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CUATRO FANTÁSTICOS crítica: Fantástico coñazo

Nuevos Cuatro Fantásticos tan poco fantásticos o incluso menos que los de la versión de 2005

CHEMA PAMUNDI

Marvel Studios tiene que recuperar cuanto antes sus derechos cinematográficos sobre los 4 Fantásticos, porque la Fox ya ha demostrado, a lo largo de tres películas incluyendo ésta, que no sabe qué hacer con ellos. Podemos estar de acuerdo en que, de todos los grupos de superhéroes de primer orden, el formado por la familia Richards-Storm posiblemente sea de los más trasnochados (incluso la propia editorial Marvel parece estar atravesando una crisis de fe con ellos, y ha cancelado su colección de comic-books), pero no valen excusas: Reed Richards, Ben Grimm y el Dr. Muerte son personajes fundacionales de La Casa de las Ideas y merecerían mejor trato; y sobre todo, un poquito más de interés y desempeño. Porque lo peor de esta nueva iteración de Cuatro Fantásticos, por encima de una dirección mediocre, unas interpretaciones grises, un ritmo de burra vieja, un tono equivocado y un guión deficiente en su estructura y paupérrimo en imaginación, es la desgana con la que parece haberse hecho todo. No soy muy fan de Mr. Fantástico y compañía, nunca lo he sido, pero si lo fuera estaría muy cabreado.

Ya todos sabemos, porque ha trascendido por diversas webs, blogs y redes sociales, el ambiente de culebrón malrollero bajo el que se gestó y filmó la película (tweets del director Josh Trank poniendo a parir a los productores, y contra-tweets de varios miembros del equipo poniendo a parir su visión y sus métodos de trabajo). Se podrá decir que se veía venir, pero de nuevo eso no sirve como consuelo ni atenuante. Cuatro Fantásticos es un subproducto triste y fofo, que transmite la sensación de haber sido rodado por un equipo que no creía en el proyecto y que ha querido sacárselo de encima lo más rápido posible para seguir con sus vidas.

 

Cuatro Fantásticos

"Si llamamos a Ioan Gruffud y Jessica Alba para la secuela nadie notará el cambio"

 

La trama del film resulta tan amorfa, deslavazada y genérica que parece un primer borrador (ejemplo: uno de los personajes desaparece de forma presuntamente dramática, a lo cual le sigue un fundido a negro con el típico cartel de “Un año después” y a los cinco minutos el fulano ya vuelve a estar en circulación y aquí no ha pasado nada). El trasfondo intenta “modernizar” a los 4F rebajando su edad y cambiando el accidentado viaje espacial que les daba sus poderes por una teleportación interdimensional, una reformulación que ya pudo verse en los tebeos del universo alternativo Ultimate, y que en aquel caso tampoco acabó de cuajar (pese a contar con guionistas de la talla de Mark Millar, Brian Michael Bendis o Warren Ellis, parece que en los 4 Fantásticos hay algo intrínsecamente plomizo, simplón y pasado de moda cuando se les compara con la espectacularidad de Los Vengadores o las aristas psicológicas de los X-Men).

Cambiar el origen clásico de los personajes no es un problema en sí. El problema viene porque la nueva versión está desarrollada de manera muy patosa, con mil escenas de diálogos explicativos-coñazo y comiéndose casi tres cuartos del metraje. O sea, los guionistas han pillado por banda la parte que suele resultar más peñazo de las historias de superhéroes y, en vez de sintetizarla, la han estirado hasta lo indecible, sin tener en realidad nada interesante que contar sobre la evolución de los protagonistas (vamos, que esto no es precisamente El protegido). A nivel de estructura narrativa, Cuatro Fantásticos es una hora y media de prólogo seguida por diez minutos de tortas contra el malo, y adiós muy buenas. Un puñetero aburrimiento.

