BLOOD FATHER crítica: Papá canguro

Mel Gibson hace de papá canguro pegatiros de una hija algo ya crecidita en Blood Father

Ay Mel, Mel, tú que llegaste a lo más alto como actor y director con éxitos como las sagas de Mad Max y Arma letal, Braveheart, Apocalyto y La pasión de Cristo, y ahora te ves relegado por tu mala cabeza con detenciones por conducir borracho, insultos antisemitas y denuncias por presuntos malos tratos a tu pareja, al paro primero y al exilio de las estanterías polvorientas de videoclubs de segunda con tus thrillers de acción fronterizos después… Por suerte parece que ahora con la buena acogida de Hacksaw Ridge como director vuelves a levantar cabeza, y por eso esperamos que regreses al lugar cinematográfico que mereces y del que nunca deberías haber salido.

Pero antes debemos hablar de este Blood Father, que supone un clavo más en el ataúd del que pareces estar saliendo. Y es que nada hay en Blood Father de interés aparte de tu presencia. Una producción de serie B con look de telefilme de acción y tiros de ambiente fronterizo con bandidos mexicanos de por medio, que sigue la línea de estilo de Vacaciones en el infierno, lo que no entendemos porque tampoco era nada del otro mundo, a no ser que México, y Nuevo México por aproximación, sean los únicos lugares en los que se te permite trabajar, como el americano huido de la justicia que cruza la frontera en busca de una oportunidad lejos de los que le condenaron.

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Un exconvicto malvive cerca de la frontera con México, su hija adolescente se mete en líos con una banda de narcos mexicanos, acude a él, y él la protege. Ese es el simple argumento que bastaría si la peli fuese una ensalada de tiros tras otra, pero no es el caso, ya que en su conjunto Blood Father tiene menos acción que una película de Marisol. Un tiroteo de entrada, una mini persecución en moto (la próxima vez que se miren Misión imposible 2 y aprendan), el clímax final, y poco más. Entre medio, Mel Gibson riñendo a su hija por no estar a las diez en casa, y una visita a Michael Parks como exsocio de fechorías, quien pese a estar bien como siempre, resulta tan gratuita como innecesaria.

"Una producción de serie B con look de telefilme de acción y tiros de ambiente fronterizo con bandidos mexicanos que sigue la línea de Vacaciones en el infierno"

Por su parte, los bandidos del cartel mexicano ya se los pueden imaginar. Los tíos más chungos vestidos con camisetas Imperio, tatuados hasta en los sobacos y armados hasta los dientes, como si hubieran salido todos de los descartes de los castings de Breaking Bad. Como cabecilla de la banda tocapelotas Diego Luna, quien sigue teniendo la misma cara de niño pese a contar casi cuarenta tacos, y quien es capaz de lo mejor y de lo peor aunque le veamos próximamente en Rogue One: Una historia de Star Wars, aquí en dos apariciones tan diferenciadas como descompensadas: una como líder guapetón y otra como líder sidoso (es una forma de hablar) en una composición a todas luces ridícula.

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Y sobresaliendo entre todos Mel Gibson, claro, aunque sobresaliendo poco porque tampoco es que haga nada del otro mundo. Hubiera sido cojonudo tener a un Mel Gibson pasado de vueltas, rememorando sus mejores tiempos como Martin Riggs o sus personajes pegatiros de Dos pájaros a tiros o Payback, o torturado como tanto le pone y como le hicieron en Arma letal, Braveheart, Conspiración y Payback, pero en lugar de eso tenemos a un Mel Gibson más tranquilito de lo esperado, más dosificado en cuanto a la acción, que sí, pega algún tiro, pero en ningún caso tantos como quisiéramos, y por ello es imposible visionar este Blood Father sin emitir ningún bostezo hasta que llegamos al final.

Esperemos que Blood Father cierre una etapa y que Hacksaw Ridge abra otra pues, y pasemos de las pelis de serie B con look de telefilme de videoclub polvoriento a los blockbusters de serie A y a las grandes superproducciones como director. Se rumorea que Mel Gibson planea rodar La pasión de Cristo 2 (no es broma), y aún tiene pendiente su proyecto sobre vikingos que quedó truncado cuando a raíz de sus escándalos le retiraron la producción. Ahora Gibson tiene sesenta años, y si Robert Rodriguez y Sylvester Stallone confiaron en rescatándole para Machete Kills y Los mercenarios 3, la industria de Hollywood también puede hacerlo. Es lo mínimo para quien fue Martin Riggs.

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Congelada en carbonita

Recomendada por Kuato a: nostálgicos de Mel Gibson. La peli no es gran cosa, pero siempre será mejor verlo en pantalla que en foto.

No recomendada por Kuato a: nostálgicos de Max Rockatansky y Martin Riggs. Aquí no los van a encontrar aunque el tipo que sale en pantalla se les parezca mucho.

Ego-Tour de luxe por: la buena acogida que está teniendo Hacksaw Ridge. No tiene nada que ver con Blood Father, por eso es aún mejor noticia.

Atmósfera turbínea por: que al lado de Mel Gibson no esté Danny Glover diciendo que es demasiado viejo para esa mierda.

■ BLOOD FATHER. Estreno en Venusville: 09/09/2016