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PASSENGERS crítica: Cómo ligar en el espacio

Curso de ligue en el espacio con Chris Pratt y Jennifer Lawrence de profes en Passengers

RAY ZETA

Chris Pratt nos enseña en Passengers cómo ligar en el espacio con un plan tan simple como efectivo. Sólo hay que elegir una tía, llevártela de viaje sideral en una macro-nave espacial con toda clase de lujos, desde restaurantes románticos y cines a salas de videojuegos, ser sus únicos pasajeros durante 90 años, y dejar que el aburrimiento haga el resto. Da igual si somos feos, gordos o tenemos halitosis. En pocas semanas la chica nos implorará que le aliviemos los picores, sencillamente porque somos el único del universo por lo que a ella respecta. Triunfo seguro y encima con todas las garantías de éxito, pues por muy mal que nos pueda salir la faena, la partenaire no tendrá más remedio que quedarse con lo que le demos.

Esa es la propuesta de Passengers por mucho que se disfrace de producto de ciencia ficción, y es también lo más interesante que ofrece, tomárselo como un manual para aprender a ligar en el espacio, sencillamente porque como obra de ciencia ficción resulta ridícula. Porque aquí la ciencia ficción es lo de menos, un simple escenario que funcionaría igual si fuera una isla desierta, que sólo sirve para contar una historia de amor de chico encuentra chica, chico pierde a chica, y chico recupera a chica, tan ñoña, fifi, cursi y ramplona, como si en lugar de estar protagonizada por Chris Pratt y Jennifer Lawrence lo estuviera por Concha Velasco y Manolo Escobar.

 

Pasajeros: ciencia ficción

"Peor estaba Matt Damon en Marte teniendo que reciclar su propia mierda"

 

Y eso que el punto de partida podría haber sido interesante, pues nos presenta a un personaje viajando solo por la inmensidad del espacio en una macro-nave, con la única compañía de un androide. Una premisa que por su reducido número de personajes recuerda clásicos de la ciencia ficción de todos los tiempos como Naves misteriosas o clásicos recientes como Moon, por mucho que los elementos de ciencia ficción sean tan poco originales como los que saldrían en una parodia de José Mota: las letras sobreimpresas en pantalla con tipografía de ordenador, el nombre mismo de la macro-nave (Avalón), su diseño, las cabinas de hibernación... Porque se trata de una historia de amor, si no ya me veía un monstruito con forma de alien correteando por la nave...

"Hay que tomarse Passengers como un manual para aprender a ligar en el espacio, sencillamente porque como obra de ciencia ficción resulta ridícula"

Por no mencionar la pobre justificación de todo lo que les ocurre a los personajes. Como muestra de buena voluntad porque estamos en Navidad, aunque haciendo un gran esfuerzo, podemos llegar a tragarnos la avería que desencadena el detonante, pero dicho acto de fe ya colma todas nuestras tragaderas porque tragarnos el resto sería pasar por tontos, y uno puede ser buenazo pero no tanto. Averías que suceden cuando le interesa al guionista, personajes que aparecen por la cara y desparecen aún más por la patilla sólo para aportar información necesaria (pensaba que las hadas madrinas sólo existían en los cuentos de hadas), y ridículos giros argumentales nada creíbles en pos de un happy end que provoca arcadas por su exagerada ñoñería.

 

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"Si nos pasa lo de Gravity, te daré algo para agarrar mejor que una cuerda"

 

Aún así a Chris Pratt y a Jennifer Lawrence se les ve la mar de sueltos en sus respectivos papeles, dos personajes con los que el público de ambos sexos se identificará al cien por cien con cada uno de ellos. Los tíos por ser básicos hasta en el espacio, y las tías por ser puñeteras hasta en el espacio (y es que sólo una tía pondría morros porque el tío no dice lo que ella espera que diga, pese a ser el único compañero que tendrá en los próximos 90 años). Y si nos tomamos la historia como lo que es, como una ramplona historia de amor, hasta quedan bien y todo. Hombre, no hacen tan buena pareja como Richard Gere y Julia Roberts en Pretty Woman, pero sí mejor que Leonardo DiCaprio y Kate Winslet en Titanic, lo que tampoco era muy difícil.

Pero no se dejen engañar, y si son amantes de la ciencia ficción y de títulos como Gravity, Interstellar, Marte o La llegada, que no dudamos de que lo son si son ustedes lectores habituales de esta web, huyan de Passengers como del alcohol de garrafón y déjensela a los amantes de las novelas rosas de Corín Tellado, los musicales de Barbra Streisand, y las comedias románticas de Marisol, Rocío Durcal y las gemelas Pili i Mili, por mucho que sea Mortem Tyldum su director. Y es que no se entiende cómo siendo Headhunters tan buena y The Imitation Game (Descifrando Enigma) tan interesante, el director noruego se haya cascado un rollete tan ridículo. Porque Passengers es a la ciencia ficción lo que Crepúsculo sería al cine de vampiros, y con eso está todo dicho.

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Condenada a alforfones

INF VNV 1

Recomendada por Kuato a: yayas que odien los tiros, chachas con ganas de echarse novio, y jovenzuelas que estén en esos día del mes.

No recomendada por Kuato a: quien en su devedeteca tenga 2001, Alien y Terminator.

Ego-Tour de luxe por: el papelón que hace Andy García (es broma porque apenas sale, pero fue lo único que me hizo gracia).

Atmósfera turbínea por: la aparición de Laurence Fishburne. Sólo faltaba que saliera de una lámpara maravillosa y concediera tres deseos.

 

PASSENGERS. Estreno en Venusville: 30/12/2016

 

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