EVEREST crítica: Gélido riesgo

Con lo bien que se está en el sofá de casa y a Jason Clarke le da en Everest por escalar montañitas

■ RAY ZETA

Vaya por delante que Everest cuenta la historia de una ascensión al pico más alto del mundo que salió mal. Lo cuenta la sinopsis, lo cuentan las fotos y lo cuenta el tráiler, así que no piensen que esta crítica es un macro-spoiler que les va a echar a perder la sorpresa de la peli porque ésta es una peli sin sorpresa. Igual que cuando fuimos a ver Titanic, todos sabíamos que el transatlántico se hundía, esto es lo mismo, Everest se basa en la historia real de una expedición fallida, y ya se han encargado las promos de dejarlo bien clarito. Una expedición formada por semi-aficionados a la escalada en la época (los años 90) en que se pusieron de moda las agencias de aventura que llevaban al Everest a todo aquel que pudiera pagarlo, profesional o no, abarrotándolo hasta el punto de tener que hacer cola durante más una hora para cruzar los pasos estrechos.

Como quien va a la Seguridad Social, se sienta en la sala de espera, y espera que le llamen, vamos, pero escalando en el Himalaya. Precisamente la llegada al Nepal y la preparación es lo mejor de la peli. Con una fotografía que quita el hipo y un entreno que cualquiera diría que es para realizar una misión de guerra suicida tipo El desafío de las águilas o Doce del patíbulo, con unos parlamentos que acojonan más por lo que dicen que por el riesgo de la montaña en sí ("cuando sobrepasemos los 7.000 metros, vuestro cuerpo empezará a morir literalmente", les informan...). Aún así no esperen una peli montañera cañera como Máximo riesgo, Límite vertical o Licencia para matar (la que Clint Easwood escala el Eiger), porque aunque tenga un planteamiento cien por cien comercial, Everest busca más la épica que la acción.

"Viendo a Sylvester Stallone en Máximo riesgo, no parecía tan difícil"

Una épica totalmente fuera de lugar, y de ahí gran parte de las malas críticas que le ha caído a Everest el Festival de Venecia, ya que se enfoca a los personajes como si fueran unos héroes, cuando en realidad son unos ineptos de los que cuando están en el avión caen en la cuenta de que se han dejado la luz del recibidor encendida. Especialmente ridículo es el pasaje de las fotos reales de los miembros de la expedición a modo de homenaje en los créditos finales, como si hubieran protagonizado una gran gesta, sobrevivido a una experiencia traumática (como en ¡Viven! o 127 horas), o salvado de la muerte a 1200 judíos durante la Segunda Guerra Mundial como hizo Schindler (el de la lista). La realidad, la triste realidad, es que son unos escaladores que protagonizan una expedición fallida con consecuencias trágicas, como lamentablemente ocurre tantas veces.

"La ascensión parece tan fácil como subir las escaleras mecánicas de un centro comercial"

Erróneo planteamiento pues Everest, para una película que también acusa fallos en el equilibrio de sus segmentos. La ascensión parece tan fácil como subir las escaleras mecánicas de un centro comercial (parece que la única dificultad existente es la falta de oxígeno que comporta la altitud, sin reparar en ningún momento en la dificultad de la escalada en sí. ¡Que estamos en la montaña más alta del planeta, joder!), y de una escena para otra te cuentan lo jodida que está la expedición en todos los niveles. ¿Ein? ¿Hace un momento estábamos en la cima haciéndonos selfies con cara de mongo, y ahora resulta que estamos todos "chin" trabajo, "chin" luz y "chin" gas? ¿Y encima más por un cúmulo de despropósitos que por el riesgo de la empresa en sí? Pues va a ser que sí, aunque no lo hayan ido mostrando gradualmente como debiera haber sido. Y de ahí a prolongar el descenso hasta lo indecible, exagerando la parte emotiva.

"Aún gracias que no os han puesto glicerina en la mochila como en Límite vertical"

Escenas donde entran en acción por separado Keira Knightley y Robin Wright en su pasivo rol de sufridoras en casa (como los de "Un, dos, tres, responda otra vez", protagonizando más de un diálogo ridículo, mientras los hombres de la película (Jason Clarke, Jake Gyllenhaal y Josh Brolin, ahí es ná), dejan a sus mujercitas para irse de escalada con los amigotes. Sin duda Everest cuenta con uno de los repartos corales más impresionantes de todos los tiempos (aún hay que añadir a Emily Watson y Sam Worthington), aunque no todos tengan la misma cuota de minutos en pantalla (la presencia de Sam Worthington por ejemplo, es puramente testimonial), destacando entre todos ellos Jason Clarke y Jake Gyllenhaal como guía buen tío y guía colgado respectivamente, y no precisamente de una cuerda.

Lástima que no estén también Sylvester Stallone tragándose las montañas como si fueran pirulís como en Máximo riesgo, Chris O'Donnell transportando glicerina en su mochila como en Límite vertical, y Clint Eastwood ejerciendo de asesino profesional como en Licencia para matar. Hubiera resultado una peli más entretenida, más divertida y más emocionante. Tal como ha salido Everest, la salva su buena factura, pero es imposible no pensar que con un montaje que equilibrara sus segmentos y eliminara alguna escena ridícula, hubiera quedado una película la mar de arregladita. Si hubieran salido además Stallone, O'Donnell o Eastwood, le habrían echado más huevos, se habrían cargado la expedición a la espalda, y habrían conseguido que la misión se realizara con éxito. Entonces sí que podríamos hablar de épica.

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Dos Caras Harvey

Recomendada por Kuato a: espectadores incapaces de subir a casa por las escaleras cuando está averiado el ascensor. Everest les inspirará para que lo intenten a la pata coja.

No recomendada por Kuato a: quien espere ver a Sylvester Stallone escalando el Himalaya sin piolet, sin crampones y sin cuerdas.

Ego-Tour de luxe por: el puente colgante que sale al principio de la peli, casi tan impresionante como el de Indiana Jones y el tempo maldito.

Atmósfera turbínea por: que no haya ningún maletín perdido que encontrar, glicerina que enfriar, o un objetivo humano que eliminar.

■ EVEREST. Estreno en Venusville: 18/09/2015