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ETERNAL crítica: Este cuerpo no es el mío

Ben Kingsley se va al cuerpo de Ryan Reynolds a ver si así puede tirarse a su ex Scarlett Johansson

RAY ZETA

A priori, un equipo formado pot Tarsem Singh y los hermanos David y Àlex Pastor, se antoja tan incompatible como uno formado por la Princesa Galleta y Triki, el monstruo de las galletas. Los hermanos de Barcelona han hecho gala en sus dos largometrajes realizados hasta el momento (Infectados y Los últimos días) de una ciencia ficción sucia situada en parajes abandonados con más mugre y tíos feos (sea por pústulas o por barbas) que en una película de Terry Gilliam con recortes de presupuesto. Tarsem Singh en cambio es todo lo contrario. Tarsem Singh es la fastuosidad, la grandilocuencia y la majestuosidad de la belleza de la puesta de escena como ha demostrado en todas sus películas hasta la fecha (La celda, The Fall, Immortals y Mirror Mirror).

Por eso, que ambas partes coincidan (los Pastor como guionistas y Tarsem Singh como director) en un thriller de serie B tan anodino como Eternal, si más no sorprende. Y más aún cuando en toda la peli no hay ni por asomo absolutamente ningún rasgo característico de ninguno de ellos. Un multimillonario ya mayor con cáncer terminal contrata una empresa médica secreta para que le trasladen a un cuerpo joven y evitar así la muerte. Esa es la premisa. ¿Recuerdan Freejack: Sin identidad? Pues esto es más o menos lo mismo pero estando en el mismo tiempo, ya que en la peli protagonizada por Emilio Estevez (por cierto, ¿alguien le ha visto últimamente), los cuerpos se importaban de nuestro presente al futuro.

 

"Ya puestos, podían haberme dado el cuerpo de Hugh Jackman"

 

Una premisa interesante pero malbaratada una vez descubre sus previsibles cartas. Como es de esperar, la empresa médica no es trigo limpio, claro, y el multimillonario viejales canceroso reciclado en un joven atlético y cachas (bueno, todo lo atlético y cachas que pueda estar Ryan Reynolds), se dedicará a investigar hasta llegar al fondo del asunto. Y es ahí cuando la película pierde fuelle. Una vez que el protagonista empieza a ejercer de detective improvisado, la peli transita por mil y un lugares comunes vistos una y mil veces tanto en películas como en series policíacas, hasta el punto de preguntarnos si lo que estamos viendo es una película o un piloto televisivo.

"Una vez que el protagonista empieza a ejercer de detective improvisado, nos preguntamos si lo que estamos viendo es una película o un piloto televisivo"

Nada, absolutamente nada hay en la película algo que recuerde que Tarsem Singh es el director. Quien nos sorprendiera con la dirección artística de La celda, nos extasiara con la fotografía de The Fall, nos embelesara con los cuerpos apolíneos de Immortals, y nos fascinara con el vestuario de Mirror Mirror, nos ofrece aquí una obra mediocre tanto en puesta de escena como en ritmo y acción, sobre todo a partir de su segunda mitad, a lo que el guión de los hermanos Pastor, también alejadísimo de las propuestas que nos habían presentado hasta ahora, no ayuda porque es a partir de ese punto que se inicia su previsibilidad. Y eso que la película tiene toques de cine fantástico, de cine policiaco y de cine de acción.

 

"Entiéndelo, podemos darte un cuerpo nuevo, pero no una filmografía nueva"

 

Salen mad doctors, salen persecuciones y salen tiroteos, pero todo a un nivel tan descafeinado y con tan poca emoción y chicha, que uno no puede evitar repasar la lista de la compra mientras los diferentes pasajes deambulan ante sus ojos. Será que todo el mundo aquí va con el piloto automático puesto, desde los guionistas al director pasando por los actores... en su mayoría. Ben Kingsley como el millonario terminal y Matthew Goode como el mad doctor están bien en sus composiciones, pero una vez más Ryan Reynolds demuestra ser tan inexpresivo como una patata caliente, reafirmando que no tiene la enjundía suficiente para tirar del carro en papeles protagonistas (lo vimos en Green Lantern y ahora le dan Deadpool... en fin...).

Otro punto negro pues en la filmografía de Reynolds (quien ya lleva unos cuantos, Linterna Verde y R.I.P.D. Departamento de Policía Mortal a la cabeza) y primer punto negro tanto para Tarsem Singh como para los hermanos Pastor. Eternal será la típica peli que de aquí unos años encontraremos en la polvorienta estantería de un videoclub de extrarradio junto a pelis de serie B no estrenadas, o la que nos pondrán cuando realicemos un viaje largo en autocar para que echemos la siesta. Freejack: Sin identidad tampoco salió buena, pero al menos la recordamos con simpatía y por eso la tenemos en nuestra devedeteca como peli de culto mala pero divertida. Eternal como mucho la tendremos bajo la pata de la mesa que baila.

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Congelada en carbonita

INF VNV 2

Recomendada por Kuato a: quien sueñe con tener el cuerpo de Ryan Reynolds. Entonces será como tener una fantasía erótica.

No recomendada por Kuato a: quien con los años haya ido cogiéndole simpatía a Freejack: Sin identidad. Eternal es casi lo mismo pero sin resultar divertida ni siquiera por sus errores.

Ego-Tour de luxe por: ¿toda la pasta del mundo y lo que hace el prota para estrenar su nuevo cuerpo es jugar a street basquet con negratas y tirarse tías de barrio? Aquí hay algo que falla...

Atmósfera turbínea por: que ya puestos a escoger nuevo cuerpo, haya sido el de Ryan Reynolds en vez del de Hugh Jackman.

 

ETERNAL. Estreno en Venusville: 17/07/2015

 

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