FAST & FURIOUS 5 crítica: Diesel`s Eleven

Diesel`s Eleven

Vin Diesel planea un robo para desplumar a un gangster,
pero vistiendo camisetas Imperio en vez de smoquing

Por Ray Zeta

<Poco nos imaginamos hace ahora diez años, cuando al final de A todo gas Paul Walker deja escapar a Vin Diesel con la frase “Te debía un coche de de diez segundos”, que The Fast & the Furious se convertiría en una franquicia de lo más puntera en el cine de acción del futuro. Y más aún viendo la irregular evolución que ha seguido su producción: un primer episodio con los citados Paul Walker y Vin Diesel de protagonistas; un segundo episodio con solo Paul Walker (ante la negativa de Vin Diesel, éste fue substituido por Tyrese Gibson); un tercero sin ninguno de los dos que no vaticinaba nada bueno; un cuarto que para sorpresa de todos volvió a reunir al tándem protagonista original con aires renovados; y ahora este quinto y de momento último que lo continúa, mientras el sexto se fabrica en el taller.

Acertado golpe de volante que ha hecho crecer la saga hasta convertirla en un auténtico revienta-taquillas además de revienta-llantas. Del producto de clara serie B sobre tíos macarras que pilotan coches tuneados en carreras ilegales adornadas con tías buenas y amenizadas con temas de reggaetón, destinado principalmente como el primer capítulo a los “nengs de Castefa” de los barrios de extrarradio de las grandes ciudades, se ha pasado a un cine de acción más genérico de clara serie A pensado para el gran público y no sólo para los frikis del motor capaces de identificar todos y cada uno de los modelos que aquí aparecen.

"Todos habéis visto Ocean`s Eleven, ¿no? Pues esto es lo mismo en versión macarra"

Las carreras ilegales, los macarras, y las tías buenas citadas que mueven el culo a ritmo de salsa machacona, han sido substituidas con buen criterio por casos policiacos con narcotraficantes a lo Dos policías rebeldes y Corrupción en Miami con subtramas inspiradas en otras fuentes, en los que los deportivos tuneados, otrora marca de la casa, han quedado relegados a un segundo plano (ahora incluso los carteles muestran tiroteos en vez de carreras). Este quinto episodio, sin ir más lejos, es un calco descarado de Ocean’s Eleven versión quincorra, en el que deben dar un palo en Río de Janeiro consistente en robar hasta el último real de los multimillonarios fondos del narco más poderoso de Brasil (pero vistiendo camisetas Imperio marcabíceps en lugar de smoking).

Aún así, el producto sigue manteniendo su esencia con una piedra angular formada por escenas de acción motorizadas, múltiples referencias a episodios anteriores, y personajes secundarios viejos conocidos de la saga, aquí reciclados en banda de ladrones para dar el mencionado golpe: Tyrese Gibson (de la 2), Chris Ludakris (también de la 2), el japonés Sung Kang (de la 3 y la 4), Gal Gadot (la maciza que tontea en la 4 con Vin Diesel para ponerlo cachondo, consiguiendo ponernos cachondos a todos menos a él), los dos puertorriqueños que están continuamente discutiendo como buena pareja de loquitas (4), Matt Schulze (el miembro de la banda más antipático de la 1), y un continuo recuerdo a Michelle Rodriguez representado en el crucifijo que le deja a Vin Diesel en la 4.

"Las carreras ilegales, los macarras, y las tías buenas que mueven el culo a ritmo de salsa machacona, han sido substituidas por casos policiacos con narcotraficantes"

Y sobresaliendo entre todos ellos, cómo no, el guapito Paul Walker con su eterna cara de acelga (iba para sucesor de Steve McQueen, decían, y se ha quedado como el de Terence Hill), y el macarra Vin Diesel más musculado, hinchado (¿y esteroideizado?) que nunca, protagonizando como apuntaba una trama de atraco perfecto que podría perfectamente titularse “Ocean’s Fourteen”, ya que sigue a pies juntillas la estructura típica del género ladronil (eso de fichar a los miembros de la banda uno a uno, citarlos en un garaje, explicarles con la ayuda de una maqueta el plan –un plan imposible, claro-, que hace flipar a todos por su dificultad, y acabar con todas las quejas, reclamaciones y reproches del grupo afirmando tajantemente “Vamos a hacerlo”…).

