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GUARDIÁN Y VERDUGO crítica: La milla negra

Peli judicial más interesada en la pena de muerte que en el acusado, en Guardián y verdugo

RAY ZETA

Cuando uno asiste a una peli de juicios, espera encontrarse a un inocente falsamente acusado de asesinato, defendido por un abogado defensor noble y heroico como Pedro Bello, dispuesto a desafiar al Sistema y a la opinión pública con tal de hacer prevalecer la justicia por mucho que le escupan por la calle, mientras el fiscal de turno afila un cuchillo jamonero en la sombra, hasta que consigue demostrar su inocencia en el último momento gracias a un giro argumental inesperado. Eso o esperar al final para descubrir si el acusado es inocente o culpable, que en ocasiones la sorpresa radica en que finalmente es culpable de lo que se le acusa, revelándose como un cabrón inteligentísimo que se ha meado a jurado, fiscal y abogado, con tal de salirse de rositas de la acusación, tal es el caso de Testigo de cargo o Las dos caras de la verdad.

Pues en Guardián y verdugo ni una cosa ni otra. Hay un joven acusado de asesinato, sí, exactamente de siete asesinatos, pero la peli nos muestra que es culpable desde el principio (ná, por haberles acribillado a tiros, cosas de chavales...), así que desvelar si es o no inocente no es el objetivo de la peli. Guardián y verdugo es una peli anti-pena de muerte, y por eso su objetivo es descubrir si el abogado defensor logra salvar al acusado de ella. Guardián y verdugo, en definitiva, denuncia el sistema judicial de Pretoria, Sudáfrica, que en los años 80 enviaba a la horca hasta a los que se saltaban un semáforo en rojo, saldándose 1987 con 164 condenados a muerte, la mayoría negros, recreando el caso real de este juicio celebrado a un joven guarda del corredor de la muerte que perdió la chaveta por tanto ahorcamiento.

 

Guardián y verdugo: thriller

"Si esperabas a Tom Cruise o Richard Gere olvídalo, deberás conformarte conmigo"

 

O sea, que aquí la cosa va de joder al estado, como ocurría, salvando las distancias, con la empresa aseguradora de Legítima defensa o la industria química de Acción civil, lo que implica que al no personificar al culpable en alguien concreto sino en un órgano colectivo, se pierda intensidad dramática. Aquí no hay giro argumental final mostrando que el acusado se ha hecho el tontito durante todo el juicio como Edward Norton en Las dos caras de la verdad, o un tete a tete a grito pelado entre el abogado y un testigo a ver quién la tiene más larga, como Tom Cruise y Jack Nicholson en Algunos hombres buenos, aquí se lleva el juicio de la manera más tranquilita aportando los testimonios del día a día en el corredor de la muerte, demostrando que tanto cuello partido en la horca hacen perder la chaveta al más pintado.

"Guardián y verdugo es una peli correcta de juicios pero sin emoción, y previsible por estar basada en un hecho real"

Aunque este corredor de la muerte no sea precisamente el de La milla verde, con funcionarios de prisiones educados y amables como Tom Hanks y David Morse, que le dan la manita al preso y le cantan baladas de José Luis Perales mientras le acompañan la milla que separa su celda del patíbulo para que permanezcan tranquilitos. Estos de Guardián y verdugo son normales, o sea antipáticos, maleducados y cabrones en muchos momentos, y más siendo guardianes blancos de presos negros en Sudáfrica. Lo que implica más leña al fuego para la denuncia, pues la película no sólo se centra en la pena de muerte, sino en el sistema carcelario, pidiendo a gritos la abolición de lo primero y una renovación total y absoluta de lo segundo.

 

Guardián y verdugo: thriller

"¿Es ahora cuando pregunto si ordenó usted el Código Rojo?"

 

Por eso los personajes del acusado y del fiscal (en este caso, la fiscal) apenas cuentan, pues la peli se centra casi exclusivamente en los argumentos aportados por el abogado defensor para que no se le aplique la condena de muerte al reo, y por eso el personaje más importante es precisamente el del abogado. Un abogado sorprendentemente interpretado  de forma impecable por Steve Coogan, que si bien ya ha ido dando buenas muestras de sus dotes dramáticas en sus últimas películas (búsquenlas ustedes mismos, que en Diario de Vensuville no hablamos de rolletes dramáticos), justo es recordar que su fama proviene de sus papeles cómicos televisivos (el de Alan Partridge a la cabeza) y de sus apayasados papeles cinematográficos como los vistos en La vuelta al mundo en 80 días, Noche en el museo, Tropic Thunder: Una guerra muy perra o Percy Jackson y el ladrón del rayo (de estos sí que hablamos).

Así que Guardián y verdugo es una peli correcta de juicios pero sin emoción, previsible por estar basada en un hecho real (lo que da pistas sobre su final, porque si no para qué narices iban a hacerla), y sin la garra de las otras pelis mencionadas del mismo género como Las dos caras de la verdad, Algunos hombres buenos, Acción civil o Legítima defensa, y no digamos ya de clasicazos como Testigo de cargo, Matar a un ruiseñor o 12 hombres sin piedad (si alguien ha pensado en Philadelphia mientras iba leyendo estos títulos, que abandone inmediatamente esta web). Un alegato contra la pena de muerte más digerible que Pena de muerte, pero menos divertido que La vida de David Gale, pues preferimos ver a Kevin Spacey follando y matando que a Steve Coogan hablando con peluca.

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Dos Caras Harvey

INF VNV 3

Recomendada por Kuato a: pacientes cardíacos, así no sufrirán del corazón para saber si el acusado es culpable o inocente.

No recomendada por Kuato a: quien espere ver a un ratoncito simpático correteando y a un negro enorme sanando manualmente genitales en el corredor de la muerte.

Ego-Tour de luxe por: Steve Coogan. Miren por dónde, aún va a resultar que es buen actor y todo...

Atmósfera turbínea por: que no salga Tom Cruise preguntando si se ordenó el Código Rojo en ningún momento.

 

GUARDIÁN Y VERDUGO. "Shepherds and Butchers" (2016). Dirección: Oliver Schmitz. Guión: Brian Cox. Reparto: Steve Coogan, Garion Dowds, Andrea Riseborough, Robert Hobbs y Deon Lotz.

 

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