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DIOSES DE EGIPTO crítica: Esto es… ¡Egipto!

Dioses egipcios muy poco egipcios y Gerard Butler jugando a ser Leónidas en Dioses de Egipto

RAY ZETA

Da penita hablar mal de Dioses de Egipto cuando la película se ha llevado todos los varapalos críticos habidos y por haber, antes incluso de haberse estrenado, convirtiéndola en lo que parece va a ser el mayor fiasco taquillero del año. Realmente no hay para tanto. La película es un rato mala, de acuerdo, pero no tanto como para hacer todo el escarnio que se ha hecho de ella. Si la comparamos con los buenos títulos de temática similar como Furia de titanes, 300, Inmortales o Prince of Persia, sale perdiendo, evidentemente, pero peplums peores como Ira de titanes han pasado más desapercibidos sin que se hayan crucificado, así que parte de la culpa de la oleada de malas críticas que ha tenido la película de Alex Proyas ha sido la tendencia generada en internet hasta convertirse en moda, como si bajarle los pantalones para dejarle las vergüenzas al aire fuera lo que tocara.

El principal problema que tiene Dioses de Egipto es sencillamente que uno no se la cree. Empezando por su premisa. Actores caucásicos rubios y bellos como Nikolaj Coster-Waldau o Gerard Butler quedarían bien como dioses griegos del Olimpo como sucedía en el díptico de Furia de titanes o Inmortales, pero no cuelan como dioses egipcios. Y menos si los actores que los interpretan los tenemos vistos en ambientes de época con algún punto similar como 300 o Juego de tronos. Es ver a Butler y a Coster-Waldau como Set y Horus, y creer estar viendo a Leónidas y a Jaime Lannister respectivamente. Y eso ocurre hasta tal punto que estamos esperando que griten "Esta noche cenamos en el infierno" y "Se acerca el invierno" en cualquier momento.

 

Dioses de Egipto: cine fantástico

"Si hubiera tenido estos poderes en 300, otro gallo me hubiera cantado"

 

Pero aún nos creemos menos a Brenton Thwaites en su composición de Aladdin – Prince of Persia por antojarse con su chulería y sus chistecitos tan anacrónico como un gag de Mel Brooks en La loca historia de mundo. Y lo mismo va para el resto de personajes secundarios interpretados por Courtney Eaton (Miss escote egipcio), Elodie Yung (el componente florero del grupo como lo era Gemma Arterton en Furia de titanes y Prince of Persia), Chadwick Boseman (Mr. King of New York entre pirámides), y Geoffrey Rush (especialmente humillante es verlo caracterizado como uno de los monjes del oráculo de 300, en llamas como un suicida bonzo, lanzando rayos contra un gusano galáctico mientras grita “¡Aaaaah!”). Absolutamente todos los personajes resultan poco creíbles, anacrónicos la mayoría, y ridículos algunos, movidos por un guión simple y vacuo.

"El principal problema que tiene Dioses de Egipto es sencillamente que uno no se la cree"

Un guión que es un mero pretexto para servir un espectáculo visual que es toda una orgía de digitalización en diseño, formas y colores (y se criticaba a Joel Schumacher por el diseño de Gotham City en sus dos Batmans…). Se diría que todos, absolutamente todos los fondos de Dioses de Egipto, están insertados digitalmente, y si es cierto que no es ni de largo la primera película en practicar este recurso, sí lo es que por exceso llega a empachar como ninguna otra, lo que no sucedía por ejemplo en 300 o Inmortales por estar el CGI al servicio de la historia y no al revés. La sensación que transmite Dioses de Egipto es que no importa tanto lo que sucede en pantalla como lo que se ve en pantalla, y eso es una recreación exageradísima, hortera y virtual del Egipto clásico, como si la arquitectura de Marina d'Or, Gotham City y Las Vegas, se combinaran para construir un parque temático entre planetas.

 

Dioses de Egipto: cine fantástico

"Si hubiera sabido que te apellidas Lannister no te hubiera enviado el Cobrador del Frac"

 

Una lástima, porque en cuanto a elementos fantásticos, la peli es un festival con dioses voladores, demonios alados, "orcos minotáuricos",  criaturas mitológicas de piedra  gigantescas, serpientes también gigantescas (sí, en Dioses de Egipto todo es gigantesco), inframundos y supramundos, que funcionarían a la perfección en una película más ligera y menos sobrecargada como Furia de titanes. Pues parte de su metraje también basa la historia en una expedición formada por miembros dispares (el líder, el jovenzuelo, la chica y el negro) que realizan un viaje fantástico como las clásicas pelis de Simbad (un recuerdo desde aquí a la animada Simbad: La leyenda de los siete mares), lo que siempre da juego si está bien llevado. Lástima que en Dioses de Egipto, una vez más, no nos lo creamos por parecer más un desfile de fiesta mayor de pueblo que una expedición fantástica.

Oportunidad perdida, pues, ya que los amantes del peplum esperábamos de Dioses de Egipto una mezcla entre Furia de titanes, 300 y Prince of Persia, y de éstas sólo ha copiado ciertos elementos como personajes, look y lugares comunes, cayendo en el esperpento inconsciente. Porque hay películas que son conscientes de ser malas y eso hace que creen complicidad con el público hasta hacerse perdonables, como es el caso de Flash Gordon, Van Helsing o John Carter, que ganan con el paso del tiempo hasta llegar a ser disfrutables. En cambio hay otras películas como Airbender: El último guerrero, El destino de Júpiter o Batman v Superman: El amanecer de la justicia, que son malas a secas y lo seguirán siendo por tiempo que pase. Para desgracia nuestra y de Alex Proyas, Dioses de Egipto pertenece al segundo grupo, es mala y seguirá siendo mala por los siglos de los siglos (entre otras cosas porque los dioses de Egipto son inmortales).

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Condenada a alforfones

INF VNV 1

Recomendada por Kuato a: espectadores daltónicos, ya que es la única manera de sobrevivir a tantos colorines digitalizados.

No recomendada por Kuato a: quien esperaba ver la tercera parte de 300 tras 300: El origen de un imperio. De 300 sólo tiene a Gerard Butler.

Ego-Tour de luxe por: Gerard Butler, el único consciente del esperpento en el que está metido, componiendo su personaje como una parodia de Leónidas en un sketch de "La hora de José Mota".

Atmósfera turbínea por:  el ridículo papel de Geoffrey Rush. Un Oscar, dos Globos de Oro, tres Baftas, un Emmy, y un Tony, para esto.

 

DIOSES DE EGIPTO. Estreno en Venusville: 22/06/2016

 

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