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SUMMER CAMP crítica: Campamento sangriento

Comedia de terror gamberro con infectados haciendo de zombies en Summer Camp

BETO

Estamos en un momento cinematográfico en que cuesta sorprender al espectador. Inflados hasta hartar de remakes de viejos éxitos (y no tan éxitos) de los ochenta, o exprimiendo hasta la saciedad la gallina de los huevos de oro, por medio de trilogías o tetralogías orientadas al público teen (Divergente, Los juegos del hambre, El corredor del laberinto...) o por medio de repeticiones hasta la saciedad de fórmulas que han tenido éxito. Summer camp podría encuadrarse dentro de este último paquete, que para ser más exactos, englobaríamos en las películas de pandemias que infectan a las personas y las pueden convertir en zombis, tíos enloquecidos, inspectores de Hacienda, monstruos deformes, o lo que se nos venga a la mente.

Si tuviésemos que buscarle paralelismos a Summer Camp con algún film de esas características, indudablemente lo haríamos con 28 días después, porque, sin mirar de desvelar nada relevante de la película, los protagonistas de la misma, un grupo de monitores que esperan al día siguiente que un grupo de niños llegue para iniciar un campamento de verano, ven cómo son infectados por algo que les hace entrar en un estado de cólera irrefrenable, en la línea de lo que mostraba la cinta de Danny Boyle, y rivalizando con el nivel de salvajada y acojone de sus pseudo-zombis. Con su aspecto pálido y la boca negruzca de la que hacen gala, unido a las ganas que tienen de chillar, chafar cráneos y descuartizar a la gente, estos sujetos mantienen bien alto el pabellón de los infectados.

 

Summer Camp: Comedia de terror

"Es la última vez que me pongo una peli de uwe Boll antes de acostarme"

 

Pero por muy bien que estén estos seres, podríamos pensar que estamos ante más de lo mismo. Pero Alberto Marini, el director novel de Summer Camp, nos tiene preparada alguna que otra sorpresa que no desvelaremos, que le da una nueva vuelta al género de infectados y que, sin ser la rehostia, aporta algo novedoso, que no es poco con lo que nos está llegando a las pantallas hoy en día. Además, utiliza los típicos clichés de forma acertada, lo que analizaremos para demostrar que tampoco es tan complicado crear una aceptable película de terror si se tienen ideas y se saben llevar a la práctica.

"Con su aspecto pálido y la boca negruzca, unido a las ganas que tienen de descuartizar a la gente, estos sujetos mantienen bien alto el pabellón de los infectados"

De entrada, no es necesario un gran grupo de personajes para rodar una película de estas características. Cuatro estudiantes, un par de lugareños y algún que otro yonki bastan para mantener al espectador en tensión buena parte de la película. Recientemente vi Bunny, la cosa asesina, título que se proyectó el año pasado en el Festival Nocturna, en el que un hombre-conejo se cargaba a todo quisqui que se encontraba en su camino. Resultado: te acabas pitorreando de la rapidez con que pelan a los protagonistas, que pasaban de la decena y aseguraría que se acercaban más bien a la veintena. Volviendo a Summer Camp, otro tema sería el hablar de los protagonistas, ya que mientras los otros tres actores dan bastante el pego sin llegar a deslumbrar, Andrés Velencoso está justito, justito, para estas lides.

 

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"Lo único que me consuela es que en Posesión infernal a Bruce Campbell lo puteaban mucho más"

 

El ritmo marcado en Summer Camp es bastante constante, con la excepción de los minutos iniciales en los que le cuesta arrancar un poco. Pero cuando se rompe este muro, la película mantiene la intensidad hasta el último fotograma. Es cierto que también ayuda la corta duración del filme (85 minutos), pero esto también es otro acierto para evitar caer en escenas que simplemente sirvan de relleno. El antiguo caserón reconvertido en campamento de verano da el juego suficiente para el juego del  gato y el ratón entre humanos sanos e infectados. Poca cosa más: una caravana, un bosque cercano y a correr (nunca mejor dicho).

Además, Marini consigue combinar las dosis justas de violencia (la película va bastante cargadita entre golpes, agujereamientos y otras lindezas similares) y  un cierto humor negro mostrado de forma velada, porque la película es ante todo, una película de terror (olvídense de Bienvenidos a Zombieland o de Zombies Party, que esto va de otro rollo). Esto, unido a una serie de giros argumentales, algunos de ellos ingeniosos, hacen que Summer Camp sea de lo más interesante que hemos visto en tiempo por lo que respecta a películas de terror nacionales.

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Copas de yate

INF VNV 4

Recomendada por Kuato a: Steve Barker, director de Generación Z, para que vea que no es tan difícil hacer algo interesante en este campo.

No recomendada por Kuato a: los niños que se vayan a ir de colonias, aunque claro, no creo que sus padres les dejen ver películas de este estilo...

Ego-Tour de luxe por: compartido ex-aequo por la escena de la caravana y el amanecer del día siguiente. Dos momentazos de alto nivel.

Atmósfera turbínea por: Andrés Velencoso. Enchufado ahí porque necesitaban alguien que hablase castellano. ¿Realmente no había mejores opciones?

 

SUMMER CAMP. Estreno en Venusville: 10/06/2016

 

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