SITGES 2011: ANOTHER EARTH rueda: Otra rueda

Otra rueda

Mike Cahill ondea su melena al viento para darnos su
visión sobre la ciencia ficción y la condición humana

Por Ray Zeta

<Mike Cahill es un tío agradable, simpático y extrovertido, muy extrovertido. Tanto, que viéndolo en la rueda de prensa riendo mientras chaporrea alguna palabra de español con un look clavadito al que llevaba Eric Stolz en Pulp Fiction como el camello Lance, y dándole golpecitos amistosos en la espalda a Ángel Sala, director del festival, cuesta relacionarlo como director con una película tan sobria y de sentimientos tan contenidos como es Otra Tierra.

Una película tan contenida según sus palabras debido al poco presupuesto que contó para hacerla. Tan poco que empezó incluso a rodarla sin dinero, “con una cámara, cinco dólares, mucha pasión y la ayuda de familiares y amigos”. Pese a vivir en Los Ángeles se trasladó en Connecticut a casa de su madre, y fue allí donde encontró el poco presupuesto que necesitaba. “Nunca busqué hacer algo comercial sino algo que tuviera un sentido profundo, de esa manera encontré un productor que le interesó el proyecto precisamente porque no tenía vocación comercial”.

"Es que mi verdadero nombre es Mike Stolz Cahill"

¿Por esa razón ni siquiera sale el videojuego al que juegan los protagonistas? “Es que tienes dos opciones, conseguir los derechos del videojuego, lo que doblaría el presupuesto, o crear un videojuego, lo que triplicaría el presupuesto. Como la película está centrada en los personajes era mucho más interesante ver las caras de ellos, pero es cierto, no pudimos permitirnos el videojuego”.

"Al final de los títulos de crédito las dos Tierras chocan en una gran explosión a lo Michael Bay"

Ya digo, un tipo simpático, este Mike Cahill, capaz de responder bromeando si la pregunta lo requiere, como la de si aunque no salga en la película, Tierra 2 acaba chocando y destruyendo Tierra 1 (“Sí, al final de los títulos de crédito las dos Tierras chocan en una gran explosión a lo Michael Bay”, ha respondido riendo), en serio como cuando se le ha preguntado si en su caso la ciencia ficción es el pretexto para explicar una historia de condición humana (“Es que últimamente parece que la ciencia ficción ha sido secuestrada por los efectos especiales, y así no se consigue el máximo nivel de emoción”…), o de ponerse profundo: “El hecho de que haya otra Tierra es para enviar un mensaje de cierta esperanza. En realidad estamos en este mundo solos, nacemos, conocemos el mundo y morimos solos, por eso la idea de que haya otro yo nuestro en otra Tierra expresa un deseo de paz y de auto empatía”.

"Y en los créditos finales de la secuela pondré un Transformer"

Un cineasta que tiene claro que quiere seguir por el mismo camino de retratar la condición humana con la ciencia ficción como fondo, no en vano para Otra Tierra confiesa haber tenido como referente La doble vida de Verónica, de Krzysztof Kieslowski, que ya planteaba la idea del doble y de relacionarlos de una manera muy mágica, y se declara absoluto fan de toda la vida de la literatura fantástica. Los libros que salen en la película, sin ir más lejos, como uno de Isaac Asimov, son de su propia colección, siendo Ray Bradbury su escritor favorito por contar historias que también hablan de la condición humana.

Y por eso mismo en sus dos próximos proyectos volverá a combinar realidad con elementos fantásticos: uno irá sobre la reencarnación, y otro sobre un diseñador de moda que vive debajo del mar (¿?).

Tanto que le gusta la ciencia ficción, y yendo en cierta manera su película sobre viajes espaciales, ¿podría ser que de pequeño quisiera ser astronauta? “No”, responde tajantemente, “quería ser director de cine”.

Ya digo, Mike Cahill es un director que lo tiene claro./>