LA QUINTA OLA crítica: La invasión de los ultrayogurines

La quinta ola, nueva ridícula peli fanstasteen con aliens como si fueran ultracuerpos

■ RAY ZETA

Sé lo que van a decir, que cada vez que escribo la crítica de una película enmarcada dentro del género "Fantasteen" (cine fantástico para "adolescentas", con a), tipo Crepúsculo, La huésped, Los juegos del hambre o Divergente, me quedo a gusto dándole un Alforfones como una casa de payés. Y tienen razón, pero créanme, si les doy un Alforfones a todas ellas no es porque le tenga manía a este tipo de cine, es porque desafortunadamente no puedo darles una puntuación más baja, sencillamente porque no la hay, así que en cierto modo podría decirse que hasta soy benévolo con ellas. No dudo de que algunas funcionen con las niñitas de instituto que forran sus carpetas con fotos de Robert Pattison, pero ay amigos, los que nos graduamos ya hace más años de los que quisiéramos recordar, no podemos más que encontrar todas estas películas patéticas.

Y La quinta ola no es una excepción. Relean cualquiera de mis críticas de películas de este subgénero y verán que son todas intercambiables, simplemente porque todas son iguales. Planteamiento estafa de una premisa fantástica, niñita adolescente de protagonista, romance con un guaperas con pinta de quaterback, y triángulo amoroso con otro guaperas con pinta de surfista californiano. Todos los ingredientes del culebrón para que las niñitas del mundo se sientan identificadas con la propuesta y la protagonista, y sientan empatía por lo que están viendo, de la misma manera que un jugador de rol siente empatía por una peli de espada y brujería, un lector de tebeos Marvel la siente por el cine de superhéroes, o un onanista compulsivo la siente por el cine porno.

"Con lo bien que estaría yo pateando culos en Kick-Ass 3"

Pero La quinta ola no es una peli de espada y brujería, de superhéroes o porno (ya quisiéramos), sino una peli fantasteen para tweenies. Por eso, a pesar de presentar una premisa fantástica basada en una invasión alienígena que deja al planeta sin energía, provoca desastres naturales, diezma la población con epidemias, y substituye los humanos con aliens a modo de invasión de ultracuerpos, el prota no es un tío curtido en mil guerras, mil bares y mil catres, dispuesto a salvar el mundo como Tom Cruise en La guerra de los mundos o Dwayne Johnson en San Andrés, sino una niñita de instituto preocupada sólo de cotillear con sus amiguitas por whatsapp, mirar embobada al Justin Bieber de la clase, y soñar perder la virginidad con él de la manera más casta (que hay mucha mamá acompañando a su hijita en el cine), o sea sólo metiéndole sólo la puntita.

"Los que nos graduamos ya hace más años de los que quisiéramos recordar, no podemos más que encontrar todas estas películas patéticas"

Premisa fantástica la que abre la peli, dicho sea de paso, que podría funcionar a las mil maravillas si se le diera un tratamiento de ciencia ficción. El problema es que dicha premisa es un mero pretexto para colar el romance de turno a gusto de sus consumidoras, y eso hace que todos los giros argumentales y su combinación con los elementos fantásticos queden absolutamente ridículos. ¿Adivinan quién ayuda a sobrevivir a la prota a partir de cierto momento del metraje? Un rubiales cachitas guapetón que por su parecido hará perder el "sentío" a todas las que mojen sus braguitas con Kellan Lutz. ¿Adivinan a quién encontrará la prota más adelante? Al Justin Bieber del instituto, claro, dejando la trama fantástica en segundo plano y centrándose en los mohines, los morritos y los arrumacos prohibidos de sus personajes, a pesar de que alguno guarde más de un secreto...

"Si la petarda de Kristen Stewart se tiró a un vampiro, yo tengo que hacerme a un alien"

No se pierdan la escena del baño en el río del falso Kellan Lutz, su alegato a favor del amor, su última aparición y su desenlace como personaje, y díganme con la mano en el corazón si han sido capaces de verlas sin soltar una sonora carcajada. Por no mencionar los entrenos militares del resto de jóvenes personajes (con Maika Monroe a lo teniente Ripley), que copian sin rubor los de Los juegos del hambre y Divergente, y son tan poco creíbles como eran los de El escuadrón chiflado (por qué será además que todos los actores consagrados que salen en estas pelis, como es el caso aquí de Liev Schreiber haciendo de coronel, están tan poco convincentes... ¿Será para economizar esfuerzos al ser plenamente conscientes del producto en el que están?).

Cine fantasteen pues con todos sus defectos, que como no podía ser de otra manera amenaza con convertirse en trilogía a poco que cuadren los números (no en vano se basa igual que sus productos predecesores en una colección de best-sellers de literatura juvenil). Y es que acabada la saga de Los juegos del hambre, y a un sólo episodio del final de Divergente y El corredor del laberinto, La quinta ola aspira a convertirse en la nueva franquicia que se haga con esa parte del pastel taquillero que ha quedado vacante (ojalá pinche como La huésped, Cazadores de sombras o Hermosas criaturas, y quede enterrada sin descendencia en el cementerio de los "elefanteens"). Así que ya podemos calzarnos y rezar para que Matthew Vaughn siga haciendo sus particulares versiones de películas adolescentes como Kick-Ass o Kingsman: Servicio secreto a modo de antídoto.

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Condenada a alforfones

Recomendada por Kuato a: lo que digo siempre en este tipo de pelis, a niñitas prepúberes que forren sus carpetas con fotos de Justin Bieber.

No recomendada por Kuato a: niñas a secas que hayan dejado de ser niñitas y hayan substituido las fotos de Justin Bieber por fotos de George Clooney.

Ego-Tour de luxe por: hombre, la manera de cómo se ganan a los chavales para la causa militar tiene su gracia, no lo negaré.

Atmósfera turbínea por: Chloe Moretz por haber caído en un producto tan indigno de su talla. La mejor actriz de su generación junto a Saoirse Ronan, y una con La huésped y la otra con ésta, no han sido capaces de ignorar la moda fantasteenera.

■ LA QUINTA OLA. Estreno en Venusville: 22/01/2016.