Bueno, que podría titularse “Ocean’s Fourteen” o “El Equipo A 2”, porque es digno de mención la facilidad con la que van solucionando las dificultades de tan imposible plan (no les pongo ningún ejemplo que luego nos acusan de espoileadores. Fíjense sólo en cómo consiguen las huellas digitales del mafioso). Nimiedades todo ello si tenemos en cuenta que la peli es como su anterior episodio una obra cien por cien trepidante, cien por cien cañera, y cien por cien adrenalítica, con unas escenas de acción (el prólogo en el tren es sencillamente espectacular, y qué decir del clímax, con una persecución automovilística que deja en evidencia a la de Ronin y en la que se destroza tanto mobiliario urbano como en Dos policías rebeldes 2), que la convierten en la mejor peli de acción en lo que va de temporada, mostrándose muy superior a títulos recientes de pesos pesados del género como Los mercenarios (Syvester Stallone), Sed de venganza (Dwayne Johnson) o The Mechanic (Jason Statham).

"Si cuentas el chiste de `qué mecha tan corta para tanta dinamita`, que sepas que no hace gracia"

Y encima con unos detallitos que son un auténtico regalo para el disfrute de los sentidos de los espectadores más friki-mitómanos: la presencia de Joaquim de Almeida repitiendo por enésima vez el personaje de narco, la presentación de una más que fibrada Elsa Pataky como poli brasileña (debía acompañar a su maridito Chris Hemsworth al gimnasio cuando éste se preparaba para hacer de Thor), que todo hay que decirlo, queda la mar de bien, y el fichaje de Dwayne Johnson como agente de la DEA, robando cada uno de los planos en los que sale hasta relevarse como el puto amo de la función.

Ah, qué gozada verlo destilando chulería a raudales (vean la escena en la desenfunda su arma ante los pistoleros de las favelas. Sencillamente brutal), y compitiendo en musculitos y cráneo pelado con Vin Diesel… Dwayne Johson y Vin Diesel frente a frente, lo que siempre quisimos ver, como Kirk Douglas con Burt Lancaster, Paul Newman con Robert Redford, Robert De Niro con Al Pacino… Ya sea dándose de cazos en una pelea antológica imposible erigida en clásico instantáneo (como el T-800 contra el T-1000 pero tan divertida como la que mantienen Danny Trejo y Steven Seagal a machetazos en Machete), o mostrando un primer plano de sus bíceps cuando uno ayuda a levantarse al otro, igualito que cuando se saludan Arnold Schwarzenegger y Carl Weathers en Depredador… Motivo suficiente para pagar la entrada, abrir la boca y babear hasta inundar la sala, y ser incapaces de cerrarla ni siquiera cuando la peli finaliza, debido a la escena sorpresa que aparece tras los títulos de créditos finales. Avisados quedan./>

INFORME VENUSVILLE

		Sentencia Quaid: Venus Hall of Fame



		Recomendada por Kuato a: a los que prefieran ver pelis de narcos vestidos con trajes de Armani y zapatos Lotusse, a “nengs” en chándal y bambas Paredes.

		No recomendada por Kuato a: los que detesten el reggaeton. Por mucho que se aumente el presupuesto, por mucho que se renueve la saga, es la música que para nuestra desgracia sigue formando la banda sonora.

		Ego-Tour de luxe por: la pelea de Vin Diesel y Dwayne Johnson. ¡Pero es que ni La Cosa contra La Masa! Inadmisible que Sylvester Stallone no los tenga en cuenta para *Los mercenarios 2*.

		Atmósfera turbínea por: que saliendo Elsa Pataky de poli, ya puestos no salgan también compañeras suyas de *Al salir de clase* como Pilar López de Ayala o Leticia Dolera formando un trío de ángeles de Charlie versión mostoleña.