LOBEZNO artículo: El mutante gay

Análisis y demostración de la no asumida homosexualidad de Lobezno en la saga X-Men

■ EL HOMBRE DE BOSTON

Me ha costado, pero al final me he dado cuenta. Muy raro veía yo a Lobezno en las tres entregas de la saga X-Men, incluso la relación que mantiene en X-Men orígenes: Lobezno con Silver Fox (Kayla Silverfox según la peli) me pareció que olía a chamusquina tanto como la de Heath Ledger con Michelle Williams en Brokeback Mountain (sin ir más lejos porque es la primera novia que se le conoce en 150 años…). Y en X-Men: Primera generación encima declina la invitación de Charles Xavier y Erik Lehnsherr de unirse a la patrulla X. ¿Egoísmo? ¿Pasotismo? ¿Negativa a ejercer de niñera de un grupo de jovenzuelos con acné para no tener que cambiarles los pañales? Es lo que podría parecer, pero la verdad es bien distinta, la verdad, la cruda realidad, es que debido a su homosexualidad no asumida, Lobezno no se siente a gusto en compañía de sus semejantes y por eso prefiere emborracharse en solitario para reprimir sus impulsos.

¿Dónde se encuentra cuando Charles y Erik intentan reclutarlo? En un bareto bebiendo para olvidar malhumorado como siempre. ¿Dónde le vemos por primera vez en X-Men? En un bar de camioneros, moteros y bebedores de cerveza de esos barbudos que suelen vestir chupa de cuero, eructar y jugar al billar. ¿Han oído hablar del colectivo homosexual que se autodenomina “osos”? Son los gays que no comparten el estereotipo del gay metrosexual fino y depilado que encaja en el prototipo de belleza afeminada impuesto por la sociedad, y que abogan por el pelo en vez de la pluma, por la robustez en vez de la turgencia, y por las camisas de leñador en lugar de los polos Calvin Klein. O sea, que son fuertes, peludos, patilludos, les gusta vestir camisetas de tirantes, beber cerveza, y fumar grandes puros (y no va con segundas). Como ya habrán imaginado, Lobezno es uno de ellos.

Lobezno, en el cuarto oscuro de "La ostra azul"

En los cómics Logan se enamora de Heather Hudson y tiene novia, la aristócrata japonesa Mariko Yashida, pero en las pelis de la saga mutante, cada vez que se le acerca una tía le coge urticaria. ¿Que no? Hagan memoria: siempre que está durmiendo y lo despierta una mujer, tiene un sobresalto. Le ocurre en la primera entrega con Jean Grey (ésta acaricia sus músculos, él se despierta, ve a una mujer metiéndole mano y reacciona violentamente); le ocurre también con Pícara (hasta el punto de atravesarla con sus garras), pero no le ocurre con el profesor Xavier (cuando éste lo despierta, lo hace plácidamente con cara de haber descansado mejor que nunca) porque con los hombres no le sucede, sólo le sucede con las mujeres.

"La cruda realidad es que debido a su homosexualidad no asumida, Lobezno no se siente a gusto en compañía de sus semejantes"

En la acampada de colonias que organizan en X-Men 2 para celebrar la coalición que forman con Magneto, Mística se le pone tonta y cuando cae la noche entra sigilosamente en su tienda. ¿Y qué hace Lobezno? Rechazarla. ¿Se dan cuenta? Estamos hablando de Mística, una poliforme, que encima se ofrece para ir cambiando de forma corporal, o sea de tía buena a tía aún más buena. ¿Se imaginan las posibilidades? Ahora te pongo mirando a Cuenca como Angelina Jolie, ahora mirando a Pamplona como Jennifer Lopez, ahora… Desde luego que este tío no es trigo limpio. ¿Que había tonteado y se había dado unos piquitos con Jean Grey unos minutos antes? ¡Naaaaaaah, una tapadera para despistar!

Vaya por Dios, miren quién ha ido a encontrar en el citado cuarto...

¿Y qué me dicen de cuando encuentra a la Dama Mortal? En las pelis de Walt Disney, cada vez que la mascota del protagonista encuentra otro personaje de su misma especie y de sexo contrario se enamoran. Lobezno encuentra a su media naranja, una hembra con esqueleto implantado de adamantium y poder mutante de curación de heridas (sin contar que es guapa y que tiene un tipazo), y qué hace: ¿cortejarla? ¿Invitarla a cenar? Nada de eso, se lía a hostias con ella hasta matarla.

Y ahora la prueba definitiva. Jean Grey, la única fémina que le ha hecho verdadero tilín en su vida cinematográfica, se le pone cachonda en X-Men 3 y empiezan a besarse sobre la camilla. Son besos apasionados y violentos, que se acompañan con profundos arañazos por parte de ella en la espalda de él, mientras le rodea con sus piernas con fuerza y… nada. Nada de nada. Lobezno se acojona como un quinceañero en su primera cita y se va por patas. Tal episodio le crea un conflicto interno tal, que no puede hacer más que matarla para liberarse de él. Así que ya lo saben, nada de ser un vagabundo huraño y solitario que va viajando por el mundo sin memoria en busca de su pasado desde que la CIA experimentara con él y lo convirtiera en el Proyecto-X. La verdad, la cruda realidad, es que Lobezno viaja para ver si se aclara y fumarse por el camino cuantos más puros mejor (y ahora sí que va con segundas).

■ LOBEZNO