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STAR WARS: EL DESPERTAR DE LA FUERZA crítica en contra: J.J. Abrams se hace caquita

J.J. Abrams se raja y en El despertar de la Fuerza copia La guerra de las galaxias para no cagarla

RAY ZETA

Tres años después de que Disney sorprendiera al mundo anunciando que había adquirido LucaFilms por el módico precio de 3000 millones de euros con el objetivo de realizar nuevas películas de Star Wars, llega, por fin, el Episodio VII. Han sido tres años de rumores, noticias y anuncios en los que han sonado todos los nombres de Hollywood habidos y por haber tanto para el reparto como para la dirección, desde el pato Donald hasta el cadáver de Stanley Kubrick, provocando los lógicos temores de encontrarnos ante una nueva fallida trilogía como ocurrió con la de los Episodios I, II y III. Temores que se disiparon en cuanto se anunció que J.J. Abrams, nuevo rey Midas de Hollywood que convierte en oro todo lo que toca y que goza de la simpatía del público por su larga lista de éxitos, era el elegido por Disney para que escribiera y dirigiera el nuevo episodio.

A J.J. Abrams le debemos la resurrección de otras sagas como Star Trek y Misión Imposible, así que su elección para escribir y dirigir el Episodio VII era a priori acertada. Y más aún cuando él mismo anunció que conservaría el espíritu de la trilogía original, y que los personajes originales reaparecerían como regalo para los fans. Promesas electorales que se confirmaron con el primer teaser difundido al incluir el texto de El retorno del Jedi en el que Luke explica cómo es de intensa la Fuerza en su familia, demostrando que se pasaba por el forro las premisas implantadas por George Lucas en la segunda trilogía (ya el título "El despertar de la Fuerza" es toda una declaración de principios que le enclasta una tarta de nata en los morros tras lo de los putos midiclorianos), y un plano final orgiástico con Han Solo y Chewbacca entrando en el Halcón Milenario con la frase de "Estamos en casa".

 

Star Wars: El despertar de la Fuerza

Prueba 1 de la acusación: Rey VS. Luke

 

O sea que parecía que el Episodio VII: El despertar de la Fuerza iba a ser el festival que todos los fans de Star Wars estábamos esperando desde el disgusto que nos llevamos con la nueva trilogía de Lucas. ¿Pero lo es? ¿Es El despertar de la Fuerza el episodio soñado, anhelado y ansiado por todos? Pues incomprensiblemente y desafortunadamente para nosotros, rotundamente no. Abrams mantiene el espíritu de la trilogía original, sí, pero si lo hace es porque lo que ha hecho ha sido copiar hasta el calco los elementos que triunfaron en la trilogía original. La sensación es que le ha podido la presión y que por ello no se ha atrevido a arriesgar en ningún aspecto, cómo si hizo con acierto en Star Trek. Abrams se ha mirado La guerra de las galaxias (Episodio IV: Una nueva esperanza), se ha apuntado en un cuaderno todo lo que sale, y se ha dedicado a reproducirlo a pies juntillas para no cagarla.

Lugares comunes, personajes comunes y situaciones comunes que hacen que sintamos familiaridad por lo visto, pero también que nada sorprenda y que todo provoque una horrible sensación de deja vu hasta parecer un remake de La guerra de las galaxias en vez de una secuela. Empezando por el planeta donde acaece la mayor parte de la acción, un planeta desértico que parece Tatooine pero que no es Tatooine sino Jakku. Siguiendo con los personajes: Rey es un personaje de Jakku que por estética y personalidad copia al Luke de la primera mitad de La guerra de las galaxias, y Poe es un piloto rebelde de un X-Wing que es el alter ego de Luke de la segunda mitad de La guerra de las galaxias. Si sumamos ambos obtenemos a Luke Skywalker completo, el que se pasea de blanco por Tatooine buscando androides, y el piloto rebelde que lidera el ataque a la Estrella de la Muerte.

