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UN MONSTRUO VIENE A VERME rueda: ¡Bayona, eres un monstruo!

Rueda de Un monstruo viene a verme con Bayona de prota y Sigourney Weaver de secundaria

RAY ZETA

FESTIVAL DE SAN SEBASTIÁN, 21/09/2016. No todos los días tiene uno la oportunidad de estar frente a frente con la teniente Ellen Ripley, aunque a juzgar por el poco caso que le hacen los presentes, se diría que Sigourney Weaver sólo haya intervenido en la tontorrona Armas de mujer y poco más. Ni Ghostbusters, ni La muerte y la doncella, ni Gorilas en la niebla, ni Avatar, ni mucho menos la saga de Alien, si no, no se entiende cómo está todo el mundo como si esa señora sentada ante nosotros, fuera la tiíta del director que viene a presentar su película. Ella, aún así, profesional hasta la médula, soporta estoicamente su condición de invitada de piedra y le cede todo el protagonismo a la persona que suscita todo el interés de la sala, que no es otro que Juan Antonio Bayona con la peli Un monstruo viene a verme bajo el brazo.

Porque Juan Antonio Bayona es el director a seguir desde que petara las taquillas de todo el mundo hace cuatro años con Lo imposible (también lo consiguió aunque menos con su primera obra El orfanato), y su nueva película, Un monstruo viene a verme, está recibiendo piropos y florecitas allá por donde se ha proyectado, augurándole un futuro igual o mejor. Y a pesar de todo ello, Bayona pone la misma cara de póker que siempre. La misma que puso cuando presentó El orfanato, la misma que puso cuando presentó Lo imposible, y la misma que le hemos visto siempre cuando hemos ido coincidiendo en eventos y festivales: la de no creérselo y seguir en la Tierra con los pies en el suelo, lo que le honra como persona y le avala como buen director a partes iguales.

 

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"Con tanta coba que me dan, la próxima vez vendré sin duchar para ahorrarme el jabón"

 

Todos los periodistas que toman la palabra para formular una pregunta se dirigen a Bayona sin excepción, y absolutamente todos le felicitan y le pelotean antes de formularla. Bayona agradece cada una de las felicitaciones como si le dijeran el precio al que está el kilo de patatas, y nos cuenta cuán difícil ha sido adaptar una obra con tantas capas y temas como el cáncer, el bullying, la fantasía y la realidad. "El secreto fue intentar encontrar la verdad en cada plano y encontrar la arquitectura adecuada en la sala de montaje", explica. En cuanto a la emotividad, la encuentra necesaria como contrapunto a tanto dramón, ya que "la emoción es el bálsamo porque si no sería una historia demasiado dura", e intenta quitarle hierro: "yo lloro con Masterchef", confiesa.

"Todos los periodistas que toman la palabra se dirigen a Bayona sin excepción, y absolutamente todos le felicitan y le pelotean"

Sobre trabajar con Liam Neeson, fue un lujazo tenerle para crear el personaje del monstruo. Ya le ficharon porque les gustaba su voz y porque ya había hecho cositas como doblador (como el león Aslan de Las crónicas de Narnia, por ejemplo), y fue espectacular la primera vez que le escucharon leer uno de los cuentos. Tan impresionante es su voz que la retocaron muy pero que muy poquito. Rodaron toda la parte del monstruo durante las dos primera semanas sólo con Liam Neeson y el niño Lewis MacDougall, con Neeson vestido en su traje de motion picture "que parecía un pijama bastante ridículo" en un plató sin decorados. "Parecía que estuvieras rodando Dogville", puntualiza Bayona.

 

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"La próxima vez que nos ataquen aliens, va a salvaros el culo vuestra tía"

 

Y en cuanto a Sigourney Weaver, la fichó porque recordó haberla visto en una telemovie interpretando a la bruja de Blancanieves, y veía el personaje de la abuela que interpreta Weaver un poco como esa bruja. Tanta es la admiración que siente el director por la actriz, por su filmografía y por todos los directores con los que ha trabajado (Ridley Scott, Roman Polanski, James Cameron), que en las pausas del rodaje, Bayona se metía en su caravana para preguntarles cosas, como la manera de trabajar de Roman Polanski. Sigourney Weaver mira al director con ojitos de abuelita satisfecha de que su nieto se lo haya comido todo, y quizás por eso, porque se ha hablado de ella durante dos minutos, recordamos que también está aquí y surge la sorpresa: alguien formula una pregunta para ella.

Y además se anuncia que es la última de la rueda de prensa, por lo que Sigourney Weaver presta especial atención. ¿Le preguntarán por anécdotas vividas durante los rodajes de la saga Alien? ¿Sobre el remake de Aliens que prepara Neill Blomkamp? Nada de eso, la pregunta es su opinión sobre la tragedia humana de los refugiados en Europa. Weaver pone cara de incrédula y contesta todo lo políticamente correcto que puede, claro, alegando que es una situación muy triste, que debemos ayudarnos entre todos, y que espera que salga Hillary Clinton como próxima presidente de los Estados Unidos para que tome partido en el problema (muy bien, publicidad política para el partido demócrata conseguida). Ni siquiera una pregunta sobre Un monstruo viene a verme, lo que confirma su condición de comparsa en la rueda. Haber estado 35 años matando aliens para esto...

 

UN MONSTRUO VIENE A VERME. Estreno en Venusville: 14/10/2016

 

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