SITGES 2015 día 1: Víctimas y verdugos

Martyrs; La bruja; Absolutely Anything; Entertainment; What We Become; Summer Camp

■ CHEMA PAMUNDI

Empieza Sitges 2015; y empieza con una de sus escenas clásicas: un retraso de más de media hora ya desde la primera sesión del Auditori, y Carlos Pumares bramando al respecto en la cola de prensa. Sí, no hay duda. Estoy de nuevo en casa…

La gran novedad del festival de este año es sin duda la reapertura de la sala Tramuntana, en el interior del propio Hotel Melià. Fue una iniciativa que se probó como experimento hace tres o cuatro ediciones y que no había vuelto a llevarse a cabo. Al menos yo la echaba de menos, sobre todo desde la desaparición de mi querida sala de proyecciones (quienes se hayan leído mis crónicas de otros años sabrán el notable partido que le sacaba). A la Tramuntana se le pueden poner mil y una pegas como sala de cine: la pantalla es pequeña y tiene una visibilidad de mierda desde los laterales, los subtítulos son incómodos, las hileras de butacas carecen del más mínimo desnivel (a la que te toca un pelo-micro justo delante te tienes que poner a hacer la jirafa para ver bien), no tiene lavabo, suele oler a cuco y a menudo sus colas se mezclan con las del Auditori y se arma lío (gente que acaba en la cola equivocada).

Pero contra eso, ofrece una ventaja ganadora de órdago: más películas. La sala Tramuntana ha liquidado de un plumazo el problema de los tickets y de las tardes desocupadas. Si tienes acreditación, puedes estar viendo pases todo el puñetero día, hasta entrada la madrugada. El problema ahora es justo el contrario, saber cuándo parar. Yo por ejemplo no sé hacerlo, soy como un niño con barra libre en una tienda de caramelos. Conclusión: sólo estamos en la jornada inaugural y ya he visto seis películas. Así no hay Dios que coma ni duerma. A ver cómo sobrevivo a los próximos nueve días…

En sus puestos, listos, ya... ¡Empieza Sitges 2015!

MARTYRS (Kevin y Michael Goet. E.U.A., 2015)

Trailer, fotos, sinopsis y ficha

Mi festival empieza con el remake americano de Martyrs (Kevin y Michael Goet. E.U.A. 2015), dirigido por los hermanos Goetz. No sé si cabe hablar de decepción con una película que, por los problemas de rodaje que ha tenido, las mil y una reescrituras de guión que ha sufrido, los cambios de director y los siete años transcurridos desde el estreno de la cinta original de Pascal Laugier, había perdido hace ya mucho casi toda su razón de ser como proyecto. De todos modos, hace tanto que el cine de horror extremo no produce una obra mayor, que todos andábamos cruzando los dedos para que, por algún milagro, esta relectura aportase algo de savia nueva. Pues ni por asomo.

A ver, yo he de reconocer que nunca me he contado entre la legión de fans que consideran la película del 2008 una obra capital del género (y la carrera posterior de Laugier me ha confirmado que no es ni mucho menos un genio), pero sí que le voy a reconocer dos cosas: que en su día resultó rabiosamente original y que es loquísima a todos los niveles. Pero claro, si le rebajamos el nivel de locura y originalidad a cambio de una narración más clásica, estándar y masticable para el fandom americano, lo que nos queda es... el presente remake. Una película irrelevante (esa es su mayor traición al original), que además estropea la historia con un desvío hacia lo trillado en su segunda mitad (los 20 minutos de palizas ininterrumpidas a la protagonista, que eran fundamentales para histerizar al espectador y entender de qué iba todo, han sido sustituidos por una serie de tonterías off-screen sin la menor capacidad de shock) y remata el desastre con un final cobarde. Es decir, que empiezo el festival con una pérdida de tiempo.

"Como Pascal Laugier haga un remake con Jessica Biel en mi papel, se lo clavo"

LA BRUJA (Robert Eggers. Canadá-E.U.A., 2015)

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Tras Martyrs toca otro plato fuerte: La bruja, que se revela como la primera obra mayor de Sitges 2015. Una historia de brujería en la Nueva Inglaterra del siglo XVII absolutamente despampanante en cuanto a fotografía, montaje, puesta en escena, banda sonora (ASÍ es como se tiene que usar la música en el cine de terror, joder), interpretaciones e incluso diría que en su guión, honesto de principio a fin, sugiriendo antes que mostrando, no intentando explicar “lo fantástico” (de hecho, explica bien poquito) y sin giros sorpresa ni trampas al espectador: la historia te lleva desde el “punto A” hasta el “punto B” con una contundencia que no hace prisioneros. Sus mejores momentos son esos planazos fríos, húmedos y ominosos que remiten al Dreyer de Dies Irae, al Werner Herzog más naturalista o al Nicholas Winding Refn de Valhalla Rising. Quizás en su último tramo se deja llevar por algún que otro efectismo que particularmente a mí no me hacía falta, pero eso sirve para empaquetar la narración con un certero torpedazo bajo la línea de flotación a la religión católica. “¡Viva el mal!”, que diría la Bruja Avería.

