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AUTÓMATA crítica: Poca inteligencia y muy artificial

Autómata, peli española de ciencia ficción robótica con Antonio Banderas ejerciendo de hojalatero

RAY ZETA

A priori, una propuesta de ciencia ficción de nacionalidad española genera si más no prejuicios, ya que los precedentes existentes no invitan al optimismo. Ya en 1985 El caballero del dragón puso de manifiesto que estamos a años luz de las producciones yanquis en este género tanto en medios como en ideas, lo que reafirmó Atolladero diez años más tarde. Algunas películas como Acción Mutante o Los Cronocrímenes han sabido jugar a su favor la baza de la comedia y de la escasez de medios para hacerse con la complicidad del espectador, así que pocos títulos han salido airosos del reto con una producción seria digna, siendo acaso Eva y Los últimos días dos ejemplos aislados. Por eso, cuando se nos propone una película española de ciencia ficción robótica como Autómata, con Blade Runner eInteligencia Artificial como referentes, el culito se nos encoge cual trasero de la Pitufina.

Y eso que la presencia de Antonio Banderas en labores tanto de actor protagonista como de productor hacía albergar ciertas esperanzas, aunque éstas se desvanezcan así que se inicie la proyección. Primer problema de Autómata: querer erigirse en la peli de ciencia ficción robótica española definitiva. Segundo problema de Autómata: no tener los medios necesarios para erigirse en la peli de ciencia ficción robótica española definitiva. Tercer problema de Autómata: haber construido un guión que intenta disimular sin éxito dicha carencia de medios. El resultado pues es un quiero y no puedo y un refrito de mil referentes del género (entre los que sale siempre perdiendo, naturalmente), que dan una cinta pobre tanto en puesta de escena como en guión, y que acaba por hacerse tediosa (ay Antoñito, Antoñito, si no sabes cienciaficcionar pa qué te metes…).

 

"Ya sabía yo que si utilizábamos melones a modo de cabezas se darían cuenta"

 

Empieza presentando un futuro inmediato en el que el calentamiento global de la Tierra y las radiaciones han diezmado la población del planeta, provocando la existencia de grandes ciudades abarrotadas rodeadas por suburbios desérticos. Como nos lo dice una narración en off en la introducción, nos lo comemos, pero ay, que a la que se nos muestra una ciudad de noche, con esos rascacielos y esos hologramas publicitarios gigantes, ya vemos que estamos ante un Blade Runner de segunda categoría por los cuatro duros mal contados que se han gastado en la puesta de escena, lo que se reafirma sorprendentemente en los interiores. Se continúa mostrando que la sociedad utiliza robots (los autómatas del título) a modo de servidumbre y mano de obra, y ahí entramos de lleno en Inteligencia Artificial con los dos ojos puestos en Isaac Asimov y sus leyes robóticas reinventadas, y por ende en Yo, robot.

"El resultado es un quiero y no puedo y un refrito de mil referentes del género, que dan una cinta pobre tanto en puesta de escena como en guión"

Autómatas correctos de forma no animados digitalmente, sino movidos como marionetas por hombres de negro que han sido eliminados cromáticamente de la pantalla, con más buenas intenciones que resultados. Y es ahí donde la película muestra sus fallidas cartas. Lejos de presentarse como una película con vocación de tebeo que acepta sus limitaciones (lo que debería haber sido teniendo en cuenta su presupuesto), se descubre con ínfulas de obra opus magna, reflexionando sobre conceptos trascendentales como la humanización de los robots, y amparándose en una banda sonora repleta de piezas de música clásica de Handel, diálogos grandilocuentes, pedantes y filosóficos, y un puñado de planos pensados de antemano para erigirse en clásico, como la ejecución de un robot arrodillado disparándole a la cabeza, o Antonio Banderas bailando una balada romántica con un robot femenino.

 

"La próxima vez hacemos un remake de Las mujeres perfectas y así al menos mojamos"

 

Eso prácticamente en su primera mitad de  metraje, ya que en un giro argumental tan inesperado como gratuito, la segunda mitad acaece toda en el desierto con Antonio Banderas como casi único actor humano, pasando del voluntario cine negro inspirado en Blade Runner al involuntario western deAtolladero, deteniendo la poca acción que había hasta el momento. Banderas herido en el desierto con cuatro robotitos cuidándole... Deberíamos entrar entonces en la fase Naves misteriosas de la película, pero en ningún momento se consiguen las cotas que consiguió Douglas Trumbull, entre otras cosas porque no empatizamos con ninguno de los robots. Ni siquiera con Cleo, la autómata femenina programada como prostituta (como también lo era Jude Law en Inteligencia Artificial), personaje construido precisamente para empatizar con el público aunque no lo consiga.

Y eso que estamos ante una de las mejores interpretaciones de Antonio Banderas en toda su carrera, pero desafortunadamente no basta porque ni la producción en forma de efectos y puesta en escena, ni el guión están a la altura, y esto último sí que no lo perdono. Paso la falta de medios, la puesta en escena chunga y los efectos visuales aún más chungos, pero no que el guión sea tan prepotente como desangelado, dando un producto aburrido. Si se cuenta sólo con un puñado de actores, un puñado de robots y un par de escenarios, el guión debería ser consciente de ello y no estirar más el brazo que la manga. ¿Una película de robots que mezcla el cine negro y el western, y resulta aburrida? ¡Venga ya! De eso no tiene la culpa la escasez de medios sino la concepción errónea del producto. Si en vez de copiar aBlade Runner, Inteligencia Artificial y Yo, robot, hubiera copiado un tebeo de serie B sin complejos como District 9, otro gallo robótico le hubiera cantado.

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Congelada en carbonita

INF VNV 2

Recomendada por Kuato a: quien creyó que Eva era un rollete romántico melodramático a la que le faltaban tiros.

No recomendada por Kuato a: quien no conciba una peli de robots sin Will Smith vacilándoles y llamando "hermanos" a los autómatas.

Ego-Tour de luxe por: el cráneo pelado de Antonio Banderas. No pinta nada pero recuerda a Matt Damon en Elysium y siempre queda bien en una peli de ciencia ficción.

Atmósfera turbínea por: que puestos a copiar pelis de robots, no haber hecho ninguna referencia ni a Wall-E ni al Johnny Five de Cortocircuito, primos hermanos de los que aquí salen.

 

AUTÓMATA. Estreno en Venusville: 23/01/2015

 

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1 Respuesta

  1. Anónimo
    Charlie<br />Me sabe mal decirlo pero no hay por donde cogerla

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