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PADDINGTON 2 crítica: Osezna perpetua

Festival de aventuras y cárceles con Hugh Grant brillando cual cometa en llamas en Paddington 2

RAY ZETA

¿Quién dijo que segundas partes nunca fueron buenas? Ahí están para desmentirlo Star Wars: El Imperio contraataca, Aliens: El regreso, Terminator 2: El Juicio Final, Regreso al futuro 2… y ahora también Paddington 2. Sí señores, porque el osito creado por Michael Bond de la trenca azul y el sombrero rojo que llegaba a la estación de Paddington de Londres proveniente del más oscuro y recóndito Perú, ha madurado. Y con él su secuela. Mientras que Paddington fue una película de presentación destinada a un público infantil no mayor de cinco años (callen, ¿he dicho cinco? Dejémoslo mejor en tres), Paddington 2 eleva el target y, ahora sí, se destina a todos los públicos.

Y cuando digo a todos los públicos, quiero decir a todos los públicos: pequeños, más pequeños, jóvenes, menos jóvenes, maduritas de buen ver, maduritos de mal ver, y abuelitas y abuelitos cansados de ver zombies, dragones y hackers por televisión. Porque mientras que el primer Paddington se basaba prácticamente en el único recurso de ver al osito haciendo monerías (o en este caso “oserías”) derivadas de su nulo conocimiento de la ciudad, liándola a modo de Mr. Bean o Frank Spencer en situaciones domésticas como comer en una cafetería, usar el cuarto de baño o tomar el metro, este segundo Paddington aboga en su lugar por la aventura y el drama carcelario.

 

Paddington 2

"Si sobreviví al ridículo de El atlas de las nubes, puedo sobrevivir a cualquier cosa"

 

Como lo oyen. Tan sólo un gag de la índole misterbeaniana en una barbería como peaje obligatorio. El resto, una investigación la mar de bien llevada con una persecución en un tren en el clímax que ya la hubiera querido Kenneth Branagh para su Asesinato en el Orient Express, y una estancia carcelaria que nada tiene que envidiar a la de los Minions en Gru 3: Mi villano favorito. Pobre Paddington que da injustamente con sus huesos de osito en la cárcel, donde tendrá que lidiar con el matón más divertido desde Jason Statham en Mean Machine: Jugar duro, cortesía de Brendan Gleeson. ¿La fuga de Alcatraz? ¿Brubaker? ¿Cadena perpetua? Nada, hombre, nada, la peli buena de cárceles es ahora Paddington 2.

"¿La fuga de Alcatraz? ¿Brubaker? ¿Cadena perpetua? Nada, hombre, nada, la peli buena de cárceles es ahora Paddington 2"

¿Más razones por las que Paddington 2 le pasa la garra por la cara a Paddington? El villano. Porque mientras Nicole Kidman era en Paddington una villana a la altura de los villanos del Club Super 3, limitándose a ser una mala copia de Cruella De Vil, Hugh Grant compone un villano antológico. Una vieja gloria del teatro egocéntrico y pegado de sí mismo, que hará lo posible y lo imposible por recuperar el éxito artístico de antaño. Sobra decir que Grant emplea una buena dosis de autoparodia, y que es gracias a él que Paddington 2 obtiene sus mejores momentos. Demasiado mayor a sus 57 tacos para interpretar galanes de comedias románticas, Grant se ha sabido reciclar zorrunamente en secundario de lujo.

 

Paddington 2

"Es la última vez que compro un orinal del mismo color que mi sombrero"

 

Aparte de esto, Paddington 2 se beneficia también de no ser la película de presentación del personaje, por lo que no necesita justificar que un oso venido de la selva peruana sea inteligente, hable como un humano, vista trenca y sombrero, y nadie se sorprenda de ello. No me malinterpreten, yo soy el primero que acepta pulpo aunque dicho pulpo sea peludo, tenga dos orejas, un rabo, y ladre, siempre y cuando esté justificado. Y la justificación que se daba en Paddington (la historia de tía Lucy y tío Pastuzo) era tan patillera e infantil, que sólo era apta para niños menores de tres años (esperen, ¿he dicho tres años? Bajen la edad a uno).

En Paddington 2, Paddington está integrado en Londres como un miembro más de la familia Brown, esta vez sí de manera más que justificada, porque la película no pierde el tiempo en explicaciones inútiles. Nos lo tragamos sin rechistar como también nos tragábamos que Espinete fuera un vecino más del barrio Sésamo. Por el mismo motivo cuadra más que por su condición de oso famoso en el lugar por su alegría y su bondad, tenga más amigos que la abeja Maya, y extraiga lo mejor de cada uno de ellos. Yo lo tengo claro, el regalo que pido estas Navidades es un oso Paddington de peluche. La trenca azul y el sombrero rojo ya los tengo, tanto como uniforme diario como pijama.

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Copas de yate

INF VNV 4

Recomendada por Kuato a: espectadores de poca fe que tras ver la dos de los Pitufos y Paddington creían que la batalla estaba perdida.

No recomendada por Kuato a: quien prefiera osos con sombrero, cuello de camisa y corbata por el parque de Jellystone, en vez de con sombrero rojo y trenca azul por Londres.

Ego-Tour de luxe por: Hugh Grant, claro. Es tan grande que apenas cabe en la pantalla. No se lo pierdan en los créditos finales.

Atmósfera turbínea por: que se haya necesitado el ridículo peaje del primer Paddington para llegar a este. Bueno, más vale oso tardío que nunca.

 

PADDINGTON 2 ."Paddington 2" (2017). Director: Paul King. Guión: Paul King y Simon Farnaby. Reparto: Ben Whishaw, Hugh Grant, Brendan Gleeson, Jim Broadbent, Julie Walters, Peter Capaldi, Sally Hawkins, Imelda Staunton y  Hugh Bonneville. Estreno en Venusville: 24/11/2017.

 

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