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DICTADO entrevista a Juan Diego Botto: Poderoso caballero es don Diego

“El referente de un personaje que empieza normal y termina desquiciado es El resplandor

RAY ZETA

CINES VERDI PARK, BARCELONA, 07/03/2012. Sencillo, distinguido, extremadamente educado, y con un pelazo que ya lo quisiera Luis Tosar, Juan Diego Botto mide enormemente sus palabras antes de pronunciarlas. “Estate tranquilo”, le digo yo, “aunque se esté grabando, la transcripción de la entrevista será toda escrita, en ningún momento reproduciremos ningún corte de voz”. Pero aún así, por mucho que se ría con cada pregunta, antes de contestarla coge aire y la responde seria y pausadamente como si estuviera ante un tribunal militar. Todo un profesional, ya lo ven,  con el que ya estuve hace tan solo un mes y medio charlando y haciéndole unas fotitos a raíz de la presentación de Silencio en la nieve. Es por eso que me saluda afectuosamente como si nos conociéramos de toda la vida, gesto que no voy a negar me halaga profundamente.

-No te has debido recuperar aún de la promo de Silencio en la nieve, que ya estás de lleno con la deDictado

-Bueno, son las casualidades de los estrenos. Dictado la rodamos hace más de un año y coincide que se ha estrenado prácticamente a la vez que Silencio en la nieve.

-Corrígeme si me equivoco, pero aparte de Trece campanadas diría que nunca habías hecho más thrillers, ¿no?

-Es cierto, lo más parecido a un thriller de lo que he hecho fue Trece campanadas hace más de diez años, que fue mi primer acercamiento al género, por lo que Dictado es el segundo. Ha sido una experiencia que ha estado muy bien, por eso, y que he disfrutado mucho.

-¿Cómo te vendió la idea Antonio Chavarrías? ¿Cómo una peli de terror? ¿Cómo un thriller clásico? ¿Cómo una mezcla de ambos? ¿O como nada de todo esto?.

-De ninguna manera concreta, lo fuimos conociendo sobre la marcha. Leí el guión y me gustó mucho, me pareció que estaba muy bien. Era una historia donde mi personaje era muy atractivo, con un arco muy apetecible de trabajar: un tipo que arranca siendo casi anodino con una relación con una mujer dispuesto a ser feliz, y de repente la aparición de una niña que va provocando todos esos miedos, terrores y angustias, hasta convertir al personaje en lo que se convierte al final. Trabajar toda esa transformación me apetecía mucho.

 

 

-¿Recuerdas Línea mortal, de Joel Schumacher?

-Sí, claro, Flatliners

-Porque la historia de tu personaje me ha recordado la de Línea mortal en la que a Kiefer Sutherland se le aparecía un niño que le daba de hostias por algo que había hecho en el pasado. A ti al menos la niña de tu peli no te pega en ningún momento con un stick de hockey…

-No lo había pensado, pero sí, es verdad… El punto de conexión tiene que ver con la culpa, con una situación traumática y muy violenta de la infancia que nunca ha sido resuelta y por eso te persigue y te acosa hasta que lo encaras. Tiene que ver con esta cosa casi de tragedia griega que no se puede escapar de las deudas del pasado.

-Y con esa transformación que apuntabas hace un momento, ¿te has sentido un poco como Jack Nicholson en El resplandor?

-Cómo olvidarlo… Es un referente. Cuando hablas de un personaje que empieza normal y termina desquiciado, es el referente por antonomasia. El resplandor es una de las películas icónicas del género, posiblemente de las mejores, y con un magnífico trabajo de Nicholson. El grado de desquicia al que llega su personaje es mucho mayor que el que llega el mío, también porque Antonio Chavarrías quería mover la película en un tono muy naturalista. De hecho, en toda la primera parte no hay nada que sea excepcional, todo está en el terreno de la ambigüedad explicable. Ese era el reto para mí, cómo ajustarme a eso que quería Antonio de que todo fuera muy naturalista, e ir marcando esa transición o viaje que va viviendo el personaje.

"No hay buena película de terror que se precie donde no haya un niño"

-Tú que trabajaste con Daniel Calparsoro en Asfalto, no sé si recuerdas que en su película AusentesJordi Mollà también se volvía un psycho y abría una puerta a cuchillazos…

-No la he visto, pero por lo que dices parece un referente demasiado evidente…

-¿Tuviste en cuenta alguna otra peli de terror con niño estilo La profecía?

