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EL BAR crítica: El ángel francotirador

Versión de El ángel exterminador a cargo de Álex de la Iglesia con personajes mucho más feos

RAY ZETA

La fantasía que más le debe poner a Álex de la Iglesia debe ser dirigir una adaptación de "13, Rue del Percebe", porque ya está visto que lo suyo es describir grupos humanos grotescos y esperpénticos con tono exagerado de tebeo. Los vecinos de La comunidad, los cowboys de 800 balas, o el circo de Balada triste de trompeta, son buena muestra de ello. Y a tan entrañables familias se une ahora la de los clientes de El bar, formada por la dueña cascarrabias, el empleado sumiso, un hipster, una pija, un expolicía, un comercial, y un homeless iluminado. No son en su conjunto tan feos como los de 800 balas o Balada triste de trompeta, pero tampoco pasarían el casting para protagonizar un spot familiar navideño...

El objetivo, una vez más, retratar la mezquindad humana en todas sus facetas a partir del individuo corriente, que ya sea por moverse por la codicia o por estar en una situación límite, como es el caso de El bar, da rienda suelta a sus instintos más bajos dándole la razón a Hobbes en eso de que el hombre es un lobo para el hombre. Y esto puede hacerlo gastándose la pasta en películas grandes como El día de la bestia, Balada triste de trompeta o Las brujas de Zugarramurdi, o por cuatro chavos en películas pequeñas como La comunidad, La chispa de la vida o El bar, en la que De la Iglesia ha ahorrado más presupuesto que nunca al ambientarla exclusivamente en dos únicos espacios.

 

El bar: thriller

"Es que viendo 8 apellidos catalanes me enamoré de la barba de Berto Romero"

 

Porque El bar puede entenderse como una libre versión de El ángel exterminador de Luis Buñuel, en la que un grupo de personas no pueden abandonar el establecimiento que ocupan, pero esta vez con un motivo visible, el de un francotirador que le revienta la cabeza de un disparo a todo aquel que la asoma por la puerta, para ganar suficientes puntos con los que poder llevarse el perrito piloto y la muñeca chochona a casa. Así pues, peli coral al canto con cierto tratamiento teatral, con todos los personajes de la obra compartiendo espacio mientras desgranan sus temores, sus frustraciones, su personalidad, y su mala leche, claro, si no, no estaríamos hablando de una película de Álex de la Iglesia.

"El bar puede entenderse como una libre versión de El ángel exterminador de Luis Buñuel, pero esta vez con un motivo visible"

Es en esta parte de metraje cuando la película se muestra más endeble de guión, al alargar el episodio de no poder abandonar los personajes el bar del título, mientras buscan explicaciones a la surrealista situación en la que se encuentran, de una manera muy poco lógica con reacciones para nada normales (¿un francotirador les disparan, y se empeñan en encontrar a un culpable entre ellos?). Una parte del metraje que recuerda títulos con propuestas similares como los de La niebla de Stephen King, aunque con olor a fritanga proveniente de las porras y los bocatas de calamares, que tiran por los suelos la fama de saludibilidad de la dieta mediterránea.

 

El bar: thriller

"Qué os apostáis a que al ser una peli de Álex de la Iglesia, es Santiago Segura quien nos tirotea"

 

Pero por suerte para nosotros, esta vez Álex de la Iglesia reacciona a tiempo, y en lugar de estirar la acción hasta convertirla en insoportable como hizo en Mi gran noche, corrige el guión con un volantazo digno del Dom Toretto más rápido y furioso, e introduce un giro argumental y un cambio de espacio a todas luces providencial, que insufla oxígeno a la historia y le brinda conseguir con El bar su película más redonda desde La comunidad. Es a partir de entonces donde el filme cobra interés de verdad, nos involucramos con los personajes, y estos dan rienda suelta a sus bajezas más ruines como hombres hobbesianos que son lobos para los otros hombres, en pos de la supervivencia más cabrona.

Álex de la Iglesia recupera pues con El bar su buen pulso para contar una pequeña historia poblada por hijoputas superlativos. Tras la equivocada La chispa de la vida, la fallida Las brujas de Zugarramurdi, y la ridícula Mi gran noche, vuelve a su cine de siempre con sus actores de siempre (Terele Pávez a la cabeza, más los recién incorporados Mario Casas y Blanca Suárez), actualizando en cierta manera sus clásicos de siempre como La comunidad, aunque sin llegar al nivel de éste, aún a día de hoy su mejor película (sí, a El día de la bestia le falla el final). Ahora sólo falta que recupere las películas grandes y se deje de las de bolsillo, que ya estamos cansados de ver "13, Rue del Percebe" en miniatura...

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Copas de yate

INF VNV 4

Recomendada por Kuato a: estudiantes de sociología que quieran estudiar el comportamiento humano sin necesidad de tragarse los tochos que les mandan en la facultad.

No recomendada por Kuato a: quien prefiera ver grupos humanos de buen rollito. Quien quiera eso, que se ponga la secuencia de la construcción del granero de Único testigo.

Ego-Tour de luxe por: el juego de ropa interior de lencería fina de Blanca Suárez. Sí señor, la mejor combinación para tener una cita a ciegas a las nueve de la mañana.

Atmósfera turbínea por: que por mucha barba que se deje Mario Casas, no nos engañe y continuemos sabiendo que es Mario Casas.

 

EL BAR. Estreno en Venusville: 24/03/2017

 

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