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COLOSSAL crítica: Godzilla para gafapastas

Nacho Vigalondo nos presenta su versión particular de Pacific Rim en Colosal

CHEMA PAMUNDI

A pesar de llevar ya cuatro películas a sus espaldas, Nacho Vigalondo sigue dando la frustrante impresión de ser, en lo básico, un director/guionista de cortometrajes un tanto glorificado por ese fanboyismo hipster que forma sus gustos en base a lo que destacan las revistas de tendencias. Incluso su obra con más aroma de cine de culto, Los Cronocrímenes, era en realidad un constante girar sobre sí misma al que le sobraba una hora de metraje o le faltaba una hora de guión (que cada cual elija la opción que prefiera).

Vigalondo, todo sea dicho, es un director descarado (en el sentido de atrevido) al que se le suelen ocurrir buenísimos puntos de partida. Por desgracia, los desarrolla por debajo de las expectativas generadas y eso ha acabado reduciendo gran parte de su producción a una sucesión de chascarrillos ocurrentes. Sin la menor duda sería un estupendo cerebro creativo para capítulos de series como Black Mirror, pero los largometrajes se le siguen haciendo justamente eso, largos. Lo mejor que se puede decir de Colosal es que, de toda la filmografía del cántabro hasta la fecha, es la cinta que resulta menos plomiza.

 

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"Haber sido la Catwoman del Batman de Christopher Nolan para esto"

 

Colosal, que utiliza el género kaiju (monstruos gigantes arrasando ciudades, en este caso Seúl) para narrar en clave de semi-comedia romántica una historia pequeñita e íntima sobre la superación personal y el aprender a aceptarse, abunda en todo lo que acabo de explicar: diálogos inanes que se confunden con desarrollo de personajes, situaciones alargadísimas que, en vez de evolucionar, se repiten y se repiten y se repiten hasta llegar a una resolución final que te cae encima como un piano, actores que intentan compensar a base de sobreactuación los gags que no funcionan (Anne Hathaway dilatando pupilas hasta entrar en “modo Jim Carrey”)…

“Lo mejor que se puede decir de Colosal es que, de toda la filmografía del cántabro hasta la fecha, es la cinta que resulta menos plomiza”

Con todo y con eso, Colosal no es un desastre que haga honor a su título, sino acaso lo más parecido a un largometraje funcional, en el sentido de tener una estructura ordenada, que jamás haya facturado Vigalondo. La idea de fondo es bastante original (sin entrar mucho en detalles, es como la conexión espiritual entre E.T. y Elliot pero cambiando a E.T. por Godzilla y a Elliot por una borrachuza perdedora de treinta y tantos), tiene tres o cuatro secuencias divertidas, su armazón de guión es potable y la Hathaway, pese al exceso de muecas, se las ingenia para sacar adelante un personaje protagonista que destila cierto carisma: una mujer inteligente y honesta tratando de sobrevivir en un mundo de hombres tóxicos e imbéciles.

 

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"La próxima vez que versionemos Pacific Rim, nos ponemos de Jaegers"

 

Sin embargo, todo esto ocurre en los tres cuartos de hora iniciales, y a partir de ahí la película se revela como un balón a medio inflar. Un equivocado golpe de timón hacia el dramazo con remordimientos, y alguna que otra frase digna de cursillo de feng-shui, más la ya mencionada sensación de que tanto los personajes como la trama están navegando en círculos, acaban haciendo degenerar a Colosal en el tostón bienintencionado, un bache del que ya no se recuperará hasta los títulos de crédito finales, ni siquiera apostando por un clímax de supuesto estilo “spielbergiano” (sacar al niño que todos llevamos dentro, y tal) que intenta dar un triple salto mortal con tirabuzón hacia la intensidad emocional y cae de pleno barrigazo en la parodia involuntaria.

Colosal podría haber sido una gamberrada genial si su creador no hubiera estado tan pendiente de facturar un producto amable y fácil de vender en el mercado americano. Es comprensible que quiera tener éxito, pero el resultado final se percibe como una ocasión perdida para haberse marcado una pieza que dinamitase géneros y dejara huella. Quién sabe, quizás Colosal sea el adecuado pasito corto que Vigalondo necesita para impulsar su carrera (aprovechando la visibilidad que otorga tener a Anne Hathaway en los carteles), algo que no logró con la formalmente más arriesgada pero a la postre desastrosa Open Windows. Quizás le abra de par en par las puertas de Hollywood y le permita sacar adelante algún otro proyecto más genuino que dé (por fin) la verdadera medida de su talento y le haga dejar de parecer ese eterno cortometrajista.

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Dos caras Harvey

INF VNV 3

Recomendada por Kuato a: quienes no quieran perderse la cinta más hypeada del 2017 por parte de la “capillita postmoderna” (una advertencia: no da ni para discutir sobre ella).

No recomendada por Kuato a: quienes perdieron la fe en Vigalondo hace ya varios cortometrajes.

Ego-Tour de luxe por: la placentera sensación de extrañeza, de “Mira, esto no lo había visto nunca antes” que transmite Colosal en sus mejores momentos (que no son muchos).

 

COLOSAL. “Colossal” (2016). Director: Nacho Vigalondo. Guión: Nacho Vigalondo. Reparto: Anne Hathaway, Dan Stevens, Jason Sudeikis, Tim Blake Nelson y Austin Stowell. Estreno en Venusville: 30/06/2017.

 

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