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HASTA EL ÚLTIMO HOMBRE reportaje: Guerra de la buena

Mel Gibson recrea en Hasta el último hombre la Segunda Guerra Mundial más gore y real

DEAPLANETA. El momento decisivo de la vida de Desmond Doss ocurrió durante la batalla por tomar el acantilado de Maeda, una cresta zigzagueante que impedía el paso de las divisiones 77ª y 96ª de la infantería en la primavera de 1945. Los soldados nipones defendían la zona a la desesperada, lanzando proyectiles de mortero escondidos en cuevas muy profundas y disparando con intensidad desde sus nidos de ametralladora. Fue una auténtica carnicería para los soldados estadounidenses. Desmond Doss fue evacuando a sus compañeros uno a uno hasta ponerlos fuera de peligro. De no ser por él, el número de fallecidos hubiera sido aún mayor.

Mel Gibson quería trasladar la inmediatez por la que se caracteriza su trabajo como director a las escenas bélicas de Hasta el último hombre. Desde luego no es la primera vez que rueda complejas secuencias de batalla en diferentes épocas históricas (desde la revolución estadounidense hasta Vietnam), pero sí es la primera vez que se adentra en la Segunda Guerra Mundial. El director ha querido que el filme fuera siempre muy realista, utilizando para ello efectos de cámara y recurriendo muy poco a los efectos por ordenador. Esta forma de trabajar conllevó la creación de varios efectos especiales añadidos durante el rodaje. “Desde Braveheart a Apocalypto, Mel siempre ha querido ser práctico y realista. Con esto consigue que los personajes parezcan habitar el mismo mundo que los espectadores”.

 

Hasta el último hombre: cine bélico

Vince Vaughn, versión norteamericana del sargento Arensivia

 

Para recrear la ferocidad de los combates de Okinawa, el equipo de efectos especiales desarrolló un dispositivo bautizado como “la caja bomba”, puesto que los elementos que se usan habitualmente para rodar escenas bélicas no creaban suficientes escombros. A la hora de describirlo, el ayudante del supervisor de efectos especiales Lloyd Finnemore lo define como “un explosivo alojado dentro de una caja de cartón y colocado en el suelo que contiene escombros seguros que se expulsan a gran velocidad. También aloja un elemento que suelta un fogonazo, para crear la sensación de una explosión muy fuerte. Nos ha permitido lograr efectos para los que normalmente se emplearían horas de trabajo por ordenador”.

"Mel Gibson ha querido que el filme fuera siempre muy realista, utilizando para ello efectos de cámara y recurriendo muy poco a los efectos por ordenador"

“Estos dispositivos nos permiten crear explosiones a las que pueden acercarse mucho los especialistas. Y cuando digo que pueden acercarse mucho, me refiero a que pueden estar al lado o a un par de metros o lo donde necesitemos. Al enseñar los montajes iniciales de la película, los espectadores alucinaban y comentaban que los ‘efectos por ordenador’ habían quedado muy realistas. Se quedaban de piedra cuando contestaba: ‘Eso es porque son reales. Nuestro equipo de efectos especiales es buenísimo’. Mi objetivo es siempre retratar la realidad del momento y ellos lo han logrado con creces”, añade Gibson.

 

Hasta el último hombre: cine bélico

Andrew Garfield, versión norteamericana de Pito, el soldado pequeñito

 

Dirigir esta película también ha sido una experiencia muy física para Gibson. “Algunos directores se limitan a dar órdenes desde la silla, pero Mel se entrega por completo al proceso. Cuando algo no estaba saliendo como él quería, se acercaba y se tiraba al suelo para que los actores entendieran qué quería rodar. Ahí estaba nuestro director, que lleva 40 años protagonizando películas de acción, demostrando cómo hacer una escena antes de volver corriendo a la silla de director para hacer otra toma. Es una gozada trabajar con un hombre tan entregado que está dispuesto a ensuciarse (literalmente) por su arte”, comenta Chris Godfey, supervisor de efectos visuales.

Mic Rodgers (director de la segunda unidad) conoció al director en la primera película de la saga Arma letal, donde hacía de doble de Gibson. Después trabajó con él en todas las películas de la franquicia además de en Braveheart, Dos pájaros a tiro, Maverick y Rescate. “Hay muchas escenas de explosiones, saltos, incendios, ataques con lanzallamas… Incluso desarrollamos la forma de disparar al actor con un lanzallamas en tiempo real. El objetivo ha sido siempre que todo fuera cinemático y realista”, comenta Rodgers. Tras coordinar las explosiones, efectos, balas, petardos y buscapiés, se añadieron algunos efectos por ordenador. Las directrices de Gibson para el equipo de CGI fueron: “Que no se note”.

 

HASTA EL ÚLTIMO HOMBRE. Estreno en Venusville: 09/12/2016

 

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