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INFIERNO AZUL crítica: Marchando una de aletas de tiburón

Jaume Collet-Serra homenajea a Tiburón con Blake Lively en bikini y tanguita en Infierno azul

ROBERT THORNHILL

Parece ser que Liam Neeson y Jaume Collet-Serra se han dado un tiempo, así que después de esa intensa relación simbiótica en la que han sido padres de una "Neesontrilogía" del thriller formada por Sin identidad, Non-Stop (Sin escalas) y Una noche para sobrevivir, el catalán se ha buscado otra musa más joven, atlética y de buen ver, para probar con un género tan particular como el de las fieras marinas que se dedican a merendarse a todo aquel que ose cruzarse en su camino. Dejemos claro que sería injusto buscar semejanzas y compararla con el referente de los referentes del género "que-te-como-nena" como es una de las obras maestras del maestro venusvillero Steven Spielberg, Tiburón, que marcó el rumbo de las generaciones posteriores de animalotes depredadores. Cualquier intento de hacer un Mortal Kombat con aquélla saldría vapuleado por K.O. técnico en el primer asalto, por tanto, nunca las comparaciones han sido tan odiosas.

Así pues pongamos los pies en la tierra, y aunque el márketing nos haya vendido esta peli como el Tiburón de las nuevas generaciones, sería más justo hablar de Infierno azul como un ejercicio de supervivencia con un malvado tiburón haciendo de las suyas en aguas mexicanas, cuyo único y elemental objetivo es mantener la atención del espectador sin que la inverosimilitud de lo que está ocurriendo turbe los calculados momentos de tensión y emoción en una trama que destaca por su exquisita simplicidad. El auténtico mérito de Jaume Collet-Serra es que con apenas ocho actores, unos efectos especiales de serie B muy básicos, y un espacio tan reducido como el de una calita de Tijuana, logre mantenernos on fire durante 90 minutos aunque en el fondo ya sepamos cómo acabará todo.

 

Infierno azul: cine de acción

"Es la última vez que me baño en aguas de tiburones teniendo la regla"

 

Esta vez el director catalán le da el absoluto y total protagonismo a la escultural y cuerpo-10 Blake Lively, quien con su sugerente y sensual bikini naranja y su no menos atrevido traje de neopreno, se convierte en el faro que necesita toda buena película de tiburones tal como en su momento hicieron Jessica Alba en Inmersión letal o la madurita y bien contorneada Halle Berry en Marea letal. Con su 1,85 m. de envergadura y ese lunarcito tan sexy al lado de la nariz, es objeto de recreo y búsqueda de bucólicos planos donde la belleza de la espectacular mujer de Ryan Reynolds se vea agudizada. Un acierto del cinéfilo director español que dedica la primera parte a hacer una especie de reportaje para Sport Illustrated deteniéndose a observar cómo se pone a punto para la faena la espectacular surfera, dejando entrever un pronunciado e insinuante escote para deleite del personal, para finalmente ofrecernos un video-clip de la MTV con tres locos del surf remontando las gigantescas olas mexicanas.

"Total protagonismo de la escultural y cuerpo-10 Blake Lively, quien con su sugerente y sensual bikini naranja se convierte en el faro que necesita toda buena película de tiburones"

Todo ello junto a la aparición de una tierna familia de delfines que van saltando alegremente buscando a Nemo o a Willy, viejo truco para bajarnos las revoluciones a niveles de estar viendo el último vídeo musical de Justin Bieber para cogernos con la marcha cambiada y empezar a darnos caña con la presencia y posterior aparición de un enorme tiburón que pasa a ser el compañero omnipresente de la angelical rubia en bikini. Es un tiburón sutil, que las mata callando y que se va moviendo con suntuosidad y parsimonia por la calita, amputando miembros como churros, que bien podía ser un hijo bastardo de aquella especie científica creada en Deep Blue Sea. En cuanto aparece en escena, esas idílicas imágenes videocliperas pasan a un segundo plano e Infierno azul se convierte en una película de supervivencia en la que la bella Lively se ve aislada en una pequeña roca en medio del mar adoptando como improvisada mascota a una gaviota malherida (sic) que hace la labor de la pelota Wilson en Náufrago, siendo su única compañía mientras encuentra la manera de acabar con el animalote que la tiene sitiada en la islita.

 

Infierno azul: cine de acción

"La próxima vez que Tom Hanks pierda a Wilson se lo irá a buscar su tía"

 

Una situación simple pero que Jaume Collet-Serra logra exprimir con un dominio del conocimiento de la mentalidad del espectador, sin despreciar su inteligencia como en Tiburón 3D, y eludiendo la autoparodia como en Sharknado o similares. Las escenas de tensión en que vemos cómo lenta y sigilosamente se cepilla a todos los que entran en el agua, se entremezclan con momentos más pomposos y de acción visceral, y tampoco faltan esos momentos McGyver o Rambo, en que ella misma se practica unos puntos de sutura en la pierna con unos pendientes y un colgante.

Lo mejor de Infierno azul es que huye de los tópicos y no intenta hacer un festival de sangre con chavalines memos y universitarios, sino que plantea una situación límite, la decora con elementos fuera de lo común, como una gaviota de compañera o esas medusas protectoras, y nos ofrece casi hora y media de buen entretenimiento. No se puede pedir más a un Jaume Collet-Serra que si algo le caracteriza es la corrección y la efectividad de sus películas. Por cierto, desde Venusville ya les podemos anunciar en exclusiva que ya se ha reconciliado con su pareja de siempre y ya tienen una criatura en camino para el 2017: The Commuter. ¡Es que no pueden vivir el uno sin el otro!

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Copas de yate

INF VNV 4

Recomendada por Kuato a: los que quieran ver una mezcla entre Perdidos, Naúfrago y McGyver

No recomendada por Kuato a: los que piensen que hace falta ser un lobo de mar, gordo y con bigote, para cargarse un tiburón blanco.

Ego-Tour de luxe por: cómo le gusta el uso de las nuevas tecnologías a Jaume Collet-Serra: esas videoconferencias con Skype, esa molona cámara Go Pro…le gusta estar al día

Atmósfera turbínea por: esa odiosa Blake Lively, que se va a una bucólica isla desierta y no deja de mirar el puto-móvil. Gracias a que Oscar Jaenada la pone en su sitio.

 

INFIERNO AZUL. Estreno en Venusville: 15/07/2016

 

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