VAIANA crítica: Kon-tiki al fin del-mundi

Disney aumenta su colección de princesas Disney en las islas de la Polinesia con Vaiana (Moana)

Decía hace cinco años a raíz de la crítica de Enredados, que cuando Disney tira de su fórmula mágica es infalible, pero que cuando se la salta a la torera la caga más que Anacleto cogiendo un jarrón chino. Se tiene que elegir un cuento clásico fantástico con un personaje joven de protagonista, algo atolondrado si es masculino (como Aladdin o Hércules) o seguro de sí mismo si es femenino (como Bella o Mulan). Se le busca un compañero/a que contraste con su personalidad (como la aprisionada princesa Yasmin para el espíritu libre Aladdin, o el materialista John Smith para la espiritual Pocahontas), se le dota de una mascota graciosita (el cangrejo Sebastián de la Sirenita o el dragón Mushu de Mulan).

Se le busca también un villano relacionado directamente con él (como Gaston por desear casarse con Bella o Jafar por desear ser califa en lugar del califa). Se le pone a prueba de manera que deba demostrar que es un/a joven de corazón puro (Hércules zambulléndose en el mar de los muertos para salvar a Meg o Bella aceptando quedarse en el castillo para evitar que la Bestia muera), y se adorna todo con cancioncitas de musical de las que ganan el Oscar. Esta es la fórmula mágica, y cuando se sigue al pie de la letra como en Frozen, exitazo seguro, pero cuando no se sigue como en Zafarrancho en el rancho, Hermano Oso o El planeta del tesoro, ay, entonces la cosa tiembla como un flam en lo alto de un castillo de naipes.

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Vaiana (y no "Moana" como en el original por cuestión de marcas registradas) sigue la fórmula a medias y por eso funciona también a medias. El argumento se inspira en cuentos de la Polinesia y el personaje protagonista es una chica decidida y segura de sí misma como tocan ser las princesas Disney de hoy en día, que el ser una pavita como eran Blancanieves, la Cenicienta y la Bella Durmente, ya no se lleva. Tiene una mascota graciosita (incluso dos, un cerdito simpático y un pollo tonto), se enfrenta a un desafío que le obligará demostrar que es una joven de corazón puro, y tiene cancioncitas que van amenizando la función. Hasta aquí bien, pueden tachar todos estos riquisitos de la fórmula mágica, pero ahora empiezan los peros, y son peros que pesan mucho.

"Vaiana sigue la fórmula Disney a medias y por eso funciona también a medias"

Para empezar, la personaje protagonista no tiene compi sentimental. Maui es un acompañante, pero un acompañante aliado que no llega ni a la condición de pretendiente, no digamos pues ya novio, lío, rollo, amigo con derecho a roce o follamigo, por lo que se pierde la subtrama amorosa y la empatización con el público que ésta conlleva. Seguimos: no hay villano. La prota debe realizar una misión y sale un ser maligno al final de ella, pero lo que es un villano clásico como Úrsula en La Sirenita, Jafar en Aladdin o Hades en Hércules, no lo hay, lo que priva a la historia de tener un antagonista. Y tampoco hay un personaje secundario que ejerza de maestro, como sucedía con el Genio en Aladdin o Philoctetes en Hércules. Aquí el personaje más parecido sería la abuela, pero se limita a darle un par de consejos como hace Rafiki con Simba en El rey león.

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El resultado es tener sólo dos personajes principales, la princesa Vaiana y el semio-Dios Maui, y tenerlos casi toda la peli en una balsa como la Kon-tiki, lo que no es precisamente la alegría de la huerta cinematográfica. Si al menos tuviéramos un romance en ciernes, se animaría la fiesta con flirteos, discusiones de enamorados y reconciliaciones como sucedía en Frozen con la princesa Ana y Kristoff, pero tal como hemos mencionado, los dos protas de Vaiana son sólo compañeros sin ninguna oscura segunda intención, y por eso nos perdemos un componente importante. ¿Se imaginan una peli de aventuras como En busca del arca perdida, Tras el corazón verde o The Mummy, sin el obligado romance entre su pareja protagonista? Pues eso es lo que sucede en Vaiana con la relación sana y casta de amistad y compañerismo entre la pareja de protas.

Peli menor en la filmografía de Disney pues. Correcta en animación pero menor en su globalidad por no seguir punto por punto la fórmula mágica al tratarse de un Disney de corte clásico. Porque cuando se opta por una peli que se aparta de dicho corte clásico como Big Hero 6, Del revés o Zootrópolis, se pueden romper todas las reglas y acertar de lleno, pero cuando se insiste en el héroe Disney o la princesa Disney de turno, se tienen que seguir como se hizo en Frozen y no como se ha hecho en Vaiana, si no salimos del cine con el sabor de boca de haber visto un producto que se ha quedado a medio hornear. Que si faltan secundarios, que si falta un villano, y que si falta el romance entre la pareja protagonista, a no ser claro que durante la travesía en balsa hagan todas sus guarradas fuera de plano.

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Dos Caras Harvey

Recomendada por Kuato a: niñitas y niñitos fans de Disney que quieran añadir una nueva princesa ídem a su colección para enganchar otra pegatina en su mochila.

No recomendada por Kuato a: los que prefieran la robótica superheroica de Big Hero 6, la ida de olla de Del revés, o la parodia de buddy movie de Zoótropolis, antes que una nueva princesita ñoñita.

Ego-Tour de luxe por: mostrar el mar como un personaje animado. Hombre, eso tiene su gracia.

Atmósfera turbínea por: que no haya romance entre Vaiana y Maui. ¿Se los imaginan en la postura del misionero? Sería como ver al hercúleo Dwayne Johnson aplastando a la menudita Ellen Paige.

■ VAIANA. Estreno en Venusville: 02/12/2016