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THE EQUALIZER: EL PROTECTOR crítica: El justiciero del súper

De la serie de los 80 a Denzel Washington impartiendo justicia a lo Charles Bronson

ROBERT THORNHILL

Está claro que la arruga (masculina) es bella para los dirigentes de Hollywood, quienes lejos de hacer costosos cástings para encontrar nuevos rostros pétreos y miradas asesinas penetrantes (como la de Javier Castro en El niño) recurren a viejas glorias que resulten más familiares para el público y sean una garantía en taquilla, para ejercer de actor franquicia de sus action-movies. En lo que va de año ya hemos visto a un achacoso Kevin Costner haciendo de un espía quejumbroso con la lengua fuera en 3 días para matar, a un Arnold Schwarzenegger que con su purito en ristre demostraba en Sabotage que ha vuelto para quedarse, por no mencionar ese cementerio de héroes de acción de los 80’s que hemos vuelto a disfrutar en Los mercenarios 3. Y el último ejemplo lo tenemos en The Equalizer, una película de justicieros a la vieja usanza que se convierte en un vehículo de lucimiento de un Denzel Washington que anda rondando los sesenta tacos pero al que el papel de expeditiva y moralista máquina de matar le viene como anillo al dedo.

Si nuestro añorado Tony Scott logró sacar lo mejor de sí de un Washington al que se le veía desahogado en sus películas deambulando chulescamente por la pantalla, dominando el entorno y sin tener ni la más mínima duda de lo que había que hacer en cada momento, como en Dejà Vú o Imparable, ahora el testigo lo ha recogido un Antoine Fuqua que se arrodilla ante la portentosa personalidad de Denzel sirviéndonos una película donde el ritmo y el guion se ajustan a la medida de su megaestrella, como si de un Tom Cruise o de una Angelina Jolie se tratara. De esta manera el exagente de la CIA Robert McCall que va impartiendo justicia sin piedad no es más que el alter-ego de su protagonista que ya hemos visto en infinidad de veces: balsámico, elocuente, sermoneador de frases lapidarias, persuasivo, con una seguridad en sí mismo y un aire de infalibilidad que te harían dejar tu vida en sus manos con los ojos cerrados.

 

"Que Sylvester Stallone te vaya reservando un papelito en Los mercenarios 4"

 

El origen de The Equalizer lo encontramos (¡cómo no!) en una serie de los años 80 llamada El ecualizador que tuvo un aceptable éxito en España, con un sombrío Edward Woodward ejerciendo de anti-héroe justiciero que trabajaba por encargo auxiliando altruístamente a los pobres agraviados que clamaban por su ayuda. Afortunadamente el guionista Richard Wenk no ha cometido el mismo error que Christopher McQuarrie en Jack Reacher intentando adaptar fielmente el personaje, sino que ha optado por utilizar la serie como base argumental a partir de la cual construir un sangriento thriller con grandes momentos adrenalíticos, sin pretender, a priori, crear una franquicia, cosa que es de agradecer en estos tiempos donde las secuelas se repiten hasta la extenuación del personaje.

"Es de agradecer a Antoine Fuqua que no nos escatime ninguna escena por dura y cruel que sea, como ese sacacorchos que atraviesa la mandíbula de un ruso"

El ritmo de la película, al estilo del pequeño de los Scott, va in crescendo, presentándonos a un humilde y solidario trabajador de supermercado que se toma parsimoniosamente su té en el bar de la esquina, a la vez que disfruta de la lectura de clásicos de la literatura como "El viejo y el mar" o "El Quijote", quedándole tiempo para entablar una extraña amistad con una joven prostituta con vocación de cantante.

 

"A mí no tienes que entrenarme como a Ethan Hawke, que por algo soy Hit-Girl"

 

Este dulce prólogo se ve truncado cuando se cruzan por su camino unos proxenetas rusos y se asoma la bestia de matar que albergaba en el interior de ese apacible jornalero, obsequiándonos con una escena en que utilizando como armas un simple sacacorchos y un pisapapeles, y sin derramar una mísera gota de su negra piel, se cepilla con un festín de sangre y una precisión milimétrica al estilo del Sherlock Holmes de Guy Ritchie, a un grupillo de bravucones bolcheviques. Esa escena antológica en que se redefine al prota marca el devenir del tour de force en el que nos embarcaremos, donde las escenas de violencia, la crudeza y la visceralidad son dignas del mejor Tarantino.  Es de agradecer a Antoine Fuqua el hecho de que no nos escatime ninguna escena por dura y cruel que sea, incluso recreándose en momentos cumbre dignos de recordar, como ese sacacorchos que atraviesa la mandíbula de un ruso, escena que llega al corazón del espectador.

Para aquellos que disfrutamos como niños con aquel Denzel Washington puteando con saña al novatillo Ethan Hawke en Training Day (Día de entrenamiento), celebramos esta vuelta del mejor Antoine Fuqua, quien desde el pelotazo que supuso aquella peli no ha hecho más que medianías culminadas por esa patriótica Objetivo: La Casa Blanca con un Gerard Butler jugando a ser Bruce Willis, en que el sello del director brillaba por su ausencia. Se rumorea que Fuqua anda preparando un remake de Los siete magníficos contando con su "hermano" afroamericano para protagonizarla: en Venusville ya nos frotamos las manos recordando cómo se las gastaba en El libro de Eli, aquel western apocalíptico en que Washington jugaba a ser un letal guerrero de Dios. Sólo faltaría que se añadiera al grupo Jason Statham para que la fiesta mamporrera fuera completa y nos pusiésemos cachondos del todo.

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Copas de yate

INF VNV 4

Recomendada por Kuato a: los nostálgicos ochenteros de que los malos fueran siempre esos odiosos rusos y las escenas violentas se vieran más reales y no estuvieran rodadas en slow motion.

No recomendada por Kuato a: quien Kill Bill no le acabe de gustar porque le recuerde a un análisis de sangre; aquí la sangre y las vísceras se muestran muy alegremente.

Ego-Tour de luxe por: el nacimiento del killer del supermercado en que se convierte Denzel Washigton utilizando taladros, pistolas de clavos y mazos para cargarse a sus víctimas. Miedo me da qué haría en el IKEA o el Leroy Merlin.

Atmósfera turbínea por: ese toque nostálgico ochentero de usar a los rusos como los malos-malotes de la película… las tríadas chinas o las mafias albanesas hubieran significado un salto más hacia el siglo XX.

 

THE EQUALIZER: EL PROTECTOR. Estreno en Venusville: 17/10/2014

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1 Respuesta

  1. Anónimo
    Carolina Gómez<br /><p>No recuerdo ninguna película donde Denzel no me haya sorprendido y entretenido tanto, es una de esas películas en donde te desconectas del mundo por la trama tan buena que ofrece, una vez más Antoine y Denzel juntos, sin duda un buen equipo de trabajo.</p>

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