"4 Fantásticos transmite la sensación de haber sido rodado por un equipo que ha querido sacárselo de encima lo más rápido posible"

Además, el tono carga las tintas en el dramatismo, quitando al cuarteto de héroes toda su luminosidad pulp y su carisma; y estamos hablando de un grupo en el que militan La Cosa y la Antorcha Humana, dos de los supertipos Marvel más dados al chascarrillo. En teoría se fichó a Josh Trank como director porque en su debut del año 2012, la estimable Chronicle, había apuntado cierta sensibilidad para profundizar en la psique de los superhéroes adolescentes. Sin embargo, lo único que ha demostrado en Cuatro Fantásticos es no saber adaptarse a las necesidades del mítico material con el que trabajaba (joder macho, que estamos hablando de la primera colección de comics que creó Stan Lee...).

Trank tiene una visión de túnel sobre el género superheroico,  concretada por una pretenciosidad formal bastante vacía y un “realismo sucio” mal entendido, que acaba degenerando en tedio. Buscando lo solemne y lo contenido, la cinta no tiene una sola escena no ya memorable sino meramente divertida (según parece, a fin de lograr un tono dramático más “creíble”, Trank hacía que los actores repitiesen sus tomas hasta conseguir la máxima inexpresividad). Hasta la frase típica de La Cosa “¡Es la hora de los mamporros!” tiene una justificación torpe y cutre, relacionada con el maltrato infantil, que le quita toda su puñetera gracia.

 

Cuatro Fantásticos

"Pues en Daredevil Kingpin también era negro y nadie se quejó"

 

Al final, el hecho de que Johnny Storm sea negro es un detalle menor (aunque bastante gratuito) en una película que hace saltar el canon por los aires en aspectos mucho más importantes, como la inexistente dinámica de familia o siquiera de compañerismo entre los cuatro chavales (diría que Ben Grimm no llega a cruzar palabra con Sue Storm). Pero es que tomados por separado, ninguno de ellos es tampoco lo que debería ser: Reed Richards es un idiota, Ben Grimm un amargado, Johnny Storm un antipático y Sue Storm una autómata. Respecto a Victor von Muerte, es posible que estemos ante el villano más inane, lastimoso y mal justificado jamás visto en un título con membrete Marvel. Su motivación de venganza es absurda, no tiene plan, no es rival en el combate (se lo cargan de una manera tan ramplona que casi da pena), y su aspecto físico es el de un muñeco tira-rayos que parece haberse escapado no de otra dimensión, sino de una peli de serie Z de la productora Troma (colaría a la perfección como antagonista del Vengador Tóxico, por ejemplo).

Probablemente el asunto desemboque en otro reinicio de la franquicia de aquí a tres o cuatro años, porque va a resultar muy complicado secuelizar este montón de estiércol de una manera que resulte coherente con el gran plan cinematográfico de Marvel, o siquiera interesante por sí mismo (y mira que la Fox había logrado crear un atractivo universo propio con la nueva generación de filmes de los X-Men...). En 1994, Roger Corman produjo una adaptación de serie B de Los 4 Fantásticos que nunca llegó a estrenarse, y que a día de hoy está considerada una de las mayores cult-movies inéditas de la historia del cine. Seguro que los efectos especiales, las interpretaciones y los uniformes eran peores que las de este reboot del 2015; y seguro que, en conjunto, era mil veces mejor. Que hoy nadie pueda ver aquella película es una lástima. Que todo el mundo vaya a poder ver ésta, es una catástrofe.

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Condenada a alforfones

INF VNV 1

Recomendada por Kuato a: fans completistas de Marvel a los que les pille un aguacero en plena calle y decidan refugiarse en el cine más cercano. Aunque personalmente creo que es preferible aguantar el aguacero...

No recomendada por Kuato a: quien espere ver un cameo de Stan Lee o una escena sorpresa tras los créditos. Ni una cosa ni la otra. Qué sosería de gente, de verdad...

Ego-Tour de luxe por: que, por comparación, las dos anteriores pelis de los 4F parezcan crema pura. A lo mejor aún hay tiempo de volver a llamar a Ioan Gruffudd y Jessica Alba...

Atmósfera turbínea por: los ridículos fallos de continuidad, como los súbitos cambios de peinado y color de pelo de Sue Storm o el vello facial de Reed Richards, que desaparece mágicamente mientras cruza una habitación (eso sí que es fantástico).

 

CUATRO FANTÁSTICOS. Estreno en Venusville: 21/08/2015.

 

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