigo Branagh, claro.

Atmósfera turbínea por: Johnny Depp, quien pese a sus buenas intenciones le ha tocado el peor papel. Bueno, al menos ha salido en una peli sin estar caracterizado de mamarracho.

 

ASESINATO EN EL ORIENT EXPRESS. “Murder on the Orient Express” (2017). Dirección: Kenneth Branagh. Guión: Michael Green. Reparto: Kenneth Branagh, Johnny Depp, Michelle Pfeiffer, Manuel Garcia-Rulfo, Daisy Ridley, Leslie Odom Jr., Olivia Colman, Judi Dench, Penelope Cruz, Sergei Polunin y Josh Gad. Estreno en Venusville: 24/11/2017.

 

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