MIENTRAS DUERMES entrevista a Jaume Balagueró: Mientras sitgeas

“César es un pequeño malo terrible que la vida va a convertir en un gran malo terrible”

■ RAY ZETA

FESTIVAL DE SITGES, 08/10/2011. Jaume Balagueró es como uno de esos primos que ves solo una vez al año por Navidad. Porque ya sea porque esté invitado para impartir una clase magistral, para asistir a una mesa redonda, para recibir un premio, porque viene él por su propia cuenta, o porque presenta película, como es el caso de este año, no hay edición del Festival en la que no le veamos, le saludemos e intercambiemos unas palabras. Por eso claro, charlar con él acerca de su peli es como ponerse al día con ese primo al que ves solo una vez al año por Navidad.

-Parece que últimamente tienes fijación por los edificios. Rec sucedía en un edificio, Rec 2 también sucedía en un edificio, y ahora Mientras duermes vuelve a suceder en un edificio. ¿Será tu próxima peli una adaptación de “13 Rue del Percebe”?

-(Risas) Bueno, realmente es accidental. Rec 1 pasa en un edificio, Rec 2 vuelve a pasar en un edificio, claro, porque es la continuación de Rec 1, y es verdad que Mientras duermes pasa en un edificio, pero de forma casual, porque me llega un guión que pasa en un edificio, pero lo que me atrae no es que pase en un edificio sino la historia que sucede allí.

Es verdad en cualquier caso que ahora tendré que tener un poco de cuidado a la hora de escoger un nuevo proyecto que no vaya a pasar también en un edificio, si no ya podremos empezar a pensar que es una obsesión…

-Después de Rec 2 dijiste que tenías ganas de probar otros géneros, se mencionó incluso el género musical, sin embargo vuelves para satisfacción nuestra con un thriller psicológico. ¿Significa que te lo has replanteado y que como en casa no se está en ninguna parte?

-Realmente no es nada premeditado por mi parte, sencillamente me llega ese guión y me atrapa esa historia, me fascina, y digo quiero contar esto. Supongo que también mucho de lo que me atrae esa historia es eso, es que cuenta una historia terrible, terrorífica, pero una historia terrorífica construida a base de elementos super cotidianos y muy reconocibles para todos, desde el gran malo de la película, que es un portero y que aunque no tengamos uno todos sabemos qué es un portero y es algo muy cercano para nosotros.

Cuando el Mal parte de eso, de eso que es tan reconocible, es muy eficaz.

-Tanto Acosada (Sliver) como La víctima perfecta tienen similitudes con tu peli por tratarse también de un portero o casero cabrón o psicópata. ¿Las has tenido en cuenta?

-La víctima perfecta no la conocía, la he conocido después. Acosada sí, pero no la recuerdo. Hay una película que aunque no sea tanto de alguien que acosa directamente a su vecina, sí que tuvimos en cuenta aunque no sea una película que tampoco me maraville especialmente, es Retratos de una obsesión, con Robin Williams. Esta película es la que de pronto dije “vamos a ver esta película, a ver qué nos puede aportar”. No sé si luego nos aportó algo o no, pero en cualquier caso sí que fue una película que vimos.

Las películas que claramente son de que gente que espía a otro en su casa o que tienen que ver con nuestra tema más directamente, las evitamos precisamente para que no nos influyeran.

-Las escenas en las que Luis Tosar se va escondiendo de Marta Etura y Alberto San Juan porque ha quedado encerrado en el piso me han recordado El habitante incierto…

- El habitante incierto es una película que tiene momentos memorables y que yo admiro profundamente. Sobre todo un momento en que el habitante incierto es descubierto por la chica en silla de ruedas, intenta escapar, y de pronto empieza a ver que hay otras personas. De pronto dice, hostia, ¿qué está pasando aquí? ¿Hay más habitantes inciertos? Y es que hay una fiesta sorpresa. Esa escena me pareció maravillosa.

