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EL VIENTO SE LEVANTA crítica: Despedida y cierre

   

Despedida y cierre

El maestro Hayao Miyazaki se despide en
avión con una de sus películas más sentidas

Por Beto

 

<Parece que ésta va a ser la definitiva, y si alguna intervención divina no lo evita, el genial Hayao Miyazaki dejará de maravillarnos con sus obras maestras. Mi vecino Totoro, El castillo ambulante, El viaje de Chihiro… cada película de Miyazaki ha sido una experiencia inolvidable, tanto visual como sentimentalmente (la sensación de salir feliz y relajado tras sus proyecciones no me ha sucedido con nadie más, y no sean mal pensados, que les conozco). Para despedirse, Miyazaki ha escogido una historia verídica, en concreto la vida de Jiro Horikoshi, el ingeniero aeronáutico japonés que revolucionó la aviación japonesa y cuyos diseños fructificaron en la creación del famoso caza Zero que utilizó Japón en la Segunda Guerra Mundial. Miyazaki explora tanto su faceta creativa como su vida personal.

 

"Tu único motivo para diseñar el caza Zero es que Spielberg filme El imperio del sol"

 

   Tal vez sabiendo que ésta sería su última película, Miyazaki se ha dado el gustazo de recrear la vida de un personaje real, a diferencia de toda su filmografía anterior; y qué mejor forma que hacerlo hablando de aviones, una de sus grandes debilidades (de hecho, El viento se levanta está basada en un manga creado por el mismo Miyazaki sobre la vida de Horikoshi). El hecho de que la película esté basada en una historia real, y sobre todo, al desarrollarse en un entorno más bien oscuro tanto a nivel social (el trasfondo de la Segunda Guerra Mundial y la desgracia del terremoto de Kanto) como personal (sus problemas visuales que le impidieron ser piloto y que le marcaron de por vida, intentando rellenar ese vacío con el diseño de aviones, o su complicada relación con Nahoko, una chica enferma de tuberculosis) hace que la película no esté tan orientada al público infantil. Precisamente este último punto, el de su tortuosa relación amorosa, es la parte que más chirría de la historia, ya que carece de punch y diríamos que es hasta tediosa. De hecho, la película en su conjunto tiene un ritmo más lento que sus antecesoras, aunque habitualmente Miyazaki no suela caracterizarse por la celeridad en sus historias.

 

  "La calidad de animación es espectacular, superando de nuevo lo que parecía insuperable en sus anteriores trabajos"  

 

   Pero amigos, la historia cambia radicalmente cuando Horikoshi deja volar la imaginación para desplazarse a un mundo de fantasía, donde las ideas para sus futuros proyectos fluyen libres, siempre acompañado de personajes singulares, como el constructor de aviones Giovanni Caproni, el cual le aconseja y orienta imaginariamente en sus proyectos y gracias al cual da rienda suelta a sus sueños. Recomiendo no parpadear durante los fotogramas en que aparece el mega-avión en que viaja Caproni, una burrada de trasto que deja al dirigible Hindenburg a la altura del betún. En este escenario es donde el imaginario de Miyazaki se muestra en todo su esplendor, estando a la altura e incluso superando técnicamente a obras maestras como las mencionadas anteriormente. La calidad de animación es espectacular, superando de nuevo lo que parecía insuperable en sus anteriores trabajos; la paleta de colores es deslumbrante y la música, elemento indispensable en toda su filmografía, vuelve a jugar un papel fundamental a la hora de dotar de mayor emotividad sus creaciones. Aquí es donde nos gana definitivamente de nuevo el maestro nipón.

 

"¿Lo ves? Gracias a El imperio del sol Christian Bale ha llegado a Batman"

 

   De todas formas, no deja de ser curioso que Miyazaki, declarado abiertamente pacifista, se haya decantado por dedicarle este film a Jiro Horikoshi, ya que si bien éste nos es presentado como un buen tipo en el cual la ilusión por diseñar aviones superaba las posibles reticencias que pudiese tener al respecto de la utilización bélica de sus creaciones, en realidad no deja de ser consciente de lo que representarán en la contienda. De hecho, hay una escena en la que charla con un alemán abiertamente sobre estos temas, y éste le comenta que los países de ambos se dirigen al más absoluto desastre siguiendo por ese camino, de ahí que no quede muy clara la bondad del ingeniero aeronáutico. Pero con el espectáculo visual planteado por Miyazaki todo lo demás queda relegado a un segundo plano. Hasta siempre, maestro./>

 

 
INFORME VENUSVILLE
     
 
Sentencia Quaid:
Copas de yate
     
     
 

Recomendada por Kuato a: todos los seguidores de Miyazaki. Y qué narices, para los que no lo sean también. Esta última lección de cine de animación bien vale la pena.

     
 

No recomendada por Kuato a: los anti-tabaco. El revuelo que se montó en Japón con el nivel de nicotina consumido en la película. ¡Vaya ejemplo para los niños!.

     
 

Ego-Tour de luxe por: el episodio del terremoto de Kanto. Una recreación espectacular sin que haga falta el imaginario de Miyazaki para obtener un gran resultado.

     
 

Atmósfera turbínea por: el melodrama de la relación con Nahoko, más propio de series como Marco o Heidi que no de Miyazaki.

 

 

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1 Respuesta

  1. Anónimo
    Hay que relacionar la vida de<br />Hay que relacionar la vida de Horikoshi con la realidad de la época. Un país atrasado en muchos aspectos que veía en el desarrollo militar su salida. No haber desempeñado su papel sería como una traición a sí mismo y a los suyos. No es coincidencia que en el imaginario japonés el steam-punk con sus avances tecnológicos en un ambiente que por otro lado parecería sacado de la edad media sea uno de los temas recurrentes.

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