"Si eres una bruja, recita sin equivocarte 'Treguna Mecoides Trecorum Satisdi'"

ABSOLUTELY ANYTHING (Terry Jones. G.B.-E.U.A., 2015)

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Salgo de la sala y vuelvo automáticamente a ponerme en la cola, como los críos en los tiovivos. Ahora toca Absolutamente todo, comedia del ex-Monty Python Terry Jones, cuya filmografía en solitario ha demostrado que es mucho más “ex” que “Monty Python” (así de memoria sólo salvo la ya muy lejana Erik el vikingo). A Absolutamente todo no la salva ni un esforzado Simon Peg tirando de todo su catálogo de cucamonas. Es una comedia fantástica (con “chico encuentra chica” de fondo) lastimosamente estándar, estilo Como Dios (pero en peor), con una realización mediocre, y un encadenado de gags nivel "La hora de José Mota" que dan un poco de cosica. Sí, el perro que habla con la voz de Robin Williams tiene dos o tres chistes graciosos, pero que los animales parlantes son divertidos es algo que ya se sabía desde que se inventó el cine sonoro. Lo más divertido del pase han sido la media docena de fanboys autoengañados que había en la sala, riéndose de gags que no tenían gracia, así como intentando animar muy fuerte a la película, a ver si despegaba. Entrañables.

"¡Retira ahora mismo que La bestia del reino está mejor dirigida que La vida de Brian!"

ENTERTAINMENT (Rick Alverson. E.U.A., 2015)

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Tras haberme cascado algo tan infumable necesito desengrasar, así que me salto limpiamente el multitudinario pase de Mr. Right de Paco Cabezas en la sala Tramuntana (si es un mierdón como su anterior Tokarev no quiero estar presente), y me voy al pueblo a ver Entertainment, rareza indie del director Rick Alverson. Somos cuatro gatos, así que la cosa es un win/win, porque si resulta ser buena pareceré el más listo de la clase, y si resulta ser mala me pegaré una siestaza la mar de ancho en las renovadas y cómodas butacas del cine Prado. Oye, pues resulta que me ha gustado. La historia de Entertainment sigue al posiblemente peor humorista de escenario del mundo (piensen en Tony Clifton, el alter ego de Andy Kaufman en Man on the Moon y empeórenlo cien veces), en una gira por diversos tugurios de la América profunda (su asistencia de público más nutrida la logra un día que actúa en una cárcel). Es un estudio demoledor sobre el patetismo, el tedio, el fracaso y la naturaleza esquiva del talento, filmado desde la contención más absoluta y la repetición constante de escenas similares que caen como martillazos de lástima sobre la cabeza del espectador. Como si Paul Thomas Anderson filmase a Arévalo intentando replicar los Ultrashows de Miguel Noguera (oye… pues eso es algo que alguien debería filmar; yo desde luego pagaría por verlo). Entertainment no gustará a casi nadie, pero a mí, que mojo pan en lo rarito, me ha dejado del revés.

"¿Saben aquel que diu?"

WHAT WE BECOME (Bo Mikelsen. Dinamarca, 2015)

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Completo este día de locos con dos películas que sólo merece la pena reseñar de pasada. La una, What We Become, es como una versión danesa de un capítulo de The Walking Dead, con todo lo que eso tiene de inane. La misma historia de apocalipsis zombie vista ya mil veces, y mil veces mejor hecha (que si el grupo de personajes encerrados en una casa, que si hay que salir a buscar víveres, que si la niña de pronto está tosiendo raro, que si los zombies pican en los tablones de las ventanas…).

"No llores, la sexta temporada de The Walking Dead empieza ya mismo"

SUMMER CAMP (Alberto Marini. España, 2015)

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La otra es Summer Camp, que tenía el interés apriorístico de estar dirigida por Alberto Marini, hasta ahora guionista de cierto fuste (Mientras duermes, El desconocido…). Cinta de horror gamberro que saquea sin piedad Posesión infernal espolvoreada con unas gotitas de Las ruinas y de Cabin Fever. Los primeros veinticinco minutos son de un bochorno que justificaría levantarse e irse de la sala, tanto por el guión y las interpretaciones como por esa IDEAZA de hacer que los actores españoles que la protagonizan hablen mayormente en inglés macarrónico, y que cuando sueltan alguna frase en castellano lo hagan imitando el acento de Michael Robinson o Doña Croqueta (supongo que se trata de facilitar la distribución en Estados Unidos, pero el resultado es tirando a ridículo). Sin embargo, a partir de su segundo acto la cosa empieza a animarse, la película se suelta por la senda del humor y se acaba convirtiendo en una burrada muy entretenida, que incluso está resuelta a nivel de trama con un par de giros interesantes. No recomendaría a nadie que fuera al cine a verla, pero cosas peores corren por internet...