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SILENCIO reportaje: La última tentación de Martin

Martin Scorsese confiesa su fe cristiana y sus dudas religiosas plasmadas en Silencio

DEAPLANETA. En 1988 Martin Scorsese conoció al arzobispo Paul Moore en Nueva York, durante un pase especial de la película La última tentación de Cristo con los líderes religiosos de la ciudad. Moore, que entonces ostentaba el cargo de obispo episcopal de Nueva York, regaló al director una copia de la novela histórica de Shusaku Endo titulada "Silencio". La obra fue recibida con muy buenas críticas cuando se publicó en Japón en 1966 y generó grandes debates y análisis sesudos, exhaustivos y rigurosos. La traducción al inglés llegó unos años más tarde y con ella creció aún más la reputación de la novela como una profunda investigación y reflexión sobre la religión.

Nada más empezar la lectura, Martin Scorsese se sintió cautivado por la novela, hasta el punto de sentir que "Silencio" le hablaba personalmente. “La temática que Endo plantea en el libro ha formado parte de mi vida desde que era muy, muy joven”, comenta Scorsese. “Me crié en el seno de una familia muy católica en la que se le daba mucha importancia a la religión. Uno de los pilares de mi vida sigue siendo la espiritualidad católica romana que tan importante fue para mí de niño, y esa espiritualidad estaba relacionada con la fe”.

 

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"Martin Scorsese dudando sobre cómo queda el encuadre del plano"

 

Scorsese comenta que al leer la novela le sorprendió descubrir que planteaba asuntos muy profundos y serios sobre el cristianismo con los que, según él mismo, “Sigo luchando hoy en día. Llegado a este punto de mi vida pienso constantemente en la fe y la duda, la debilidad y la condición humana. Todos ellos son temas que la novela de Endo plantea de una manera muy directa”.

En cuanto leyó "Silencio", Scorsese supo que quería llevar el libro a la gran pantalla. La novela de Shusaku Endo "Silencio" (Chinmoku) está ambientada en el Japón de la época de los Kakase Kirishitan (“cristianos ocultos”) y se ha descrito como un logro supremo literario y una de las mejores novelas del siglo XX. El libro se publicó en 1966 y fue galardonado con el prestigioso premio Tanazaki. Se tradujo al inglés en 1969 y se ha publicado en diferentes idiomas en todo el mundo. "Silencio" se convirtió en un éxito de ventas en Japón, con más de 800.000 copias vendidas.

"Scorsese comenta que al leer 'Silencio' le sorprendió descubrir que planteaba asuntos muy profundos y serios sobre el cristianismo con los que, según él mismo, sigue luchando"

El interés de Scorsese por la novela incrementaba con cada lectura y empezó a trabajar en la adaptación al cine con su colaborador habitual Jay Cocks a finales de la década de 1980, con la intención de llevarla a la pantalla próximamente. No obstante, todo cambió por culpa del destino. Para empezar, “No estaba contento con el borrador”, comenta Scorsese. Pero también se enfrentó a otros problemas, entre ellos encontrar financiación para un proyecto de tanta envergadura, y acabó dejando el guión a un lado.

Haber pospuesto el proyecto no significó dejar de pensar en el libro. Lo tenía siempre presente y nunca dejó de analizar los temas y los personajes de la novela, redactando diferentes versiones del borrador del guión con Cocks. En total dedicaron más de quince años a la tarea de escribir un guión que estuviera a la altura del material original, que fuera convincente y que incorporara y diera vida a las consideraciones más profundas e intensas de la novela.

 

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En 2007 se publicó una nueva edición de la novela con prólogo de Scorsese en el que el director da buena cuenta no solo de la importancia de la temática en su vida, sino de lo que se podría esperar de su versión cinematográfica del libro. “El cristianismo se basa en la fe, pero al estudiar la historia de la religión queda patente que ha tenido que adaptarse una y otra vez, con grandes dificultades, para que ese fe pudiera florecer”, escribe Scorsese.

Ahí surge la paradoja, una paradoja que puede ser muy dolorosa, puesto que en principio, creer y dudar son dos conceptos antitéticos. Sin embargo, creo que uno no puede existir sin el otro. Ambos conceptos se retroalimentan. Dudar puede generar una sensación de soledad, pero en conjunción con la fe, con una fe profunda e inquebrantable, las dudas pueden generar una sensación de comunión y fraternidad. Endo entiende a la perfección ese doloroso proceso tan paradójico que nos lleva de la duda a la soledad y a la comunión”.

 

SILENCIO. Estreno en Venusville: 06/01/2017

 

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