-Luis Tosar ha mencionado Frenesí de Alfred Hitchcock…

-Es que nosotros apostamos desde el guión de contar la historia terrible del Mal contra el Bien contada desde el punto de vista del Mal, así el espectador se ve obligado a participar de todos los planes que va haciendo el malo, y por lo tanto tiene la expectativa de qué va a pasar. Eso fuerza al espectador casi sin quererlo, a tomar partida por el malo. Para eso necesitamos ese punto de vista que está obligando al espectador a posicionarse en el lado donde no querría.

-El espectador disfruta entonces como voyeur de las desgracias ajenas, unas desgracias servidas por vosotros los cineastas. ¿Crees que puede haber cierta reprobación moral en ello?

-Yo creo que a nivel moral es absolutamente legítimo porque es atávico. Desde principio de los tiempos los hombres se han contado cuentos, se han contado historias, se han contado leyendas, y en ellas siempre ha habido sufridores y verdugos. Las leyendas más clásicas y más prehistóricas siempre hablan del Mal que viene a perjudicar al Bien, y la inocencia pervertida y lo terrible que es eso.

Creo que estamos haciendo algo profundamente atávico y natural, que es contar historias de lo terrible, con lo cual no creo que haya ningún problema moral.

-Hablando de moralidad, ¿cómo se te ocurre hacer que la niña chantajista pida una peli porno?

-No se me ocurrió, estaba en el guión y es una cosa que me fascinó, me pareció increíble. Quiero pensar que esta niña como todos los niños dispone de ordenador, pero que es un ordenador con controlador parental. Seguramente ha intentado encontrar, ha buscado, ha visto lo que existe a través de internet, y entonces ha intentado encontrarla a través de la vía que puede, que es el portero.

-¿Y qué peli porno es? En la película no se ve…

-Pues no me acuerdo… De hecho ninguna. Lo cierto es que me obsesioné bastante con qué tipo de carátula quería porque nos presentaron varias y todas me parecían muy desagradables, y siempre pedía más. ¡Quiero más! ¡Quiero más! Porque no acababa de encontrar una que fuera terrible y al mismo tiempo presentable. Al final dio igual y no sé qué se cogió. Había con animales, con cerdos, cosas... Y yo: ¡no, no, no…!

-¿Pero a la niña se le presentó la carátula para conseguir su expresión de sorpresa?

-A la niña se le presentó una carátula, sí, pero la reacción es una reacción interpretada, no es una reacción real. La carátula que se le presentó no fue una carátula excesiva puesto que era una niña y no hubiera estado bien. Al final la carátula tampoco se ve en la película.

-Igual que le hemos preguntado a Luis Tosar, ¿cómo se crea un psicópata cinematográfico nuevo habiendo ya tantos y tan buenos?

-Nosotros quisimos crear un psicópata que creara el Mal a partir de cosas muy pequeñas, es decir, no una persona sádica o violenta que tenga la costumbre de matar o de pegar, de hecho hasta se sentiría incómodo con la violencia. Es un personaje que recrea la maldad a partir de pequeños movimientos muy sutiles. Eso es algo muy real y muy entendible por los espectadores porque todo el mundo ha hecho alguna vez algo así. Él lo lleva a un extremo realmente terrible, pero sobre todo se le escapa de las manos cuando se encuentra a una víctima que es irrompible y cuya felicidad es implacable.

Ahí es cuando se le escapa de las manos, se empieza a obsesionar y es donde empiezan los problemas en la película. Pero él es un personaje que si no se hubiera topado con Clara, yo estoy seguro de que hubiera continuado toda su vida haciendo cosas que nadie se hubiera enterado, como sustraer cartas y cambiándolas de buzón o quedándoselas, con lo cual es un malo terrible, pero es un pequeño malo terrible, que las circunstancias van a convertir en un gran malo terrible.

-Y la última, ¿crees que el futuro del cine es limitarse a un formato para ser consumido solo por televisión?

-Espero que no. Yo espero que mi hijo sea feliz yendo al cine como yo lo fui. Me sabría fatal que mi hijo tuviera que conformarse viendo películas en su ordenador, eso sería horroroso. El cine es absolutamente necesario. Yo no concibo la vida y el mundo sin cine y sin películas. Sería una mierda de vida.