COHERENCE crítica: El lado oscuro de nosotros

La última moda en cenas caseras: nuestros dobles, nuestras múltiples realidades, y nosotros

■ ANNA BOU

Bienvenidos a Coherence, un título que el propio director James Ward Byrkit advirtió que era irónico, aunque considero que este magnífico guión, premiado en el Festival de Sitges 2013, tiene una coherencia interna que hace que la película no se desmorone como un castillo en el cual, cada uno de nosotros, vive en un naipe distinto. Bienvenidos a James Ward Byrkit, creador de las storyboard de Piratas del Caribe, aunque es Coherence su primer largometraje como director, menudo debut.

Bienvenidos a una historia tan sencilla como compleja: ocho amigos se reúnen en la que tendría que ser una cena normal en una casa normal de una noche normal, a no ser por la llegada del cometa Miller, así como hubo en 1923 (nos cuenta una de las invitadas) un cometa que a su paso desorientó por completo a los habitantes de Finlandia hasta el punto de que una mujer no reconocía a su marido. A partir de aquí se van dejando unas pistas que en otro contexto no tendrían más importancia, pero que aquí son el prólogo de lo que sucederá durante la noche, como ese "alguien te ha robado la vida", o las repentinas lagunas que empiezan a sufrir algunos invitados. La conexión a Internet desaparece, los móviles se rompen de manera espontánea, se va la luz y el cometa allí en el cielo, colgando como una araña venenosa. Es a partir de este momento que llega lo bueno de Coherence, una película de la que cuesta hablar sin lanzar spoilers; pero no, por mucho que me torturen no voy a soltar ninguno.

"Esto es como el diálogo de la parte contratante de la primera parte pero en coherente"

No es que Coherence tenga una acción trepidante, ni falta que le hace: tenemos a ocho personajes en una película de bajo presupuesto (bendita falta de presupuesto), y tenemos diálogo, mucho diálogo brillante, y mucha teoría cuántica como la del gato de Schrödinger. Bienvenidos al Gato de Schrödinger, minino al que servidora no tenía el gusto de conocer, y que es un experimento cuántico. Pero que nadie se asuste, se le escapará algún detalle al intelecto (o más de uno), pero, ¿qué más da?, yo misma no sé explicar los agujeros negros y sigo viviendo tranquila aunque sepa que los ojos ciegos del universo nos están mirando. ¿Que en el guión hay alguna laguna tan opaca como la cortina de un mueblé? Don't worry, be happy, si en nuestra realidad monocromática no llegamos a comprenderlo todo, sería demasiado pedir que lleguemos a desmenuzar al dedillo las realidades paralelas. Hay que dejarse llevar por la corriente, aunque el mar esté seco.

"Ocho amigos se reúnen en la que tendría que ser una cena normal en una casa normal de una noche normal, a no ser por la llegada del cometa Miller"

Pero Coherence no está seca, y da (o quita) las suficientes pistas para que cada uno saque sus propias interpretaciones. Esta película está en un perfecto equilibrio: un poco más y se pasa de rosca y se transforma en una Origen de Christopher Nolan (sobre la cual no podemos negar que es una gran película pero es tremendamente prepotente), y un pelín menos y sería una estafa como un cubo de Rubick hecho de agua. Coherence está al dente.  Sin olvidarnos de que es un excelente thriller psicológico, casi de terror, como cuando los personajes deben abrir la caja misteriosa, o cuando han de salir al exterior de la casa cargados de tanta angustia vital que uno de los amigos exclama "Ven allí y matamos a todos nosotros"; no me pueden negar que como sentencia paranoide es exquisita.

"Entonces, si tú eres tú y yo soy yo, ¿quién es más tonta de las dos?, ¿tú o yo?"

Una de la cosas más inquietantes es ese terror que se genera dentro de la casa convirtiendo a cada una de las ocho personas en ocho seres sospechosos como si tuvieran enganchada una bomba lapa, ese mismo terror que, según los propios protagonistas es "el lado oscuro de nosotros". No soy psicóloga, pero estoy convencida de que un grupo de amigos cualquiera, ante una situación de inminente y "aparente" peligro respondería como en la película, el desorden en vez de la unión, la acusación en vez de la empatía, generándose un histerismo colectivo capaz de acojonar al mismísimo cometa que campa tranquilamente por el universo con su única función de ser cometa y pasar de largo.

El final no es redondo, pero casi, para mi humilde opinión le sobra el último minuto, pero no nos vamos a poner estupendos con una película que te mantiene atado a la butaca a la vez que hace volar nuestras múltiples imaginaciones en bandadas, como pájaros migratorios que sobrevuelan países invisibles. Además, quizás en una realidad paralela, precisamente sea el final lo que más me guste.

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Copas de yate

Recomendada por Kuato a: a los que les gusta hacer chantaje emocional, que sepan que también existe el hacerse chantaje a uno mismo, por si se aburren.

No recomendada por Kuato a: los que quieran hacer una cena entre amigos el mismo día que pasa un cometa, casi mejor enviarse whatsapps cada uno desde su casa, y aplazar la cena para otra semana, otro mes, otra vida.

Ego-Tour de luxe por: que después de la película, el experimento del "Gato de Schrödinger" pueda pasar a llamarse "Los 8 de Schrödinger", con lo cual el gato está feliz en su sofá, relamiéndose, por fin tranquilo.

Atmósfera turbínea por: que en los diez últimos minutos hay más acción que en toda la película, y por qué no admitirlo, hay un punto efectista que perdonaremos, pero que no se repita. De todos modos, ya hay quien habla de Coherence como de una peli de culto.

■ COHERENCE. Estreno en Venusville: 24/10/2014