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CRUDO crítica: Para chuparse los dedos

Conozcan a la caníbal más compleja y complicada desde Hannibal Lecter en Crudo

SAPO

Hacia el final de la película Crudo, ópera prima de Julia Ducournau que dejó una muy buena impresión en el pasado festival de Sitges 2016, hay una escena en que la protagonista, de pie en un patio, sigue con la mirada a su compañero de habitación de la residencia de estudiantes de veterinaria que está jugando una pachanga de fútbol con el torso desnudo. Entonces, de repente, le cambia la expresión de su cara y sus ojos pasan a transmitir una mezcla de deseo y hambre. Esa expresión le dura unos instantes hasta que un hilo de sangre le brota de una fosa nasal y resbala hacia su boca. Al restregarse con el dorso de la mano sus labios enrojecen de un carmín sanguíneo como si acabara de devorar un ñu en medio de la sabana. Esta inquietante escena resume las sensaciones que transmite esta excelente película que atrapa y turba a partes iguales.

Crudo nos cuenta los comienzos en una facultad de veterinaria y su residencia de estudiantes de Justine, una brillante alumna, que coincidirá allí con su hermana Alexia un año mayor que ella. Proceden de una familia en que ambos progenitores también son veterinarios, antiguos alumnos de la misma facultad, y todos practican la más estricta dieta vegetariana. Su integración iniciática en la universidad vendrá marcada por las novatadas de rigor de los veteranos y por los primeros escarceos con el sexo y el alcohol. En ese proceso, Justine descubrirá las sensaciones que produce comer carne y ello despertará de su interior unas irrefrenables pulsiones alimenticias animales. Pronto verá que dichas pulsiones son también compartidas por su hermana.

 

"Venga, ¿qué carrera creéis que estudió Hannibal Lecter antes de Psiquiatría"

 

Aunque pudiera parecerlo por sus referencias cárnicas, Crudo no es la típica película del cine de terror gore. Se trata más bien de un drama psicológico extremo que describe la acelerada evolución de la protagonista desde la represión del ámbito familiar cerrado hacia una liberación acelerada provocada por el ambiente universitario. La única pero gran particularidad son las formas en que se produce dicha liberación que tienen raíces ancestrales. Otro aspecto destacable de la película es cómo muestra cómo las mismas pulsiones son canalizadas de distinta forma por las dos hermanas. Mientras la mayor las siente como un destino inevitable y se concentra en satisfacerlas, la protagonista intenta contenerlas y rebelarse contra la fatalidad. En medio de ambas, el compañero de habitación de Justine, que por su condición de gay elimina la opción sentimental, acaba por catalizar el desenlace más descarnado.

"Aunque pudiera parecerlo por sus referencias cárnicas, Crudo no es la típica película del cine de terror gore. Se trata más bien de un drama psicológico extremo"

Con estas premisas, una película como Crudo no puede sino cimentarse en una gran interpretación para no caer en el ridículo. Y es en este aspecto donde emerge de forma incontestable la actuación de la joven Garance Marillier para crear el personaje de Justine. Domina a la perfección tanto la pose angelical como la expresión más salvaje cuando le hinca el diente a algo. Tampoco se queda atrás el trabajo de Ella Rumpf en el papel de hermana mayor, menos matizado pero de gran intensidad vital. En general, todos los actores cumplen bien y otorgan una gran credibilidad a las escenas por cruentas que sean. Por poner un único pero, los personajes muy secundarios de la enfermera que fuma en la consulta y del profesor con pinta de burda caricatura de Einstein, desentonan.

 

"Desde que vi las barbacoas que cocina Leatherface, que no pienso en otra cosa"

 

Otro aspecto a destacar es la dirección de Julia Ducournau. Obviamente está excelente en la dirección de actores pero también destaca en la concepción visual de la película. Crudo tiene una presentación muy moderna con planos secuencia complejos como los de las fiestas universitarias o como los encuadres de la protagonista bajo las sábanas que generan una gran angustia. Y, en general, la luz mortecina que reina en la película acaba por configurar la fotografía perfecta.

Por último, aunque el final de Crudo pudiera resultar algo previsible, su materialización escénica resulta impactante. En ese momento no es posible evitar pensar qué le depararía el futuro al personaje de Justine teniendo que acarrear con la pesada losa de su apetencia carnívora. De entrada, seguir con la dieta vegetariana parecería obligado, pero el gran cambio debería consistir en romper con la tradición familiar y abandonar la carrera de veterinaria para dedicarse a la botánica.

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Copas de yate

INF VNV 4

Recomendada por Kuato a: los que piden el solomillo con cocción vuelta y vuelta.

No recomendada por Kuato a: los que tienen idealizada la profesión de veterinario pues la asocian sólo al cuidado de mascotas.

Ego-Tour de luxe por: la serie de novatadas a los de primero de la facultad de veterinaria, lógicamente cabronas pero originales y favoreciendo la integración de los novatos en un ambiente libertino.

Atmósfera turbínea por: el siniestro método viario urdido por la hermana de la protagonista para la obtención de carne fresca, pues lo más probable habría sido que, al primer intento, la carne fresca, aunque espachurrada, hubiese sido la suya.

 

CRUDO. Estreno en Venusville: 17/03/2017

 

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