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EL CORREDOR DEL LABERINTO: LA CURA MORTAL crítica: Balconing distópico

Tercer y último episodio de El corredor del laberinto que marca el fin del fantasteen

RAY ZETA

Tras ver El corredor del laberinto: La cura mortal estoy muy contento, y no porque me haya gustado, pues la peli es mala con avaricia, sino porque con ella no sólo concluimos la saga laberíntica (gracias a Dios), sino que también ponemos punto y final a toda una época de sagas fantásticas juveniles (el llamado “fanstasteen”) que jamás debíamos haber padecido. Diez largos y agónicos años tragándonos películas de cine fantástico donde el fantástico no ha sido más que un mero pretexto para contar historias románticas protagonizadas por adolescentes ñoñitas destinadas a pre-adolescentes aún más ñoñitas, interesadas únicamente en forrarse la carpeta del instituto con las fotos de los guapitos protagonistas.

Sagas como Crepúsculo, Los juegos del hambre y Divergente, alargadas y estiradas hasta lo indecible, además de intentos fallidos como Cazadores de sombras: Ciudad de hueso, La huésped, Hermosas criaturas o La quinta ola, que a Kuato gracias no recaudaron suficiente (aún existe justicia divina en este mundo) para continuarlas hasta la saciedad. Vendrán otras sí, ya se están produciendo nuevas como el “Merlín” de T.A. Barron o “Las aventuras de Enola Holmes”, pero al menos todas estas que tenían de protagonista a una adolescente panfilona que se enamoraba del cachas guapito de turno en un futuro distópico dominado por un gobierno cabrón, a estas al menos, hemos sobrevivido.

 

El corredor del laberinto: La cura mortal

"Habrá que convencer a Fox para que produzca un reboot o nos quedamos sin trabajo"

 

La saga de El corredor del laberinto está en este mismo saco, aunque en su primer episodio apuntara diferencias notables con respecto a sus franquicias hermanas. El protagonista era un tío, no había historia de amor, y presentaba una situación tan atractiva como un grupo de jóvenes ante un laberinto que muta habitado por monstruitos robóticos. Lástima que en su segundo episodio, Las pruebas, cayera en el manido tópico del futuro distópico dominado por el gobierno tiránico, estirando la acción hasta lo indecible para necesitar un tercer episodio conclusivo (gracias a Dios que al menos en esta ocasión no se ha dividido el episodio final en dos volúmenes como hicieron Crepúsculo y Los juegos del hambre).

 “El corredor del laberinto: La cura mortal cae en los mismos errores que las otras sagas al no tener material suficiente para llenar el metraje de una película”

Por eso este tercer y último episodio, La cura mortal, cae en los mismos errores que las otras sagas al no tener material suficiente para llenar el metraje de una película. ¿Queda que los jóvenes ex-clarianos vayan a la ciudad a derrotar de una vez por todas el gobierno que les putea? Pues eso es lo que hacen durante toda la peli estirando la acción como un chicle sin sabor. Ritmo bostezante, idas y venidas sin ton ni son, segmentos puramente innecesarios y gratuitos (vean sino la escena del túnel), diálogos lentísimos intercalados a martillazos, y unos villanos tan difíciles de que la espichen definitivamente como Terminator (sólo faltaba que aún después de muertos, saliera su brazo reptando).

 

El corredor del laberinto: La cura mortal

"Dicen que de momento el único reboot previsto es el de Crepúsculo"

 

Sin contar claro, que todo lo visto en esta película es intercambiable con lo visto en sus sagas mellizas pareciéndose como Zipi se parece a Zape y viceversa. En Los juegos del hambre el objetivo a batir es el Capitolio representado por Donald Sutherland, en Divergente es el Consejo representado por Kate Winslet, y en El corredor del laberinto, oh originalidad, es CRUEL representado por Patricia Clarkson. De hecho me apostaría mi cómic de “V de vendetta” (eso sí que es un futuro distópico comme il faut), a que si nos cuelan en medio el metraje secuencias de los ataques finales al Capitolio de Los juegos del hambre o al Consejo de Divergente, nos lo comeríamos con patatas sin notar la diferencia.

Sólo es destacable la secuencia prólogo, una action piece motorizada espectacular dirigida con buen pulso, que salvando las distancias nos recordará los mejores momentos de sagas como Mad Max o Fast & Furious. Un espejismo. Tan pronto como se acaba esta escena, nos quedan por delante 120 inacabables minutos hasta el final definitivo, que encima intentan disfrazar de emotivo recordando a los personajes ausentes (introducción de dos dedos en la garganta para provocar el vómito). Aunque lo damos por bueno porque con este final concluye la saga, y con ella diez años de ridículo “fantasteen”. Lo conseguimos. Hemos sobrevivido a él sin forrarnos ninguna carpeta con fotos de guapitos de cara.

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Congelada en carbonita

INF VNV 2

Recomendada por Kuato a: niñitas preadolescentes que aún les queden espacio en la carpeta para forrar.

No recomendada por Kuato a: quien con el primer Crepúsculo de hace diez años tenga suficiente de “fantasteen”.

Ego-Tour de luxe por: el balconing extremo que se cascan los protas. Lástima que todos acertaran el agua.

Atmósfera turbínea por: la milagrosa resurrección de un personaje del pasado. Creía que sólo Drácula volvía de la tumba, pero ya veo que estaba equivocado.

 

EL CORREDOR DEL LABERINTO: LA CURA MORTAL. "Maze Runner: The Death Cure" (2018). Director: Wes Ball. Guión: T.S. Nowlin. Reparto: Dylan O'Brien, Kaya Scodelario, Thomas Brodie-Sangster, Walton Goggins, Giancarlo Esposito, Patricia Clarkson y Barry Pepper. Estreno en Venusville: 26/01/2018.

 

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