 

Star Wars: El despertar de la Fuerza

Prueba 2 de la acusación: Poe VS. Luke

 

Y seguimos. Luke encuentra a R2-D2 en una chatarrería, ¿verdad? Pues aquí Rey encuentra a BB-8 en otra. Un robotijo que cubre la vacante de robot mascota dejada por R2, tan igual a éste en personalidad que se diría que lleva implantado su CPU (hasta lleva también un mensaje en forma holográfica). Y no acaban aquí los parecidos no casuales... Es normal que el nuevo Imperio sea pastado al visto en las trilogías anteriores, pero no lo es tanto que el villano Kylo Ren vaya disfrazado de Darth Vader, hable con su misma voz y respire también por un amplificador. Y que también tenga un maestro, el líder supremo Snoke, que... ¿adivinan a quién se parece? Exacto, al Emperador. Y que su base sea de nuevo una Estrella de la Muerte (aquí llamada Base Starkiller), que también deba ser destruida en el clímax en un ataque de X-Wings rebeldes endiñándole un bombazo en el punto concreto, que no hace falta decir quién lo conseguirá...

Y aún hay más, que diría Superatón: si Kylo Ren va disfrazado de Darth Vader, el General Hux va de Moff Tarkin y la Capitán Phasma de Boba Fett (será que los tres van a la misma fiesta de disfraces, una fiesta donde el tema es, claro, Star Wars), sin contar que la aparición de esta última es puramente testimonial sólo para para salir en la foto y el tráiler (y de paso en los muñequitos del merchandising), igual que personajes conocidos como Gial Ackbar y Nien Nunb. Una vez más, ¿homenaje respetuoso o estafa en forma de copia descarada? Hasta cuando van al planeta Takodana en busca de Maz Kanata, el encuentro tiene lugar en una taberna hermana gemela de la de Mos Eisley, se diría incluso que con sus mismos músicos de jazz (será que como cobran tan poco no han podido jubilarse ni siquiera 30 años después...).

 

Star Wars: El despertar de la Fuerza

Prueba 3 de la acusación: BB-8 VS. R2-D2

 

Sin contar el gran número de casualidades que suceden por la cara, desde la aparición de Han Solo justo tras la escena que le precede a que Maz Kanata tenga en su poder el sable láser de Luke Skywalker, pasando por el secreto que rodea al personaje de Rey, que no olvidemos que irrumpe casualmente en la trama cuando encuentra a BB-8 (igualito que cuando Luke encuentra a R2 en La guerra de las galaxias...). J.J. Abrams nos ha colado, en definitiva, el mismo perro con diferente collar, un remake inconfeso de La guerra de las galaxias y encima con peores resultados por estar ya visto y no dar lugar a la sorpresa. ¿Homenaje respetuoso a la trilogía original, o miedo a arriesgar para no cagarla? Pues claramente lo segundo. Abrams se ha hecho caquita en los pantalones y ha ido a asegurar el tiro de la manera más fácil, posiblemente por la somanta de palos que se llevó George Lucas tras los experimentos con gaseosa que hizo con la segunda trilogía.

Y lo sabemos porque tenemos el referente de Star Trek y Star Trek: En la oscuridad, donde no le tembló el pulso a renovar la saga de la Enterprise, actualizando acertadamente personajes, lugares y situaciones (el nuevo retrato que hace de Khan en la 2, por ejemplo, es acojonante). En cambio en El despertar de la Fuerza le ha podido la presión y no se ha atrevido, y por eso nos ha dado los mismos héroes, los mismos villanos, y los mismos lugares de La guerra de las galaxias. Como si hubiera abierto el baúl de los juguetes viejos y hubiera desempolvado los muñequitos de nuestra infancia. Muñequitos que por mucha nostalgia que nos despierten se han quedado a todas luces anticuados. Por eso les ha dado una manita de pintura para disimularlo en vez de renovarlos, y a correr. Lástima que la pintura no haya podido borrar su fecha de caducidad, y que ésta haya expirado hace treinta años.

 

Star Wars: El despertar de la Fuerza

Prueba 4 de la acusación: Kylo Ren VS. Darth Vader

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Condenada a alforfones

INF VNV 1

Recomendada por Kuato a: fans de Star Wars que todavía juegen con los muñequitos de La guerra de las galaxias. Los personajes de El despertar de la Fuerza serán los mismos muñequitos pero más nuevos.

No recomendada por Kuato a: alérgicos al polvo, los ácaros y la naftalina.

Ego-Tour de luxe por: Han Solo, el único que aporta algo de dignidad al conjunto, porque si esperábamos que lo hicieran la princesa Leia y Luke Skywalkwer, mal vamos.

Atmósfera turbínea por: que cuando tengamos alzeimer y veamos La guerra de las galaxias o El despertar de la Fuerza, no sabremos cuál es cuál como nos pasa ahora con las de Rocky.

 

STAR WARS: EL DESPERTAR DE LA FUERZA. Estreno en Venusville: 18/12/2015

 

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