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EXPEDIENTE WARREN: EL CASO ENFIELD crítica: James Wan “Magna Cum Laude”

Secuela de Expediente Warren con el matrimonio Warren gorreando casa gratis en Londres

CASTOR TROY

En el 2013, todo fanático del cine de terror sacó los pañuelos de papel (no piensen mal) para llorar la perdida, cinematográficamente hablando, del director James Wan, ya que después de haber dirigido Expediente Warren e Insidious Capítulo 2, decidió dejar el género de terror al lado para dedicarse a otro tipo de largometrajes, pero por suerte no le fue bien del todo con su aventura de coches locos Fast & Furious 7 (en la que acabó hasta las pelotas de realizar un blockbuster). En Insidious Capítulo 2, única ocasión donde dirigió una secuela de su propia película de terror de éxito, aspiraba a hacer mucho más y a explotar la mitología tan bien realizada de su anterior entrega, pero la aumentó en exceso, complicándolo y sacrificando el núcleo humano de la historia con la familia Lambert. El director tenía una espina clavada con el tema de las secuelas y él mismo decidió volver al género que tantos buenos ratos le ha hecho pasar para presentarnos (ahora sí) Expediente Warren: El caso Enfield.

Comenzando por las tareas de dirección, ya por este simple hecho la película merece ser vista, pues el director vuelve con pasión y fanatismo al género y nos hace recordar que esa fue su casa durante mucho tiempo. Su trabajo con el director de fotografía Don Burguess es sorprendente y eficaz, pues la cámara nunca se mantiene quieta en un sitio, y la cantidad de movimiento y recursos que utilizan (zooms, contrapicados, travellings...) infunden una paranoia maravillosa en una atmósfera que hace que el público esté completamente en tensión y tema constantemente lo que puede haber más allá de lo que capta la cámara. Lo más importante (es de agradecer) es que hay una clara evidencia de cuándo y dónde desatar un buen susto. Wan parece un titiritero, ya que nos tiene cogido de los hilos como una marioneta, nos lleva adonde quiere con la narración, y cuando menos te lo esperas y piensas “aquí no pasa nada”, prepárate para pegar un buen salto en la butaca, porque si se puede resumir en una palabra la película es en la palabra "miedo".

 

Expediente Warren: El caso Enfield: cine de terror

"Con tanto salir en las Insidious y en los Conjurings, ya no sé en qué peli estoy"

 

En un mundo cinematográfico donde parece que se le he perdido el respeto al terror, con completas basuras como Exorcismo en el Vaticano, El bosque de los suicidios y El otro lado de la puerta, en el que es fácil crear alarmas y subir el volumen para conseguir que fluya la adrenalina en el espectador, pero con una historia vacía y unos personajes huecos, el talento de Wan demuestra que se puede realizar algo muy bueno con un material sutil, lento y perturbador, con el que el espectador tiene que pensar y prestar atención, en una manera de no convertirlo en un idiota más como intentaban las anteriores películas mencionadas.

La estructura narrativa se asemeja a la de su predecesora, lo que se podría considerar un aspecto negativo, ya que parece que el guion esté sobre unos carriles marcados que funcionaron muy bien la primera vez y no se quieran arriesgar en la secuela. Con un prólogo en torno a una investigación de los Warren en una casa (no diré cual) muy conocida por los amantes del terror, para dar paso a la vida de la familia Hodgson en Enfield (una madre divorciada con cuatro hijos a su cargo), se nos presentan las actividades paranormales, donde vamos a pasar miedo de verdad, para después traernos de nuevo al matrimonio Warren para intentar salvar a esa familia. Lo bueno de repetir esquemas es que si en la anterior el prólogo era sobre la muñeca chochona Annabelle, la que después no repercutía en nada mas de la narración, los hechos del comienzo sí que conectan aquí con lo que después ocurre en Enfield y establece los grandes temas de la película al mismo tiempo.

"Prepárese para pegar un buen salto en la butaca, porque si se puede resumir en una palabra la película es en la palabra miedo"

Otro aspecto mejorado es que se ha desarrollado la relación entre Ed y Lorraine, quienes si en la anterior parecían simplemente unos salvadores o cazafantasmas, aquí vemos a unas personas que tienen un don y luchan la una por la otra. La química entre Patrick Wilson y Vera Farmiga es excepcional, donde el rendimiento de Farmiga es de especial importancia, ya que esta secuela es más una historia de Lorena que de Ed, no sólo en el sentido de las comunicaciones con el mas allá (donde Lorraine tiene una conexión especial), sino también porque los “habitantes” que putean a la familia Hodgson tienen especial predilección por ella. El problema que tiene esta familia es que está en peligro porque nadie toma una posición de autoridad para creer sus reivindicaciones, por lo que la historia es aún más personal para Lorraine (dado que ella es la primera en ser escéptica) y crea un trasfondo sobre las personas desfavorecidas (víctimas de maltrato) a las que nadie hace el mas mínimo caso. En cuanto a Ed tenemos la eterna lucha entre creyentes y no creyentes mientras se investigan los sucesos.

