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TARDE PARA LA IRA crítica: Cuervo loco tira, pero tira poco

Raúl Arévalo debuta en la dirección con Tarde para la ira en un thriller a lo Charles Bronson

RAY ZETA

Impresiona más un solo tiro bien dado que muchos a la tum-tum. El exceso lleva a la exageración, y la exageración a la diversión (y de eso sabe un rato el amigo Quentin Tarantino), pero en la sobriedad está, la mayoría de las veces, la credibilidad. ¿Nos creemos tiroteos o peleas como los de Desperado, Kill Bill o Los ocho odiosos, en los que se reparte más plomo que en una ferretería, y la sangre salpica a los espectadores de las primeras filas? No, pero nos divertimos. ¿Nos creemos los tiroteos de Tarde para la ira? Sí, y encima nos hacen sufrir porque nos impresionan. Ese es el secreto de Tarde para la ira y el triunfo de Raúl Arévalo como director: la veracidad.

Porque Tarde para la ira respira realismo por sus cuatro costados. Primero presentando a sus personajes y el barrio en el que se mueven sin prisa, como un guiso cocinado a fuego lento, más tarde explicando las motivaciones de los personajes, y finalmente mostrando sus acciones. Será por falta de presupuesto, por interés expreso de Raúl Arévalo, o por ambas cosas, pero lo cierto es que exceptuando al trío protagonista formado por Antonio de la Torre, Luis Callejo y Ruth Díaz, el resto de actores no parecen profesionales sino gente de la calle que pasa por allí. Incluso el trío protagonista interpreta sin estridencias ni maniqueísmos de la manera más natural posible.

 

Tarde para la ira: thriller

"Retira ahora mismo que en El barco Mario Casas era un macho y yo un nenaza"

 

Por eso cuando estalla la violencia nos llega al tuétano. La peli que hasta ese momento parecía un documental que retrataba el ambiente de un barrio cañí, con sus vecinos, sus vecinas, sus vecinitos y sus vecinitas cañís, se torna una obra magistral de cine negro clásico con tintes de western urbano con la venganza como motor de fondo. Violencia contenida que explota como una bomba de fabricación casera, violencia descarnada sin concesiones, con pocos tiros bien dados y de los que hacen daño. Como si Charles Bronson hiciera justicia por Puerto Urraco, y lo hiciera a su manera, a trabucazos cual Curro Jiménez ajustando cuentas con los bandoleros de la Sierra.

“Como si Charles Bronson hiciera justicia por Puerto Urraco a trabucazos cual Curro Jiménez ajustando cuentas con los bandoleros de la Sierra”

Y encima con un guión inteligente que no muestra sus cartas de inicio sino que va desgranando los hechos poco a poco y va introduciendo giros argumentales que hacen avanzar la trama mientras sorprenden al espectador. Que no les cuenten de qué va Tarde para la ira porque les harán la putada de sus vidas. Un atraco a una joyería sale mal, trincan al conductor, va al trullo, sale ocho años después y regresa al barrio. Eso es todo lo que necesitan saber. A partir de ahí déjense llevar por sus personajes y contemplarán una historia que no les dejará indiferentes. Ni por lo que les contará, ni por cómo se lo contará, pues director y actores han dado con el botón justo para hacerlo de la mejor manera.

 

Tarde para la ira: thriller

"Larguémonos antes de que Raúl Arévalo nos diga de hacer Los amantes pasajeros 2"

 

Chapó por el debut de Raúl Arévalo como director, pues, que se ha cascado una ópera prima que hará verdecer de envidia a todos los directores que ya han tenido la oportunidad de estrenarse sin el mismo éxito, y que en estos momentos estarán maldiciendo al santísimo al comprobar cómo una peli tan simple y con tan pocos elementos puede ser tan efectiva, y se maldecirán a sí mismos por no habérseles ocurrido a ellos. Daniel Calparsoro se acercó hace veinte años con Salto al vacío, y Kike Maíllo ha intentando con Toro hacer la versión cara aunque fallidamente, pues al lado de la sobriedad de Tarde para la ira, el tono sobreactuado de Toro la convierte en un tebeo paródico.

Y espérense a ver qué pasa en la próxima ceremonia de los Goya, pues Tarde para la ira cumple con todas las condiciones para llevarse a casa un buen saco. Es una ópera prima, es barata, parece real, y sus interpretaciones son contenidas... todo lo que les gusta a los académicos. Ya veo a Raúl Arévalo agradeciendo su Goya a director novel a todos los directores con los que ha trabajado; a Antonio de la Torre y a Luis Callejo compartiendo el de mejor actor principal ex-aequo; a Ruth Díaz con el de actriz de reparto dándole las gracias a Raúl Arévalo; y a Manuel Soto, que protagoniza una de las mejores secuencias de la película, agradeciéndole el de actor de reparto a todos los canis de los barrios periféricos de España. Y nosotros dándoles las gracias a todos ellos.

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Venus Hall of Fame

INF VNV 5

Recomendada por Kuato a: alumnos de cine para que aprendan a hacer un peliculón con cuatro duros y cuatro cañas.

No recomendada por Kuato a: quien prefiera los exagerados tiroteos de Desperado o Los odiosos ocho. Aquí se dispara poco e incluso algunos tiros están fuera de plano.

Ego-Tour de luxe por: la secuencia con Manuel Soto, divertida y dramática a partes iguales.

Atmósfera turbínea por: que Charles Bronson ya esté muero y por eso no pueda protagonizar el remake americano titulado “El justiciero de Puerto Urraco”.

 

TARDE PARA LA IRA. Estreno en Venusville: 09/09/2016

 

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