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SITGES 2010: LA POSESIÓN DE EMMA EVANS entrevista a Manuel Carballo: La posesión de Manu Carballo

   

La posesión de Manu Carballo

Un pentagrama, una adolescente poseída, y un cura con el uniforme oficial de exorcista contratado por sesiones

Por Ray Zeta

 

<Durante la presentación de El último justo en la edición del Festival de Sitges de 2007, Manu Carballo acudió al photocall llevando un sombrerito que le daba un aire de músico de jazz más que de director de cine. Siendo una rueda de prensa de aquellas poco concurridas con pausas y silencios más propios de un programa radiofónico de Jesús Quintero que de una rueda sitgera, pillé el micrófono por banda y viento en popa en toda vela, y chupé micro como una loca.

   “¿Tiene alguien una pregunta? ¿No? Bueno, pues hago otra…”. Y así estuve una detrás de otra hasta convertir la rueda de prensa en una entrevista con público.

   Una hora más tarde en el jardín del hotel, un tipo ataviado con un sombrerito más propio de un músico de jazz que de un director de cine, se me acercó cerveza en mano y me increpó con un amistoso grito mientras me estrechaba la mano.

   Tres años más tarde Manu Carballo me ha recordado y me ha contado que perdió aquel sombrerito.

 

 

 

   -¿Por qué en las películas de exorcistas el poseído es siempre una adolescente y no un tío cincuentón calvo y con barriga?

   -Esa es una pregunta muy interesante… La adolescencia encarna ese momento de máxima vulnerabilidad del ser humano, y para reforzar eso, el hecho de que sea una chica refuerza el aspecto de desamparo.

   Si se busca el momento y el personaje más débil o más vulnerable, una chica adolescente es lo ideal. Aún así, un personaje rudo vigoréxico como un Schwarzenegger poseído sería un giro novedoso. La peli de Friedkin sentó además unos patrones y unos códigos en el género.

   -También es más comercial ver a una adolescente en camisón y braguitas que a un cincuentón en camiseta y calzoncillos…

   -Sí claro, sin duda es más atractivo.

   -¿Tan fácil es invocar al Diablo? Tu personaje se limita a dibujar un pentagrama, practicarse un corte en la mano, y zas.

   -Bueno, si cuentas una historia de este tipo tienes que asumir una serie de códigos. Invocar al Diablo no sé si es muy fácil o muy difícil pero tampoco tiene que ser algo muy complicado. Si realmente uno cree que puede invocar al Diablo y se puede hacer a través de una ouija o se puede hacer a través de un conjuro o a través de una pócima, no sé hasta qué punto requiere dificultad. Puede ser tan fácil o difícil como uno desee.

 

 

   -En El día de la bestia también invocan al Diablo dibujando un pentagrama…

   -Sí, son lugares comunes que están asumidos por todo el mundo.

   -Y en La novena puerta a Johnny Depp le encargan buscar el libro del reino de las sombras precisamente para invocar al Diablo.

   -Claro, puede ser un libro, puede ser un conjuro o puede ser una simple frase. Los brujos de la Edad Media invocaban al Diablo con una palabra. Ese punto de sencillez habla bien del Diablo en ese sentido. No olvidemos que una palabra como “abracadabra” podía tener unos efectos brutales, así que no me parece más sencillo o más difícil que hacer una invocación.

   -¿Podría ser que la protagonista de tu película tuviera el libro que busca Johnny Depp en La novena puerta?

   -(Risas) Posiblemente… O posiblemente lo tenga Christopher, el cura…

 

  "Nos planteamos la posesión como una enfermedad. En ese sentido es como quien hace sesiones de quimioterapia"  

 

   -El mismo cura que cuando va a realizar el exorcismo sale de su casa con el sombrero y el maletín, o sea con el uniforme oficial de exorcista.

   -Sin duda. El planteamiento de la peli era huir en la medida de lo posible de los lugares comunes institucionalizados por Friedkin, pero nos permitimos un pequeño homenaje que era la salida del sacerdote de su casa. El único punto de conexión entre ambas pelis es el plano de esa salida, que está rodado de una forma muy diferente, siguiendo el estilo de la peli, con un zoom out. Pero sí, nos pareció darle la vuelta a ese momento que dio lugar al póster y a esa imagen icónica de la peli. Fue como decir: vamos a hacer ese plano pero actualizándolo.

   -¿Y otras pelis de exorcismos? ¿Has repasado otras pelis antes de realizar tu película?

   -Sí, pero sobre todo para saber hacia dónde no debíamos ir. Para preparar a nivel visual la peli he recurrido a películas y estilos muy diferentes, desde los hermanos Dardenne a las pelis de Von Trier, a las pelis de Cassavetes, a documentales varios… Me documenté a nivel visual con pelis que no tienen nada que ver con el género y con casos reales.

   -¿Ah sí?

   -Sí, con libros sobre exorcismos, vídeos… Hay vídeos en el YouTube que son bastante angustiosos. Hay grabaciones de sonido del auténtico caso que dio lugar a El exorcismo de Emily Rose que son muy pero que muy angustiosos. Uno no sabe qué creer después de oír ese tipo de cosas, no sabe qué pensar sobre la realidad o no de este tipo de sucesos.

 

 

   -¿Y El último exorcismo, proyectada en este festival? ¿Has tenido oportunidad de verla?

   -No, no he podido, pero tengo conocimiento de la peli y sí que hay algún punto en común, sobre todo a nivel de estilo, que las dos buscan el tono documental pero a nivel argumental son como las dos caras de la misma moneda. El sacerdote de El último exorcismo es un tipo que quiere demostrar que el Diablo no existe y en la nuestra es todo lo contrario.

   -Ahora que has mencionado el tono documental, se echa en falta ver algún vómito verde tratándose de una peli con adolescente poseída. ¿No estuviste tentado de meter alguno como obsequio a los freaks de Sitges?

   -No, desde un primer momento me pareció que iba en contra del espíritu realista de la peli. Cuando hay mucho efecto digital en una peli yo no puedo dejar de percibirlo, y tenía la convicción de que todo aquello que pudiéramos hacer en rodaje de forma mecánica iba a ayudar al estilo y al espíritu de la peli, y creo que así ha sido. Hasta la levitación la rodamos de forma mecánica.

   -¿Y esto de practicar los exorcismos a horas concertadas como quien tiene cita con el dentista?

   -Es que nos planteamos la posesión como una enfermedad. En ese sentido es como quien hace sesiones de quimioterapia. Como enfermedad no podían estar 24 horas haciéndole el exorcismo. Nos pareció razonable teniendo en cuenta la fatiga que puede llegar a generar un suceso de este tipo, alargarlo en el tiempo y que ella se viera sometida a diferentes sesiones de exorcismo diariamente que le la llevan a ese punto sin retorno.

   -Y la última: El último justo la rodaste en Méjico, ésta de Emma Evans en Londres… ¿Qué pasa, que sólo aceptas proyectos donde puedes tener vacaciones pagadas?

   -(Risas) Sí, fundamentalmente sí, de hecho la próxima queremos rodarla en el Caribe.

   -¿Piratas del Caribe 5, quizás?

   -No, “Zombis del Caribe 2”./>

 

 

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Emma Evans poseída por el Diario de Venusville

 

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