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BEN-HUR crítica: Cuadrigas de segunda mano

Remake descafeinado de Ben-Hur con cuadrigas de mercadillo de segunda mano digitalizadas

RAY ZETA

En abril de 2015 el reparto de la nueva versión de Ben-Hur acudió al Vaticano para pedirle al Papa Francisco su bendición antes de empezar el rodaje. La necesitaban, ya que el Ben-Hur dirigido por William Wyler en 1959 no sólo es el péplum bíblico más famoso de la Historia, es también una de las mejores películas de todos los tiempos, amén de poseer el récord de Oscars obtenidos (once, número igualado por Titanic y El señor de los anillos: El retorno del rey, aunque sigue dándose a Ben-Hur como ganadora porque en su año habían menos categorías para nominar). O sea, que aunque ya existiera una versión televisiva, remakizar este clasicazo podía considerarse un suicidio a tumba abierta en toda regla. Por muy bien que estuviera, siempre saldría perdiendo en las comparaciones, y jamás ningún crítico en su sano juicio reconocería que habría superado a la original ni que aún así fuera.

Todo a lo que podía aspirar el nuevo Ben-Hur era pues a contar la misma historia bien hecha con los avances técnicos de hoy en día, y así ha sido aunque en global haya resultado en todos los aspectos más descafeinado que el original, desaprovechando además la oportunidad de desarrollar aspectos que la primera pasaba por alto. El punto en el que esta nueva versión innova más es mostrando la amistad entre Ben-Hur y Messala antes de que éste regrese a Judea como tribuno, y lo hace inspirándose en los Moisés y Ramsés de El príncipe de Egipto, pero dejando muy clarito que ambos son dos machos muy machos enamorados cada uno de una mujer, para distanciarse de los rumores que toda la vida han mantenido que los mismos personajes interpretados por Charlton Heston y Stephen Boyd habían sido algo más que amigos en el pasado.

 

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También alguna novedad de guión, como el uso del zelote socorrido, el aumento de papel del árabe propietario de la cuadriga (aquí interpretado por Morgan Freeman), la reducción del papel de Jesucristo (Rodrigo Santoro) y la carga religiosa, y el final (luego voy con eso, que tiene tela de la buena). El resto, clavadito aunque más resumidito (dos horas de la nueva frente a las tres y media de la original), aunque todo, como digo, más descafeinado. Empezando por los actores protagonistas, pues ni el blandengue Jack Huston le llega a Charlton Heston a la suela de la sandalia, ni el estreñido Toby Kebbell compone un Messala tan atractivamente perverso como Stephen Boyd. Podría parecer también que al rodarse ahora esta nueva versión daría al menos una visión de la época romana más real, ruda y guarra, pero no, sigue dando una visión apta para todos los públicos como para poder ser emitida por televisión en Semana Santa, tal como hacía la primera.

"Resultado en todos los aspectos más descafeinado que el original, desaprovechando además la oportunidad de desarrollar aspectos que la primera pasaba por alto"

Y llegamos a la carrera de cuadrigas, la secuencia más famosa de la película, y de nuevo una de las mejores secuencias de todos los tiempos, por lo que el listón vuelve a estar en las nubes. El director Timur Bekmambetov sabe que la esperamos desde el minuto cero, que será lo primero que comentemos cuando salgamos del cine, y que será uno de los patrones por los que compararemos su película con la de William Wyler. Por eso abre la película haciendo boca mostrándonos como los carros de carrera llegan a los puestos de salida, para reprenderla cuando llega el momento. Pero Bekmambetov se hace caquita y no arriesga, y una vez más copia la original reproduciendo totalmente la puesta en escena (hasta los peces dorados que marcan el número de vueltas) e innovando sólo en algún detallito sin importancia. Acción, ritmo y emoción tiene, sí, pero con una sensación a deja vu que espanta y nada que no supere las escenas de circo de Gladiator.

 

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Y digitalizada, claro, como no podía ser de otra manera, y como también lo está la batalla naval del episodio de las galeras. Episodio, valga la pena señalar, como uno de los mejorcitos de la película aunque recuerde de refilón a 300: El origen de un imperio, ya que es en él donde Bekmambetov da más rienda suelta a su creatividad y lo filma todo en plano subjetivo desde la perspectiva del protagonista. Detallitos que hacen que este nuevo Ben-Hur entre bien, pues es en su conjunto un producto ligero y entretenido ideal para pasar la tarde de domingo si no se tienen las expectativas demasiado altas y si no se ha visto el original. Este Ben-Hur está al nivel de otros péplums recientes como Pompeya, pero tiene el hándicap de ser un remake del otro Ben-Hur, y eso es una losa más pesada que la peluca rastafari que le encasquetan a Morgan Freeman.

Y me queda comentar el final, un final inventado que es de lejos lo peor de la película por fifi, ñoño, pasteloso, y suponer una afrenta a nuestra dignidad y a nuestra inteligencia. Un final que provoca que William Wyler, Charlton Heston y Stephen Boyd se remuevan en su tumba. Y no sólo ellos, también Fred Niblo y Ramón Novarro, los artífices del Ben-Hur mudo de 1925. Con finales como éste, uno se plantea si merece la pena remakizar clásicos, y si en caso de hacerlo no es mejor fotocopiar el original y no cambiar nada para no cagarla. Recuerdo unas declaraciones de Martin Landau a raíz del remake que realizó Gus Van Sant de Psicosis, en la que mantenía que no se podía hacer una película de Hitchcock mejor que Hitchcock. Pues esto es lo mismo, ningún Ben-Hur será mejor que Ben-Hur.

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Dos Caras Harvey

INF VNV 3

Recomendada por Kuato a: quien se haya pasado los últimos treinta años yendo a Marte por Semana Santa y por eso nunca haya visto Ben-Hur por televisión.

No recomendada por Kuato a: el resto, a los que cada Semana Santa desde hace treinta años se han tragado Ben-Hur por televisión y por eso son capaces de recitar sus créditos finales del revés.

Ego-Tour de luxe por: el episodio de galeras y su batalla naval. Sólo faltaba por allí Eva Green como en 300: El origen de un imperio, poniendo cachondos a los galeotes,

Atmósfera turbínea por: el final, vàlgame Dios. Seguro que tras verlo, el Papa Francisco les ha retirado su bendición.

 

BEN-HUR. Estreno en Venusville: 02/09/2016

 

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