CIEN AÑOS DE PERDÓN crítica: Plan boludo

Cien años de perdón, un Plan oculto español con acento argentino y sin Denzel Washington

■ RAY ZETA

A Daniel Calparsoro hay que reconocerle el mérito de hacer cine de acción en España, y cine de acción además a lo grande, del que poco o nada tiene que envidiar en producción y estilo al americano. Guerreros, Invasor, Combustión… hasta llegar a Cien años de perdón. Como Daniel Monzón con Celda 211 o El niño, y ahora también Dani de la Torre con El desconocido (se ve que para dirigir cine de acción en España hay que llamarse Daniel…). Otra cosa es que los resultados estén a la altura de la producción y de la dirección, porque el cine de Calparsoro está muy bien hecho, muy currado, y muy bien dirigido con unas secuencias accioneras muy bien realizadas, pero en su resultado final nunca llega a pasar del bien por faltarle ese puntito que diferencia las buenas películas de las películas correctas.

Y eso es lo que le pasa a Cien años de perdón. Que tiene una factura, una puesta en escena y una dirección impecable, pero que por no acabar de desarrollar todos sus personajes, estancarse en su tercio medio, y no acabar de dar toda la acción que prometían los tráilers, se queda una vez más en puertas de “lo que hubiera podido ser y no es”. Y es que a diferencia de Combustión, que no quería ser más que una peli de carreras ilegales de bólidos tuneados y tías buenas (también tuneadas), Cien años de perdón se muestra más ambiciosa e intenta hacer una crítica social con la crisis económica actual de fondo, denunciando la corrupción de las altas esferas financieras, políticas y policiales, además de ofrecer la parte de acción de turno.

"Si quremos copiar Plan oculto, alguien tiene que hacer de Denzel Washington"

Y claro, eso no es fácil. Ladrones, banqueros, políticos y policías, y todos con más mierda hasta el cuello que la que se encuentra debajo de la alfombra de cualquier sede poítica, en un retrato de la sociedad actual que invita a retirar todos nuestros ahorros de los bancos y guardarlos debajo del colchón. Muy apropiado para los tiempos que corren, pero muy poco para una peli de acción. Demasiados personajes complejos que se quedan a medias tanto en sus descripciones como en sus tramas, como el policía interpretado por Raúl Arévalo, el banquero Miquel Fernández, y el inspector José Coronado (mejor retratados están por disponer de más minutos en pantalla los atracadores Luis Tosar y Rodrigo de la Serna), por mucho que los actores se empeñen en sacar los personajes a flote y sea Jorge Guerricaechevarría quien firme el guión.

"Por no acabar de dar toda la acción que prometían los tráilers, se queda una vez más en puertas de lo que hubiera podido ser y no es"

Suerte que tenemos la parte de acción para compensar, aunque ésta no se mantenga con la misma intensidad durante todo el metraje. Daniel Calparsoro ya ha demostrado ser un maestro filmando tiroteos y persecuciones de coche, y ahora en Cien años de perdón se luce rodando el atraco a un banco para el que, una vez más, ha tomado una peli yanqui como modelo. Si en Invasor fue la saga de Jason Bourne y en Combustión la de Fast & Furious, en Cien años de perdón el referente es claro y no es otro que Plan oculto. Cambien el mcguffin de una prueba incriminatoria nazi a un disco duro con sorpresa, substituyan a Clive Owen por Rodrigo de la Serna y a Denzel Washington por José Coronado, y obtendrán la misma película pero en versión argentina, ya que aquí todos los atracadores, a excepción de Tosar, lo son.

"Ya te dije que a a pesar de las máscaras se darían cuenta de que ninguno de los dos es negro"

Es en este terreno que Cien años de perdón juega su mejor baza, en el cine de robos con un atraco que ya lo quisiera perpetrar no sólo el citado Clive Owen, sino también Patrick Swayze en Le llaman Bodhi, y hasta Alan Rickman en La jungla de cristal. Buenos movimientos de cámara, buen suspense, y buenas interpretaciones de Rodrigo de la Serna y Luis Tosar, que gracias a su carisma y a su buena química se adueñan sin esfuerzo de la película (chapeau la escena en la que beben cava sentados en el suelo como Kevin Costner y Robert Duval se fumaban un puro en Open Range). Y muy bien también José Coronado en su papel de implacable negociador, con una irrupción de su personaje al más puro estilo de sheriff del salvaje oeste, aunque su trama pierda fuelle en detrimento del personaje.

Una lástima, porque de haberse mantenido un pelín más la intensidad a lo largo del metraje y haberse desarrollado un pelín más los personajes secundarios, ahora estaríamos hablando de una película bien diferente. De una película tan buena como Plan oculto, que consigue ser redonda en todos sus aspectos. Daniel Calparsoro lo intenta, pero se queda en el casi a pesar de conseguir un producto más que digno. Al menos ha mejorado con respecto a Combustión, que no pasaba de producto adolescente sin guión. Cien años de perdón en cambio tiene guión, y un buen guión, aunque podría serlo más. Y unas secuencias de acción muy bien filmadas, aunque podría haber más. Por todo esto y por ser unos de los pocos directores que hacen cine de acción en España, y cine de acción además a lo grande, Daniel Calparsoro tiene cien años de perdón.

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Dos Caras Harvey

Recomendada por Kuato a: fans del cine de robos que no veían uno español desde Atraco a las tres.

No recomendada por Kuato a: quien tenga Plan oculto en su videoteca entre los dvds de Tiburón y Alien.

Ego-Tour de luxe por: la buena química entre Rodrigo de la Serna y Luis Tosar como pareja de atracadores, que deberían volver en una secuela titulada Atraco a las tres y media.

Atmósfera turbínea por: que yendo la peli de robos, no haya ninguna referencia clara a ningún clásico... Torrente 5, por ejemplo.

■ CIEN AÑOS DE PERDÓN. Estreno en Venusville: 04/03/2016