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HOTEL TRANSILVANIA crítica: El padre de ella

El conde Drácula vela en Hotel Transilvania por la pureza de su hija en un hotel de 5 estacas

RAY ZETA

Colegas en el bosque, Locos por el surf, Lluvia de albóndigas y Arthur Christmas son algunos de los títulos animados producidos por Sony que han llegado recientemente a nuestras pantallas. Productos todos ellos familiares, si lo decimos de una manera políticamente correcta, o directamente infantiloides si lo decimos de una manera clara, concisa y correcta. O sea, nada que ver ninguno de ellos con las obras de carácter adulto que nos tiene acostumbrados Pixar como Los increíbles, Wall-E o Up, ni con los mordaces cartoons satíricos de DreamWorks como los Shrek, Monstruos contra alienígenas o Megamind. Haciendo suyo el dicho de “a quien a los suyos parece, honra merece”, Hotel Transilvania hace honor a su productora y encaja de lleno en la línea comercial familiar seguida por ésta hasta el momento.

Y eso, tratándose de un proyecto de Genndy Tartakovsky, creador de series animadas televisivas tan innovadoras e influyentes como Las Supernenas, El laboratorio de Dexter, Samurai Jack o Star Wars: Las guerras clon, duele, como decía la Bombi del “Un, dos, tres”. Porque todo en Hotel Transilvania respira ñoñería, cursilería y ramplonería infantil a más no poder. Se nos adoctrina sobre la tolerancia que debemos tener con los que son diferentes a nosotros, sí (representa que los monstruos viven escondidos del mundo porque los humanos son unos intolerantes que sólo quieren pegarles fuego, clavarles estacas o dispararles balas de plata), lo que está muy bien, pero se hace pasando de puntitas por todas las posibilidades que ofrecía una película animada que tiene a los monstruos clásicos de protagonistas con la parodia como leit motiv.

 

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"Si las vampiras de Somos la noche esnifan y follan lo que desean, yo no quiero ser menos"

 

El conde Drácula es el propietario del hotel, pero más allá de esto y de tener una hija adolescente a la que sobreprotege, no ofrece nada nuevo en la creación de su personaje (podrían haberse inspirado en John Cleese como director hotelero de la serie Hotel Fawlty, al menos les hubiera dado collejas a los zombis botones…); Frankenstein es un gigantón buenazo que no le llega a Herman Munster ni a la suela de su zapatón; y la momia parece un barbapapá salido de Urgencias. Sólo al hombre lobo se le ha dado una personalidad nueva y original al hacerlo hablar con acento sureño (en la versión española es acento andaluz y habla como el gato Jinks de Pixie y Dixie) y proveerle de una camada de churumbules tan numerosa como la familia católica de El sentido de la vida de Monty Python. También salen Quasimodo como chef y zombis como empleados del servicio, y el Hombre Invisible y el Yeti como clientes, siendo el triste único papel de este último el de tirarse atómicos pedos para regocijo del público más infantil.

"Todo en Hotel Transilvania respira ñoñería, cursilería y ramplonería infantil a más no poder"

Nada que ver pues con el fino humor paródico de series como La familia Monster o La familia Addams. Hotel Transilvania deja de banda todas las posibilidades que ofrece tener a su disposición todo el catálogo de monstruos clásicos que ha inmortalizado el cine, y una vez que han sido presentados se basa exclusivamente en contarnos la historia de amor entre la hija adolescente del conde Dracula y un joven mochilero que llega al hotel por casualidad, con una trama que recuerda muy mucho a la de la comedia Los padres de ella (imagínense a Robert De Niro con una capa y un par de colmillos, y a Ben Stiller de adolescente mochilero, y tendrán una aproximación de lo que es Hotel Transilvania). Nueva prueba de que el objetivo es empatizar con el público infantil actual que puede identificarse con el personaje del mochilero, más que parodiar satíricamente a los monstruos clásicos como en las series televisivas de culto citadas.

 

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"Si crees que mi hija es tan calentorra como la vampira Jessica de True Blood, lo llevas claro"

 

Lo que acaba por pasarle factura negativamente a la película al apostar por una modernidad coceptual que se da de bofetadas con el clasicismo que se apuntaba en la presentación de los personajes. La fiesta por la mayoría de edad de la hija del conde podría ser un baile glamouroso de vampiros de época como el descrito en El baile de los vampiros de Roman Polanski, o una fiesta transilvana como la que ofrece la familia Addams para presentar en sociedad a Fétido Addams, pero no, en lugar de eso es un concierto de rock maquinero pastillero en el que se ha de vestir con una gorra de béisbol al revés, una sudadera, y unos pantalones cagados con los calzoncillos por fuera (si al menos hubieran tocado y bailado la Mamushka… pero ni eso).

Tan solo en los últimos diez minutos de metraje encuentra la película el tono adecuado que pedía salir a gritos desde el inicio, cuando por razones de guión los monstruos deben abandonar el hotel y adentrarse en el mundo de los humanos. Es entonces cuando asistimos a chistes con gracia (por ejemplo sobre Crepúsculo), humor inteligente, y un desenlace que no por previsible es menos funcional, comprobando que detrás del infantilismo de Hotel Transilvania había toda una película luchando por salir que con algo más de ambición hubiera contentado a adultos y a pequeños por igual, y se hubiera clasificado para las ligas adultas en vez de quedarse compitiendo en ligas infantiles. Porque para ligas infantiles de la animación ya tenemos Las Supernenas.

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Dos Caras Harvey

INF VNV 3

Recomendada por Kuato a: los que siempre quisieron una versión animada de Buenas noches, Sr. Monstruo del grupo Regaliz.

No recomendada por Kuato a: quien busque ver una versión animada de las series La familia Monster o La familia Addams. Aquí ni Dracula es como Gomez Addams, ni Frankenstein como Herman Munster.

Ego-Tour de luxe por: el rastreo de la lobita. Gran gag que funciona como detonante de la mejor parte de la película. Lástima que sea a diez minutos del final.

Atmósfera turbínea por: que en ningún momento Dracula le recite a su hija: “Bailamos la Mamushka mientras Nerón tocaba, bailamos la Mamushka en Waterloo, bailamos la Mamushka mientras Jack destripaba, y ahora Mavis Dracula, esta Mamushka la bailas tú”.

 

HOTEL TRANSILVANIA. Estreno en Venusville: 26/10/2012

 

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