EL CÍRCULO crítica: la prostituta cibernética

Thriller futurista con Emma Watson poco bella y Tom Hanks poco Tom Hanks en El círculo

Si el verano pasado nos llegó una propuesta como Nerve, una película que sobre la base de las redes sociales nos ofrecía acción constante con un guion imaginativo y un reparto joven con el que empatizabas, El círculo está en las antípodas de todo eso: ni aporta nada nuevo al asunto ni te irías de copas con ninguno de los grises actores que deambulan por la pantalla. Valga como atenuante del sopor y sensación de deja vu que transmite El círculo, que el homónimo libro de Dave Eggers que sirve como germen de la película, está lleno de tópicos y le sobran, al menos, cien páginas de diálogos-paja. Pero bueno, la idea que expone en manos de un director con más nervio y luces que el semideconocido James Ponsoldt, podría habese convertido en un thriller al estilo de Conspiración en la red, pero no ha habido suerte.

La historia que explica El círculo se enmarca en un futuro semidistópico en que hay una compañía que aglutina todas las redes sociales con lo que pueden hacer y deshacer a su antojo creando una plataforma ‘Truyou’ que aúna todos los datos de una persona de forma que la privacidad se va a tomar por saco. Vaya, lo que hemos visto en Snowden que hacen los americanos ilegalmente en el Pentágono, pero enmascarado con una empresa donde en lugar de caras largas y pistolas, hay un odioso buen rollito y las caras sonrientes van siempre por delante.

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El hecho es que la “bella” Emma Watson logra cumplir su sueño de entrar a trabajar en El círculo, que no deja de ser una secta donde todos sus miembros deben compartir todo con los demás, como ir a las fiestas que organizan y hacerles partícipe de todo lo que hagan. Como un Gran Hermano corporativo en un entorno a lo Apple/Pyxar donde los trabajadores van cada mañana saltando y riendo a currar. En el fondo esta es la única y verdadera distopia que nos propone El círculo, porque tanto los peligros de la ausencia de privacidad de nuestros datos y el hecho de que haya cámaras por doquier grabando todo lo que hacemos, ya lo vivimos tristemente día a día.

Dejando de lado los susceptibles y propiciadores juicios morales sobre los peligros de la era donde todo-se-publica y todos-somos-amigos, la película se hunde en la miseria al no crear un hilo conductor que mantenga la atención del espectador y que a uno no le llegue a importar realmente lo que les pase a los personajes. Ahí donde el maestro Steven Spielberg creó una obra maestra como Minority Report a partir de una novelita de Philip K. Dick, Ponsoldt se pega un zas en toda la boca al intentar subsacar algo creíble y consistente de un libro más descriptivo que trepidante. El círculo se queda a medias entre la mirada cínica de la exposición pública de Black Mirror o de El show de Truman, y de las propuestas donde el abusivo control mediático da pie a trepidantes thrillers como La red o Rastro oculto.

“El círculo se queda a medias entre la mirada cínica de la exposición pública de Black Mirror y de las propuestas donde el abusivo control mediático da pie a trepidantes thrillers como La red o Rastro oculto”

Si bien se echa en falta algo más de acción y quizás algún rollete amoroso de por medio, donde más flojea El círculo es en la construcción de personajes, porque ni Emma Watson se dibuja como la valiente heroína de rectos principios morales, ni tristemente podemos ver a Tom Hanks como un personaje al que canalizar nuestro odio como espectador.

El personaje que interpreta Emma Watson es de una hipocresía aplastante que vende su vida a los sectarios de El círculo transmitiendo su vida online en un Periscope constante para hacerse la más popular de la tribu y trepar hasta lo más alto de la pirámide. Si ya nos pareció una herejía que fuera la bella de La bella y la bestia, después de tener el dudoso honor de convertirse en la primera prostituta cibernética, Emma Watson ya puede llamar a Harry Potter para que la rescate de ese abismo con su varita mágica.

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Lo de Tom Hanks es algo diferente: nunca vamos a ver como villano a aquel cachondo chavalín con el que pasamos nuestra primera Despedida de soltero, ni a aquel inocente Forrest Gump o a uno de los héroes de Salvar al Soldado Ryan. Sólo el hecho de pensar que Tom Hanks es un siniestro conspirador puede provocarnos un cortocircuito en el cerebro. Esa cara de bonachón y esa barriguita cervecera nos hace imposible verlo como ese perverso Tim Robbins de Conspiración en la Red, o como ese obseso perfeccionista a lo Steve Jobs que nos quieren vender en El círculo.

El círculo es un ejemplo más de que la realidad supera la ficción, y a todos aquellos usuarios habituales de Facebook, Instagram o YouTube, todo lo que nos cuentan en esta peli nos sonará como un eco de una realidad que nos toca vivir día a día. Si a eso sumamos un director que nunca dirigiría Fast and Furious y un casting donde no hay ninguna bella presencia a la que agarrarse, el resultado lo podemos definir con un emoticono amarillo que se está durmiendo.

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Congelada en carbonita

Recomendada por Kuato a: aquellos seres nostálgicos que se resisten a subirse al carro de la era del Facebook y lo miran de mes en mes. Esta peli les reafirmará en sus convicciones ermitañas

No recomendada por Kuato a: es@s que ni se descargan los vídeos cachondos que les envían por whatsapp ni se dignan en abrir los audios. Acabarán aborreciendo a Emma Watson

Ego-Tour de luxe por: los momentos Show de Truman de la peli, especialmente cuando vemos hacer guarrerías españolas a los padres de la Watson. Joge Javier Vázquez se lo pasaría teta comentando la jugada.

Atmósfera turbínea por: un final tan frío como predecible que no desentona con el tono de una película poco arriesgada.

■ EL CÍRCULO. “The Circle” (2017). Director: James Ponsoldt. Reparto: Tom Hanks, Emma Watson, John Boyega, Bill Paxton y Karen Gillan.