-Es que los niños en el cine de terror son algo muy recurrente. Desde las dos gemelas de El resplandor en el pasillo, a La profecía, a la niña de Los otros jugando con esa mantita en la cabeza… No hay buena película de terror que se precie donde no haya un niño. Por algún motivo los niños generan mucho miedo y muy mal rollo. Atribuirle a un niño una capacidad de perversión de adulto siempre ha producido terror, porque pensar que alguien tan frágil y vulnerable esconde algo profundamente perverso da pánico. No es casual entonces que sea un elemento que esté presente en La profecía o en El exorcista, donde el Demonio está presente en una niña. Es un elemento que da mucho juego en este tipo de género.

-Déjame preguntarte ahora por otras pelis de tu carrera. ¿Qué recuerdas de haber trabajado con Ridley Scott en 1492, la conquista del paraíso?

-Bueno, de él recuerdo que era un director muy meticuloso y que tenía las cosas muy claras. Es un tipo que realmente domina la imagen como pocos directores. Tiene clarísimo cómo va a realizar la película, cómo la va a montar, y disfruta creando unos decorados fantásticos.

-¿Tuviste muchas sesiones de rodaje con él?

-Sí, trabajamos un montón, aunque luego en la película no quedó tanto, pero se rodó muchísimo. Tuve oportunidad de poder ver cómo rodaba y de trabajar con Gerard Depardieu y Sigourney Weaver, que fue muy bonito, sobre todo a esa edad. Yo tenía quince años, por lo que estar ahí me parecía increíble.

 

 

-¿Y con Faye Dunaway en En brazos de la mujer madura? Ya tenía 55 tacos pero quien tuvo retuvo…

-Bueno, yo ya tenía otra edad, no es esa cosa de los quince años. La primera vez que vas a la montaña rusa es la primera vez que vas a la montaña rusa, la segunda ya no es igual. Pero con Faye Dunaway también. Una de mis películas favoritas es Bonnie and Clyde y de repente conocerla era como “Hostia, Faye Dunaway…”. Impresionaba, impresionaba, además creo que es una grandísima actriz.

-¿Y cómo fue el rodaje de las escenas de folleteo con ella?

-Estas cosas siempre son muy técnicas. Al contrario de lo que al espectador le gustaría oír, son cosas muy coreografiadas y muy técnicas que tampoco tienen mucha historia.

-Y sobre Pasos de baile, ¿qué tal es John Malkovich como director? Cuando presentó en rueda de prensa la obra de teatro “Hysteria” se mostró tan pasota que no respondió a ni una sola pregunta. Le preguntaran lo que le preguntaran decía que no sabía o que no tenía opinión.

-Esa película fue una experiencia fantástica para mí. Era trabajar a las órdenes de Malkovich, que me parece un actor excelente, y era trabajar también al lado de Javier Bardem, que es un grandísimo actor, porque todo lo que yo tenía lo tenía con Javier. Fue una experiencia muy divertida. Él es un director que considera que su tarea fundamental con respeto a los actores es el casting, es escoger a los actores adecuados. A partir de eso te deja una inmensa libertad a la hora de trabajar, tanto que ni siquiera te condiciona, hasta pone la cámara en función de cómo te mueves tú y de cómo lo ensayes. Si le dices “yo me voy a quedar sentado”, pues bueno, vale, pongo la cámara en función de eso. Fue muy divertido trabajar en esa película.

-¿Y qué tal con Jennifer Lopez? ¿Tuviste relación con ella cuando hiciste Ciudad de silencio?

-Todas las secuencias que tenía eran con ella, con Jennifer Lopez. Ella es una gran estrella, es una mujer que forma parte de lo que es el star system en Estados Unidos y se ajusta mucho a ese perfil. Es una tipa que es muy respetuosa con el trabajo, muy trabajadora, muy profesional, y muy buena compañera además, pero sí que es cierto que se ajusta a este perfil de lo que uno imagina que es.

-Nada que ver con Antonio Banderas, imagino.

-Bueno, Antonio Banderas es una bellísima persona, muy amable, muy conocedor de todo lo que se hace en el cine español, y un tipo enormemente generoso y muy buen compañero. A todos nos pasa lo mismo, cuando nos preguntan por Banderas uno solo puede decir cosas buenas porque es verdad, es una gran persona.

Lo dicho, poderoso caballero es don Juan Diego.

 

 

Poderoso caballero es don Juan venusvillero

 

DICTADO. Estreno en Venusville: 09/03/2012

 

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