EL ELEGIDO entrevista a Antonio Chavarrías: Elegido para la gloria

**"Aunque los hechos históricos sean reales, El elegido es ante todo una película de ficción"**

■ CINES VERDI, BARCELONA, 31/08/2016. Con Antonio Chavarrías tengo un vínculo extracinematográfico que tengo a bien de contarles, y es que por razones familiares acudo con cierta frecuencia al inmueble del ensanche barcelonés donde él tiene su productora, Oberon Cinematográfica. Por eso de tanto en tanto coincidimos entrando o saliendo y aprovecho para preguntarle qué tal van sus producciones y sus proyectos como director. Antonio Chavarrías siempre sonríe y responde con optimismo, incluso alguna vez me obsequia con alguna primicia sobre sus trabajos. Por eso cuando le entrevisto a raíz de una presentación como director, es como si continuáramos con una de nuestras conversaciones informales de ascensor. Sólo nos falta comentar lo que tardan en acabar la restauración de la fachada y lo antipática que es la vecina del tercero.

-Me comentaste cuando presentaste Dictado que tenías ganas de dirigir más pero que no podías porque la producción te absorbía demasiado. ¿Significa El elegido que has vuelto totalmente a la dirección?

-He vuelto bastante, mis actividades principales vuelven a ser escribir y dirigir. Aún tengo una presencia importante en la productora, pero sí, he conseguido volver. El elegido además es una película tan compleja que no podría haberla combinado con la producción de otras películas.

-¿Qué tal el rodaje? ¿Muy jodido?

-Fue complejo... Estuve mucho tiempo documentándome, hablando con gente y leyendo libros, y como se rodaba en México y en Barcelona habiendo un equipo allí y otro aquí, y es de época, la coordinación de todo el proceso fue muy compleja.

-¿Tuviste en cuenta El asesinato de Trotsky, la peli de Joseph Losey con Richard Burton y Alain Delon de 1972?

-La vi en su momento y la volví a ver, pero va por otro camino y no incidió en lo que yo estaba escribiendo.

-¿Qué es lo que te interesaba exactamente del asesinato de Trotsky?

-Cuando empezaba a cerrar el guión vi que todo iba hacia Ramón Mercader. Pensaba que era el personaje más interesante de todos dramáticamente (históricamente es Trotsky), y además era el que permitía repartir más juego, dar un mejor conocimiento de lo que había ocurrido, por eso la película está centrada en su figura.

-¿Y qué me dices del título? Hay mil películas con una profecía que tienen un "elegido" rollo Matrix con Neo, por ejemplo...

-No lo había pensado desde esta perspectiva (risas). Escoger un título siempre es complejo. Debatimos si poníamos el nombre de Trotsky o algo sobre su asesinato en el título, y se decidió que no porque pensamos que era un poco reduccionista. Pensamos que teníamos que abrir un poco más la historia y situarla en un territorio de ficción, porque aunque los personajes y los hechos históricos sean reales, ésta es ante todo una película de ficción.

Por suerte para el guionista hay muchas lagunas en toda esta historia y nunca sabremos qué relación tenía realmente con la chica o con su madre, y nunca sabremos cómo pasaron realmente las cosas. Esto da mucho juego al guionista para reinventar lo que pasó. Por eso huimos de encasillarlo en el asesinato de Trotsky... Sabíamos también que cuando se estrenara la película toda la prensa hablaría de Trotsky, por eso no era necesario incluir su nombre en el título.

-¿Cuánto hay de ficción inventada, entonces?

-Pues igual hay un 80 %. Piensa que de toda la parte del CPU no hay rastro escrito porque eran espías (risas), no levantaban actas de lo que hacían. Se dice que cuando murió Stalin se destruyeron muchos archivos y uno debería ser todo lo relacionado con Trotsky. Pero sí que hay pistas. Sabemos que la madre fue a verlo al frente y que es cuando le captó, pero no sabemos lo que hablaron, no sabemos cómo le entrenaron. Sabemos dónde supuestamente le entrenaron, a 50 Km. de Moscú, y en qué fechas, pero luego él desaparece y reaparece en París con otra identidad. Es verdad que estuvo en París, es verdad que había una mujer que se llamaba Rudy, que la engañó a ella e hizo de Celestina para acercarla a él, pero nos teníamos que inventar el cómo.

-¿Consideras que has hecho una peli de espías?

-Sí, claro.

-¿Viste pelis de espías clásicas para inspirarte?

-Sí que vi, sobre todo unas pelis norteamericanas de espías de serie B de los años 40 que eran bastante realistas. No recuerdo ningún título, eran de directores no conocidos. Me fijé en cómo se movían, en las jerarquías que había entre ellos, y en el estilo de vida que llevaban, pero nada más.

-Hablemos ahora de los actores. ¿Cómo es que siendo una producción española y siendo Ramon Mercader catalán, has escogido a un actor mexicano para interpretarle?

-Fue uno de los personajes que más costó encontrar. Aparte que buscábamos un buen actor y que fuera físicamente creíble en el personaje, tenía que hablar un inglés casi perfecto, y eso descartó de salida casi todos los actores españoles. Nos planteamos doblar la parte en inglés, pero quedaba muy raro.

-Alfonso Herrera es además un guapetón del quince... En la peli recuerda a Antonio Banderas en Los reyes del mambo...

-Es que el Ramón real era una persona muy atractiva. En la época encargaron a un criminalista muy reconocido que le investigara e hiciera un estudio sobre él, y la descripción que da es textualmente "la de un actor de cine o un deportista de élite".

-Henry Goodman, el que hace de Trotsky, es el Dr. List de Los Vengadores, Capitán América y Agentes de S.H.I.E.L.D...

-Ni idea, yo lo cogí porque es un gran actor, muy reconocido en teatro de Shakespeare. Ha ganados dos premios Oliviers...

-Y luego Hannah Murray, que es la Gilly de Juego de tronos...

-Tampoco incidió en que la escogiéramos.

-Y la última: lo de dispararle al perro que se ha criado, ¿tiene algo que ver con Kingsman: Servicio Secreto?

-Pues no, no la he visto, no lo sabía...

Quizás si Ramón Mercader no se hubiera atrevido a hacerlo como sucede en Kingsman, le hubieran dado un nombre de caballero de la Mesa Redonda como nombre en clave...