La estética de la película se encuentra entre dos extremos: el primero basado en la anterior entrega, enfocado en retratar un mundo donde existe lo sobrenatural, y la forma totalmente comparable a la trilogía de Insidious, donde introducen los efectos paranormales a través de los días. En esta secuela tenemos varias escenas que ocurren durante el sueño de alguien, una visión o un plano alternativo a la realidad, aspecto que me hizo torcer la nariz porque parece que hayan calcado esa estética de Insidious porque simplemente les ha ido bien en la otra saga, en lo que veo que han tomado un poco el camino fácil, lo que no me llegó a gustar del todo. La creación por parte del departamento de arte sobre la década de los 70 en la que ocurre el caso Enfield rinde homenaje a la estética de El exorcista y también homenajea a una de las películas que más sorprendieron el año pasado: The Badadook (cuando vean la película sabrán porqué).

 

Expediente Warren: El caso Enfield: cine de terror

"Prómeteme que si haces Insidious Capítulo 4 me dejarás interpretar a tu esposa"

 

Uno de los problemas que se le pueden achacar a esta película es que a través de los tres actos donde transcurre la historia, el primero fluye a un ritmo sorprendentemente rápido, en el que se incluye posiblemente la mejor escena de terror de los últimos tiempos que hará pasarlo mal hasta al veterano más curtido en este tipo de películas, de la que sólo comentaré que a quien haya estudiado en una escuela de monjas le va a traer "gratos" recuerdos. Sin embargo el segundo acto tiene un bajón importante, con alguna escena metida con calzador que podría haber sido cortada en la sala de montaje, ya que estamos ante la película más larga de su director (130 minutos), y tanto excederse en aspectos poco importantes es el peso que provoca que no estemos ante una película de diez. Claramente en el tercer acto vuelven a poner toda la carne en el asador para ofrecernos un mal rato, en el que incluso después de haber visto la película la  cabeza seguirá pensando en los conceptos reales que ocurrieron de verdad en la historia en Enfield. Respecto a lo que pasó realmente en esa casa y lo que se cuenta en la película, también tenemos un pequeño tirón de orejas para Wan y sus guionistas, porque si uno lee el caso real, verá que los Warren estuvieron solo dos días en Inglaterra estudiando el caso, para hacerse la foto y después irse, así que llamarlo un caso de Ed y Lorraine Warren es excesivo, pero de no ser así no habríamos tenido secuela, así que mejor me callo sobre este tema.

Expediente Warren: El caso Enfield es la mejor película de miedo que yo he visto en los últimos tiempos, donde James Wan se convierte en un maestro del terror (con lo que ya le pueden llevar al Salón de la Fama) en una historia que te atrapará desde el primer momento, con una fotografía y una música que crean una ambientación única, donde el espectador vivirá una completa atracción terrorífica en la que (lo dice alguien curtido en mil batallas) va a pasar un mal rato, con una química  por parte de Wilson y Farmiga que solo se puede definir como brutal, y donde el exceso de duración del segundo acto y cierto “camino fácil” para ciertas escenas hacen que no sea merecedora de la más alta puntuación.

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Copas de yate

INF VNV 4

Recomendada por Kuato a: quien sea fan del trabajo de James Wan, al que le guste el cine de terror “del güeno” o al masoquista que quiera pasarlo verdaderamente mal viendo la película.

No recomendada por Kuato a: personas que tengan problemas de corazón o al grupofanático de It Follows o La bruja, películas donde el terror se cocina a fuego lento. Aquí las cosas van más rápidas.

Ego-Tour de luxe por: el guiño inicial a cierta casa encantada, la escena que tiene Lorraine en su propio hogar, el tramo final que no da tregua al espectador, y la química de los dos actores principales.

Atmosfera turbínea por: el tráiler que te destripa demasiados “sustos”, el ritmo irregular del segundo acto, y alguna que otra copia a Insidious.

 

EXPEDIENTE WARREN: EL CASO ENFIELD. Estreno en Venusville: 17/06/2016

 

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