CHLOE crítica: Atracción lesbial

Atracción lesbial Amanda Seyfried se resarce con Julianne Moore de su ridícula escenita lésbica en Jennifer`s Body Por El Hombre de Boston

<Seamos sinceros, ¿alguien va a ver un thriller erótico para ver sólo un thriller? El que diga eso es más trolero que Pepe Trola, porque no nos engañemos, el gancho es disfrutar del morbo, de la sensualidad, y de las guarrerías españolas que nos regalen los protagonistas, adornándolo, eso sí, con una historia de intriga que disimule parcialmente nuestras intenciones para que no se nos vea tanto el plumero. Igual que cuando uno va de putas elige un puticlub sito en un piso discretito del Ensanche con un botón rojo en el interfono, y no uno de carretera con un cartel luminoso gigante que clama lo que es a los cuatro vientos.

   En el caso de Chloe la cosa prometía ya desde el póster sugiriendo un morboso y sangriento triángulo entre Liam Neeson, Julianna Moore y Amanda Seyfried. Y no sólo en el póster. Ya en la primera escena sale la citada Amanda (guapísima por cierto, nada que ver con la Amanda feúcha de Jennifer’s Body) luciendo curvas en lencería fina diciéndole al espectador con voz sensual que puede ser desde su primer beso hasta su profesora de matemáticas si así lo desea, o cualquier sueño suyo hecho realidad. Ante tal introducción nos relamemos los bigotes y babeamos más que el perro de Simbad imaginando lo que nos espera.

"Espero que la tengas tan grande como la tenías en Kinsey"

   Y babeamos aún más viendo cómo continúa la peli, con Liam Neeson de profesor dando cuenta en una clase de todas y cada una de las amantes (y por nacionalidades, ojo) que el Don Giovanni de Mozart se pasó por la piedra. ¡Ñam! Si así son las presentaciones de los personajes, ¡no queremos ni pensar cómo va ser su encuentro! Tanta baba derramada va a echar a perdernos la camisa, así que nos anudamos un babero.

   Tercer round y aún prometiendo. Otra cosa no, pero lo que es prometer, esta peli promete más que un político en campaña electoral. Julianne Moore ejerciendo de esposa frustrada contrata a Amanda Seyfried para que tiente a su marido Liam Neeson, y la moza se toma tan en serio el cometido que se lo lleva a un invernadero y lo masturba entre orquídeas y petunias. Y eso sólo en su toma de contacto… Si lo que caía antes de nuestra boca era baba, lo de ahora es el tsunami de La aventura del Poseidón.

   Ya tenemos así definidos a los tres personajes que conforman el triángulo morboso-sangriento del póster: una esposa con telarañas en cada recoveco de su cuerpo, un marido putero con agujetas en sus vías bajas por hiperactividad, y una bella joven que como diría Carme de Mairena, “es puta y su coño lo disfruta”, al menos en apariencia… Con tales personajes, las escenas sexuales de Instinto básico quedarán a la altura de una sesión matinal infantil presentado por Leticia Sabater, seguro.

   Y empieza el festival. Como primera escena sexualmente explícita, un dúo lésbico entre Julianne Moore y Amanda Seyfried. Seyfried, que ya hizo sus pinitos como bollera ocasional en Jennifer’s Body junto a Megan Fox interpretando un personaje tontito y timidito, toma aquí la revancha y la iniciativa convirtiendo a Julianne Moore en protagonista de un sketch que bien podría estar en cualquier pornweb sobre maduritas. Hombre, no es precisamente Habitación en Roma, pero para ser la escena telonera ya está más que bien.

   Porque aún está por llegar la escena de la película, esa por la que se recordará, la razón por la que se ha hecho y por la que hemos pagado… Estamos hablando claro, del polvo entre Liam Neeson y Amanda Seyfried, polvo que deberá hacer que olvidemos de una vez por todas la piscina de El color de la noche, las velas de Madonna en El cuerpo del delito, la mesa de billar de Antonio Banderas en Femme Fatale, y hasta el cruce de piernas de Sharon Stone en Instinto básico…

"No me das envidia, yo ya me hinché a follar en Boogie Nights"

   Pero no. Falsa alarma. Aquí acaba la peli. O al menos la peli que hemos venido a ver. Como lo leen. Ya pueden quitarse el babero del cuello y tirarlo a la basura, porque la escena más esperada, más ansiada y más anhelada de los últimos tiempos no llega nunca dejándonos con un palmo de narices… y de algo más que de narices. Adiós thriller erótico de nuestras vidas, adiós escena tórrida que debía para quedar para siempre en el recuerdo, adiós, en definitiva, al polvo entre Liam Neeson y Amanda Seyfried, porque a partir de aquí la peli continúa hasta el final como un thriller al uso, pero no como un thriller al uso erótico, sino como un thriller al uso con psicópata tan forzado como poco creíble.

   El público abuchea, silba, pica con los pies en el suelo, y pide que le devuelva la entrada creando un ruido ensordecedor hasta que finaliza la película y se encienden las luces. Con la cabeza gacha y aún sin reaccionar abandonamos la sala pensativos. ¿Qué ha pasado? Pues muy sencillo, que han vuelto a dárnosla con queso, igual que sucedió con Sliver, Nunca hables con extraños, El color de la noche, El cuerpo del delito, Instinto básico 2 y tantas otras. Promocionan la peli como un thriller de lo más morboso y erótico, nosotros nos lo tragamos sin siquiera masticar, y resulta ser más casta que un musical de Marisol./>

INFORME VENUSVILLE
		Sentencia Quaid: Congelada en carbonita
		Recomendada por Kuato a: espectadores que en su noche de bodas lo hicieron a oscuras con un agujero en la sábana.
		No recomendada por Kuato a: vouyeristas declarados que muy a su pesar no consumen cine porno por vergüenza a ser pillados in franganti.
		Ego-Tour de luxe por: Liam Neeson y el mérito de protagonizar un thriller erótico sin sacarla a pasear ni una sola vez.
		Atmósfera turbínea por: lo mentirosa que llega a ser Amanda Seyfried. ¿No tenía que ser nuestro sueño hecho realidad? Pues nuestro sueño era que Chloe fuera un thriller erótico hasta el final.

¿Desea saber más? > CHLOE ficha > CHLOE pressbook: El triángulo "eschloeno" > CHLOE premiere: Atom Xanguet y las maniquís > CHLOE tráiler