MARTE (THE MARTIAN) crítica: Crónicas marcianas

Matt Damon es en Marte un náufrago que como E.T. tiene que telefonear a su casa

■ RAY ZETA

He leído por ahí que no podremos valorar los nuevos trabajos de Ridley Scott en su justa medida hasta que le liberemos de la pesada losa que supone haber dirigido dos clasicazos de la ciencia ficción que revolucionaron el género como Alien, el octavo pasajero y Blade Runner. Estoy totalmente de acuerdo, el hombre los realizó hace 35 años y aún hoy día, veinte películas después, somos incapaces de medir sus nuevas pelis sin compararlas con las dos obras maestras citadas, y claro, si se comparan con Alien y Blade Runner, salen perdiendo seguro por goleada. Así que nada de compararlas por mucho que Marte (The Martian) sea una película de ciencia ficción como también lo fue Prometheus, y basémonos exclusivamente en ellas. Si lo hacemos así llegaremos a la conclusión de que Prometheus es una mala película y Marte (The Martian) una buena.

Una película de ciencia ficción en una época que el género está de moda gracias al éxito y a los Oscars obtenidos por Gravity, en la que recientemente también hemos tenido el Interstellar de Christopher Nolan (además de Oblivion y Elysium), que será con las dos pelis que sí la compararemos (bueno va, y con Prometheus también), estando a medio camino entre las dos. Mejor que Interstellar por no adolecer de la pretenciosidad, la pomposidad y la pedantería que le imprimió Nolan, y menor a Gravity, aunque siguiéndola de cerca, por no resultar en su conjunto tan trepidante como la emocionante cinta de Alfonso Cuarón. En cuanto a Prometheus, “no hace falta desir nada más”, ya que cualquier peli de ciencia ficción con cara, ojos, y dos dedos de frente, es superior a esa precuela no precuela fallida de Alien.

"Si E.T. supo telefonear a su casa, yo no voy a ser menos"

Y aún podemos compararla también con Náufrago, ya que Marte (The Martian) es clavadita a ella en su primera mitad en la que Matt Damon ejerce de Robinsón marciano aunque sin la pelota Wilson, desplegando un tour de forcé interpretativo en solitario que nada tiene que envidiar al de Tom Hanks en la obra de Robert Zemeckis (también podríamos citar aquí Naves misteriosas y Moon, dos películas hermanadas con Marte (The Martian) por basarse en un único y solitario actor). Un Matt Damon que tira del carro apareciendo él solito durante más de medio metraje, pérdida de peso incluida, aunque sin haber llegado a ingresar en la clínica de adelgazamiento a la que acudieron Tom Hanks para Náufrago y Christian Bale para El maquinista.

"Marte (The Martian) es E.T., el extraterrestre + Náufrago + Gravity (¡toma ya!)"

Un astronauta se queda colgado en Marte igualito que le sucedió a E.T. en la Tierra, y deberá “telefonear a casa” para que vengan a buscarlo. ¿Les gustan las combinaciones bizarras? Pues si es así podríamos decir que Marte (The Martian) es E.T., el extraterrestre + Náufrago + Gravity (¡toma ya!), pues está estructurada en tres bloques conformados por naufragio, supervivencia y rescate. Tres bloques bien combinados estructuralmente, que pese a alguna licencia que debemos tragarnos mirando hacia otro lado en muestra de buena voluntad (¿estar colgado en Marte, equivale a estar en un campamento de verano con excursiones en quads, ducha y música disco?, ¿tan simple es el plan de rescate ideado por el chaval negro, que a nadie de la NASA se le había ocurrido?) funcionan a la perfección.

"Mientras no me encuentre el monstruito de Planeta rojo todo irá bien"

Aún así nos lo tragamos con gusto a favor del personaje de Matt Damon, que nos cae bien en seguida por echarle huevos a la situación sin perder el sentido del humor, en vez de hacerlo lloriqueando por los cráteres del planeta rojo (un recuerdo desde aquí a Planeta rojo, Los últimos días en Marte y Marte necesita madres). Ridley Scott consigue con Marte (The Martian) su mejor película desde Gladiator, haciéndonos olvidar sus pelis más tontitas (Un buen año, El consejero), y las más recientes en las que se ha preocupado más de ofrecer una dirección artística que quita el hipo en vez de contar una historia que esté a la altura de ella (Robin Hood, Exodus: Dioses y reyes, y, cómo no, Prometheus). ¿Dónde está el Ridley Scott que estábamos esperando desde Gladiator?, se preguntaban, la respuesta es en Marte (The Martian).

Porque con Marte (The Martian) Scott ha realizado una película de ciencia ficción de puro entretenimiento para ser visionada entre refrescos y palomitas, en vez de una película de gafapasteo para ser visionada en una sala de arte y ensayo, como fue la intención de Nolan con Interestellar. Aquí no se trata de responder a los grandes enigmas de la humanidad como quiénes somos, adónde vamos y de dónde venimos, sino de ofrecerle al espectador un thriller fantástico que le atrape por los cataplines en el minuto uno y le mantenga hasta el final con el corazón en un puño a punto de salírsele por la boca.  Y lo consigue, vaya si lo consigue. Marte (The Martian) es una survival movie que nada tiene que envidiarle a otras obras icónicas del género como la citada Náufrago, ¡Viven!, La vida de Pi, Infierno blanco o 127 horas, aunque, comparándola con Alien y a Blade Runner, resulte inferior a ellas.

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Venus Hall of Fame

Recomendada por Kuato a: todos aquellos fans de Ridley Scott que creían que tras Gladiator un ultracuerpo le había substituido ocupando su cuerpo.

No recomendada por Kuato a: gafapastas que prefieran ciencia ficción pretenciosa, pomposa y pedante como el Interestellar de Christopher Nolan.

Ego-Tour de luxe por: que pese a que Matt Damon y Jessica Chastain coincidieran en Interestellar, ambos disimulen y actúen como si no hubiera ocurrido.

Atmósfera turbínea por: que pese al buen sabor de boca dejado con Marte (The Martian), Ridley Scott siga amenazando con Prometheus 2.

■ MARTE (THE MARTIAN). Estreno en Venusville: 16/10/2015