MORGAN crítica: Biomecánica para dummies

Por si no lo sabían, la Ava de Ex Machina tiene una androide hermanita que se llama Morgan

■ CHEMA PAMUNDI

Es una pena que lo de las inteligencias artificiales "más humanas que los humanos", que ha venido siendo uno de los temas más fértiles y estimulantes de la cifi dura desde los tiempos de Asimov (por no decir que desde Mary Shelley), haya acabado quedando reducido en el Hollywood actual a un simple macguffin con el que vestir peliculitas de suspense de medio pelo, al estilo de esta Morgan que ahora se estrena. No es un caso aislado, sino un patrón que en los últimos años se repite con cierta frecuencia. Recordemos por ejemplo Ex Machina (que funcionaba razonablemente bien, hasta que a su guionista y director Alex Garland le invadía el horror vacui y decidía acabarla por la tremenda), o Transcendence (un desastre de guión con Johnny Depp haciendo de profesor chiflado, no hay más que añadir).

Todas estas películas se acaban resolviendo con previsibles derramamientos de sangre y buscando con tanto desespero el final sorpresa que, por fuerza, no logran sorprender a nadie. Todas se estropean por el empeño en fotocopiar esquemas ya muy vistos (¿hay algún androide en la historia reciente del cine que no sea un hijoputa desequilibrado?) y porque a sus creadores les ha faltado valor, o imaginación (o ambas cosas), para ceñirse al género de ciencia-ficción y explorar hasta sus últimas consecuencias la premisa planteada. La novedad que aporta Morgan respecto a títulos anteriores es que tarda mucho menos rato en perder fuelle e irse a la mierda.

"Hazlo bien o traemos a Alicia Vikander y colamos la peli como Ex Machina 2"

Ya su primera escena, que compra efectismo barato a cambio de torpeza narrativa, deja bien clarito que estamos ante una cinta de terrorcillos de serie B con coartada tecnológica y poco más; o sea, que ves venir de inmediato lo que va a pasar durante la siguiente hora y media. De hecho, a medida que la cosa avanza incluso puedes ir especulando sobre qué personaje va a palmar a continuación, y beberte un chupito cada vez que aciertes. Menos mal que no me había llevado la petaca al cine, porque los clavé todos.

La Morgan del título es un híbrido de humano y criatura artificial creada por una compañía de tecnología punta, en un complejo subterráneo aislado en medio de un bosque. Morgan ha crecido de manera acelerada y por ello tiene un cuerpo de adolescente (con una fuerza, agilidad y habilidades de combate estilo ninja, eso sí) pero una mentalidad de niña de ocho años. Cuando ataca salvajemente y sin motivo aparente a uno de los científicos que la están cuidando/estudiando, la compañía envía a una de sus agentes (Kate Mara) a investigar qué ha pasado y determinar si el proyecto sigue siendo viable o si toca cancelarlo (lo cual, por supuesto, incluiría “desactivar” a la propia Morgan).

"La novedad que aporta Morgan respecto a títulos anteriores de ciencia-ficción es que tarda mucho menos rato en perder fuelle e irse a la mierda"

A partir de aquí la trama avanza (a trompicones) por el mero hecho de que todo el equipo de científicos encargados de Morgan se comportan como aspirantes a ganar un premio Darwin, pasándose por la brinca las medidas de seguridad más elementales y relacionándose con la bicha igual que unos padres hippies que necesitan con urgencia una visita del programa televisivo "Hermano mayor". Si al espectador le interesara un comino lo que está pasando en pantalla, Morgan sería una de esas películas en las que acabas gritando en voz alta a los personajes para advertirles de que van de cabeza al desastre.

Pero no, no lo haces porque, en efecto, te la rempampinfla. Morgan es sorprendentemente aburrida y torpe para su corta duración, con un primer acto atropellado en el que empiezan a pasar cosas mucho antes de que hayas podido pillarles el punto a los personajes, un segundo acto formulaico y tostón, y un clímax que lleva la historia de cabeza al terreno de la estupidez. La dirección y la puesta en escena son correctas pero rutinarias, y las interpretaciones son en general solventes pero no logran arreglar nada. Kate Mara mantiene el tipo como la agente de la compañía (entre otras cosas porque es el único personaje de la función que actúa con lógica), pero los excelentes Toby Jones, Michelle Yeoh y Jennifer Jason Leigh malgastan su talento en una galería de secundarios apenas desarrollados con un par de golpes de brocha (el psicólogo al que encarna Paul Giamatti es tan exageradamente odioso que resulta grotesco).

"La próxima vez nos inspiramos en La teniente O'Neil y no en Blade Runner"

Tan solo Anya-Taylor Joy, como Morgan, logra concentrar nuestro interés. En su mirada de reptil están las únicas gotas de buen cine que cabe destacar. Aunque la mayor parte del tiempo lo único que haga es escrutarlo todo abriendo mucho los ojos, torciendo un poco la cabeza y poniendo cara de que la declaración de la renta le ha salido a pagar (o sea, lo que viene siendo interpretar a un robot), en la media docena de secuencias en las que tiene ocasión de transmitir emociones humanas la muchacha convence, aplicando la misma intensidad escalofriante que ya le vimos en La bruja. Ahí tenemos a una actriz potencialmente estupenda... si en el futuro sabe mantenerse alejada de subproductos como este.

Morgan supone el debut cinematográfico del director Luke Scott, hijo de Ridley Scott. Las comparaciones serán todo lo odiosas que queramos, sí, pero a su edad Ridley ya había dirigido Los duelistas, Alien y Blade Runner. Hay claros homenajes a estas dos últimas en diversos detalles de Morgan (la misma protagonista no deja de ser una especie de replicante), pero ahí acaban las similitudes. Ridley Scott demostró desde sus obras primerizas ser un artista con visión y ambición, dos características del todo ausentes en Morgan. De momento, vamos mal.

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Condenada a alforfones

Recomendada por Kuato a: quien piense que a Ex Machina le sobraba guión y le faltaban un par de peleas estilo Jason Bourne.

No recomendada por Kuato a: quien se sienta atraído por el apellido del director.

Ego-Tour de luxe por: que produce cierta satisfacción que al menos los personajes idiotas de la historia paguen por su imbecilidad.

Atmósfera turbínea por: las cámaras de seguridad del complejo científico, que lo graban todo con interferencias y cortes por el simple motivo de que estamos en una película de terror.

■ MORGAN. Estreno en Venusville: 16/09/2016